El miedo es libre pero también es una fuente de crueldad, sobre todo cuando el temor es consecuencia de la pérdida de privilegios que han generado tanto dolor a la clase trabajadora pero que ha tenido como recompensa para los empresarios un incremento de los beneficios.

El pacto entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha generado mucha inquietud en la patronal y son ya muchas las empresas las que están preparando estrategias que adelanten ajustes salvajes de plantilla como un modo de presión para la ruptura de dicho acuerdo.

Según ha publicado Expansión, los empresarios están preocupados de que la legislación laboral cambie y se haga una contrarreforma que acabe con los abusos de la ley aprobada por Mariano Rajoy en 2012 que legalizaba la precariedad laboral, los bajos salarios y que daba libertad a los empresarios a ejecutar expedientes de regulación de empleo aunque la sociedad estuviera generando beneficios. El sector financiero, en general, y el Banco Santander en particular son un ejemplo de ello.

Hay que recordar que la reforma laboral de 2012 se aprobó y se implementó sin contar con los sindicatos, algo que va en contra de la Constitución, texto que en su artículo 37 afirma que «La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios». Mientras que la Carta Magna se utiliza como arma arrojadiza por la situación en Cataluña, no ha problema en aprobar leyes que la incumplan siempre que benefician a la clase dominante. Otro de los aspectos en los que la reforma laboral incumplió la Constitución fue en lo referido al artículo 35, que dice muy claramente que «Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia». Precarización en el empleo, salarios ínfimos, condiciones laborales que vulneran derechos fundamentales reconocidos por la ONU y la OIT, son las consecuencias de esa reforma laboral que ahora, con el pacto de PSOE y Podemos, está en serio peligro de extinción por una razón principal: la justicia social en la que debe basarse cualquier gobierno que se precie de llamarse progresista.

Un elemento que muestra a la perfección lo afirmado anteriormente es la evolución de los beneficios empresariales frente a los salarios en base a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE):

Elaboración propia en base a datos del INE

Como se puede comprobar en la gráfica es a partir del año 2012, año en que se aprobó la reforma laboral de Rajoy, cuando la diferencia entre los beneficios de las empresas y los salarios se ensancha, creando una brecha que a día de hoy no se ha recuperado y siempre se ha mantenido por encima del 10%. Si nos vamos a cifras totales, el beneficio empresarial se mantuvo en torno a los 450.000 millones de euros en los años que van del 2012 a 2014, con una diferencia máxima de 3.000 millones. En 2018 esa cifra superó el medio billón de euros, mientras que las condiciones laborales y salariales de la clase trabajadora continúa en las mismas condiciones que durante los años más duros de la crisis.

Por otro lado, los salarios apenas han subido un 2% desde el año 2009, mientras que los beneficios empresariales se han incrementado en un 60%, según un informe del Banco de España.

Estas prebendas y privilegios son las que tienen miedo a perder el sector empresarial por el pacto entre el PSOE y Podemos porque sería absolutamente incoherente que mantuvieran una reforma laboral que tanto daño ha hecho a la clase trabajadora de este país.

El anuncio del acuerdo para un gobierno progresista encendió todas las alarmas y todos los elementos que se han beneficiado de las políticas neoliberales del Partido Popular se han puesto a trabajar para ejecutar una presión muy fuerte para que el pacto se venga abajo.

Según Expansión, las empresas están preparando estrategias que supondrán, de llevarse a efecto, la mayor destrucción de empleo coordinada de la historia de la humanidad, un movimiento que demuestra que la posibilidad de perder el control por parte de las élites las lleva a activar el escenario de la crueldad. El diario económico cita a despachos de abogados que han confirmado que es muy probable un adelanto de los ajustes de plantilla programados a medio plazo, prejubilaciones, subcontrataciones y frenar la contratación de trabajadores. Todo un pulso a un gobierno que aún no se ha formado pero que temen que pueda cerrarles el chiringuito de explotación y precariedad con el que los beneficios se han incrementado en las cifras indicadas anteriormente.

Ante este órdago de los empresarios, sorprende que la ministra de Economía en funciones aún no haya marcado ningún tipo de posición frente a este ataque frontal contra un gobierno por parte de la clase dominante.

¿Qué será lo siguiente? ¿Amenazar con llevarse las empresas de España? ¿Cambiar el domicilio fiscal? ¿Deslocalizaciones masivas? Todo esto nos lleva a preguntarnos que si hay tanto miedo a mantener un tejido productivo basado en la equidad, en la racionalidad y en la justicia laboral, ¿por qué tanto miedo? La respuesta es obvia: mantenerse fuera de las convenciones de respeto a los derechos de los trabajadores es muy rentable en España. Sin embargo, los empresarios deberían mirar el ejemplo de países como Japón que ha reducido en un día su jornada laboral sin reducción de salarios y ha aumentado la productividad en un 40%. O el caso de Suecia, donde en las zonas donde se implantó la jornada máxima de 30 horas semanales, la productividad se disparó en un 45%. Una masa laboral con condiciones dignas y sin explotación siempre genera mayores beneficios. Es una obviedad pero el empresariado español no lo implanta, sobre todo si tiene la ayuda de gobiernos como el de Rajoy que se plegó a todas las exigencias de la CEOE.

Las grandes fortunas muestran su «patriotismo» llevándose su dinero a Portugal

6 COMENTARIOS

  1. Cuanto peor esté la clase trabajadora, peor estarán lae empresas. La economía es un toroide, los clientes de las empresas son los trabajadores, cuanto menos recursos tengan los trabajadores, más empresas españoles tendrán que cerrar.

  2. Eso es bueno, que la gente vaya entendiendo de una vez que el humano tiene que librarse del trabajo remunerado, y cobrar pensiones a partir de los mil euros/mes, ESO ES LIBERTAD.

  3. Eso es bueno, que la gente vaya entendiendo de una vez que el humano tiene que librarse del trabajo remunerado, y cobrar pensiones a partir de los mil euros/mes, ESO ES LIBERTAD.

    Hablo completamente en serio, por si alguien duda.

  4. Que amenacen lo que quieran se puede cambiar las estructuras económicas de un país con un mejor reparto de las riquezas con un buen gobierno y unos ciudadanos bien informados,hoy hay que repoblar la España vacía y eso se consigue con una agricultura campesina que además apuesta por el cambio climatico y en la cuestión de industrias se construyen cooperativas y otras expectativas tendremos en españa..!!!

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