WWF celebra las medidas de ahorro y eficiencia energética recién aprobadas por el Gobierno ya que favorecen un mejor uso de la energía. Sin embargo, WWF reclama una hoja de ruta más ambiciosa y permanente y que acelere un cambio de modelo que aleje a nuestro país de la dependencia de los combustibles fósiles. La organización insiste en que estas medidas atañen a toda la sociedad, son clave para luchar contra la crisis climática y energética y nunca deberían ser objeto de una guerra política.
WWF reconoce que la hoja de ruta del Gobierno contempla medidas positivas y concretas para contener el impacto de la crisis de seguridad energética producida por la guerra en Ucrania. Sin embargo, la organización insiste en que se necesitan otras mucho más ambiciosas para acelerar la eficiencia energética en nuestro país y un cambio de sistema hacia una red y un consumo energético más eficiente.
Dentro de las medidas presentadas que pueden contribuir potencialmente al ahorro energético, la organización destaca la limitación de temperaturas en la climatización. Ahora se contempla un máximo de 19º para la calefacción, cuando antes era de 21º, y un mínimo de 27º para la refrigeración, frente a los 26º permitidos antes.
WWF recuerda que algunas de estas medidas de ahorro y eficiencia energética ya estaban recogidas en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) que entró en vigor en julio del año pasado y que ya deberían estar cumpliéndose, como la obligación de instalar puertas de cierre automático e incorporar carteles explicativos de las medidas en los locales. Este reglamento obligaba a los establecimientos a contar con información visible sobre la temperatura y humedad y a establecer puertas de cierre automáticas en la gran mayoría de edificios y locales sujetos al reglamento.
Asimismo, WWF recuerda que para que las medidas tengan efectividad es necesario que haya un seguimiento por parte de las administraciones para garantizar su cumplimiento. De hecho, muchas de ellas se recogían ya desde el año 2007, pero no se estaban aplicando por parte de las administraciones responsables.
En esta línea, la medida que recoge la obligación de adelantar la siguiente inspección de eficiencia energética en edificios, para aquellos cuya inspección sea anterior al 1 de enero de 2021, se considera eficaz a la hora de garantizar un mejor cumplimiento de las medidas.
Ante esta situación, WWF demanda nuevas medidas para lograr el cambio estructural que se necesita y hacer un uso más eficiente de la energía.
De un lado, apostar por un modelo de cercanía que reduzca las distancias entre generación y consumo. Para ello, es urgente fomentar con mayor intensidad el desarrollo del autoconsumo y de las comunidades energéticas locales, y garantizar una planificación de la red eléctrica nacional ajustada a un modelo distribuido y optimizado que reduzca pérdidas durante el transporte de la energía.
También es imprescindible avanzar en la digitalización y flexibilidad del sistema eléctrico con el fin de que la oferta y la demanda puedan ajustarse con mayor precisión y evitar paradas de plantas renovables por escasez de demanda o saturación de la red, o la generación adicional de electricidad cuando esta se puede evitar. Este aspecto es clave para no derrochar energía cuando no es necesaria o, por el contrario, para que la demanda se ajuste en tiempo real al nivel de oferta sin necesidad de producir mayores cantidades de energía.
Por otro lado, reclamamos impulsar y acelerar el plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana, así como incrementar los objetivos anuales de rehabilitación de viviendas y establecer metas vinculantes de energías renovables en edificios actuales y de nueva construcción (garantizando que todos los edificios públicos cumplen con esta petición).
Asimismo, demandamos acelerar la implementación de medidas de cambio en el sector transporte, y garantizar la aplicación efectiva de las zonas de bajas emisiones en los tiempos y formas que especifica la ley de cambio climático y transición energética. En este ámbito, hay que fomentar el teletrabajo como una de las medidas más eficaces para reducir la demanda energética y sus emisiones asociadas.
Por último, se deben desarrollar programas de formación, información y sensibilización ciudadana para incidir en los cambios requeridos en los hábitos de consumo, así como en todos los sectores productivos para fomentar la reducción de la demanda y la aplicación de buenas prácticas. También conviene extender y promover el etiquetado energético y sus instrucciones de eficiencia.
WWF recuerda que estas medidas no suponen bajo ningún concepto una merma en la calidad de vida de los ciudadanos o para los negocios, sino todo lo contrario, y son una forma directa de ayudar a dejar un planeta más saludable a las futuras generaciones. Sergio Bonati, técnico de clima de WWF, subraya: “Las medidas de ahorro y eficiencia energética son vitales en el contexto actual y son responsabilidad de toda la ciudadanía, por eso nunca deberían usarse como arma arrojadiza en una guerra política, ya que son fundamentales para luchar contra un calentamiento global que nos amenaza a todos y para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles”. Y concluye: “Limitar nuestra demanda energética es la manera más rápida y directa de incrementar nuestra seguridad energética y reducir nuestras emisiones para hacer frente al cambio climático, por eso todos los gobiernos, ciudades, empresas y ciudadanos deberíamos ponernos manos a la obra”.
