En Mercedes ya están jugando de modo desesperado: hasta han intentado burlar el reglamento.
Primero fue el cambio de la unidad de combustión que le costará al heptacampeón 5 puestos en la parrilla. Y luego la irregularidad en el DRS que inevitablemente le hará salir el último en la carrera SPRINT.
La historia de la Fórmula 1 ha demostrado muchas veces qué el título de campeón del mundo puede llegar a ganarse o perderse en el ultimísimo momento.
La FIA parecía estar jugando todo el tiempo a favor de la Mercedes, pero la irregularidad en el DRS difícilmente puede llevar a un final feliz.
Claro que Interlagos es un circuito de resultados siempre imprevisibles.
Sería posible que desde el fondo de la parrilla Hamilton remontase en la SPRINT hasta muy arriba y que luego el domingo acabara ganando la
carrera: pero fácil no lo va a tener.
Si Verstappen queda en Brasil por delante de Hamilton al holandés le bastaría con quedar segundo en las tres carreras restantes para proclamarse campeón del mundo. Esa fue la situación de Nico Rosberg el año que le arrebató el título mundial a su compañero.
Solo un abandono del holandés y un buen resultado final en Brasil darían a Lewis Hamilton la posibilidad de seguir luchando por el mundial en las tres carreras que faltan.
Los dioses han abandonado a Lewis Hamilton. Pero todavía podrían volver a favorecerlo y que se obrase el milagro.
Cuanto más dure la intriga del resultado final del mundial más contentos estarán o deberían de estar todos los seguidores de la Máxima, porque lo grande es ver batalla.
Ojalá los cuatro últimos grandes premios no sean un simple paseo triunfal para Max Verstappen. Ojalá la guerra continúe.
Tigre Tigre
