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Los conmovedores empleados de El Corte Inglés

Javier Puebla
Javier Pueblahttp://www.javierpuebla.com
Cineasta, escritor, columnista y viajero. Galardonado con diversos premios, tanto en prosa como en poesía. Es el primer escritor en la historia de la literatura en haber escrito un cuento al día durante un año, El año del cazador, 365 relatos que encierran una novela dentro.
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análisis

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Debo confesar que no las tenía todas conmigo, ni muchísimo menos, cuando la tarde del domingo trece de noviembre me dirigí al Corte Inglés de Méndez Álvaro en busca de un conector para mi nueva cámara de vídeo pues había perdido la pieza original.

«Van a pasar de mí como si fuera una hormiga, total por una chorrada como un simple conector, y cuando todos saben ya que los van a despedir masivamente, porque El Corte Inglés de Méndez Álvaro va a cerrar sus puertas para que el edificio sea demolido y en su lugar se levanten dos torres de oficinas, absurdas para la zona y la ciudad».

Eso pensaba, como ya digo, la tarde del domingo trece de noviembre; pero aún me quedaba una lucecita de esperanza en el corazón pues en el Corte Inglés de Méndez Álvaro no me habían fallado nunca, ni siquiera durante la pandemia, como puede comprobar quien quiera en el enlace que dejaré pegado más abajo, al final de este artículo.

-Eso no es aquí, pregunte en televisiones y fotografía y vídeo.

Primer capotazo al toro y a ver si se choca contra el burladero.

Llegué, receloso y con la fe muy disminuida, hasta la sección de televisión y fotografía y vídeo y durante un instante el empleado del Corte Inglés que me atendía, luego averigüé que se llamaba Miguel, pareció no entender qué le estaba pidiendo y no tener el menor interés en entenderlo.

Pero sucedió que me miró a los ojos y le miré a los ojos. E inmediatamente a Miguel le salió esa raza impagable –me gusta decir el mejor activo del Corte Inglés son sus empleados– y en un un pispás me solucionó el problema.

Los empleados del Corte Inglés siguen estando a la altura de la primera generación de trabajadores contratada por Ramón Areces, y que sea así es, en verdad, increíble. Porque sí, al principio se les trataba como parte de la familia, pero en los últimos tiempos les han apretado y apretado: ya ni siquiera se les premia la antigüedad.

Y sin embargo ahí siguen, impecables, heroicos, emocionantes… Me faltan adjetivos,  porque no hay ninguna otra cadena en España, y me atrevo a decir que en Europa, con una gente con esa raza, con esa capacidad de trabajo y voluntad de eficacia.

Que vaya a cerrar el Corte Inglés de Méndez Álvaro es una desgracia para Madrid y para un barrio que ya no necesita de más oficinas que lo único que pueden hacer es atraer más coches y más trabajadores que viven en el extrarradio. Por no hablar de que la zona, ya marcada y herida por la existencia de la Estación de Autobuses, perderá su último rasgo de humanidad al desaparecer el Centro Comercial en el que se apoyan todos los vecinos de los barrios periféricos.


Entiendo que el Corte Inglés, como cualquier empresa, busque la famosa MAXIMIZACIÓN DE BENEFICIOS. Pero sería para aplaudir con todas nuestras fuerzas que en esa maximización de beneficios la sociedad actual fuese capaz de considerar también los beneficios no monetarios.

Creo que las hijas de Isidoro Álvarez lo están haciendo muy bien, prueba es la maravilla de su Ámbito Cultural, y es evidente que están aconsejadas por economistas expertos y magníficamente preparados; y también es incontestable que El Corte Inglés necesita de podas para que las ramas que sobrevivan crezcan fuertes y sanas. Pero a Marta y Cristina Álvarez la vida les ha dado la oportunidad de dirigir un imperio, y eso significa que en el mundo, sobre todo en España y en ciudades como Madrid, dejarán una huella. Por eso desde aquí junto las manos, como cuando se reza, para soñar más que pedir, que el Centro Comercial de Méndez Álvaro no cierre sus puertas.

Ya sé que soy un ingenuo pensando siquiera en semejante posibilidad, pero también soy un hombre que piensa y considera que cuando no hay hambre hay cosas más importantes que el dinero: el orgullo por el trabajo bien hecho, por ser un activo en la calidad de vida de la sociedad. Y eso es el Corte Inglés: un sustrato en el que se apoya Madrid, y otras muchas ciudades, para que sus habitantes disfruten de una vida mejor. Siempre lo ha sido, desde que Ramón Areces convenció a su sobrino Pepín Fernández, para que le dejase abrir una pequeña sastrería en el centro de Preciados. Al menos así es como yo, y la mayoría de las personas con las que trato, lo vemos y sentimos.

No te gastes lo que no tienes”, decía Areces, y lo convirtió en una filosofía de empresa con resultados inmejorables. Admiro desde niño ese espíritu del Corte Inglés, y admiro en la actualidad y sobre todo, la raza incontestable de sus conmovedores empleados. Creo que ese es el adjetivo: CONMOVEDORES. ¡Con la que está cayendo, señoras y señores! ¡Pruebenlos, verán como tengo razón!

Ojalá estuviera en mis manos poder mantenerlos a todos en sus puestos. Ojalá que mis manos no sirvieran simplemente para darles este -quizá- último aplauso.

Para todos ellos, para todos los empleados del Corte Inglés, de Méndez Álvaro y de todos los demás centros, mi aprecio, y me quito -por y para ellos- el sombrero que conmigo siempre llevo.

(Mecanografía: MDFM)

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12 COMENTARIOS

  1. Solo comentar que este artículo nos sube el animo a los seguimos en la empresa. Son pocos los años que llevo pero es una gran familia y hacemos todo lo posible para que nuestros clientes estén satisfechos con las compras y el trato recibido.
    Desde pequeña me gustaba ir, ya no solo por la época de navidad que era entrar y ver las escaleras verdes y doradas si no la armonía que transmitía.
    Muchas gracias ☺️

  2. Si que pareces ingenuo… Es más, igual en el periodico que escribes están acostumbrados a facturar por publicidad al puto Corte inglés… Son una panda de mafiosos de cuello blanco, haciendo ingeniería de facturación entre empresas y blanqueando IVA… Así que a otro sitio a dar pena

  3. Ole tú comentario, estoy de acuerdo contigo, tengo mucha familia trabajando desde hace años en el Corte Inglés y son tal y como los describes aún llevándose palos día tras día por como están cambiando las cosas….Yo personalmente trabajo para El Corte Inglés desde una empresa externa desde hace muchos años y lo veo en primera fila… Enhorabuena por tu comentario y estoy totalmente de acuerdo contigo. Un saludo a todos los trabajadores que hacen bien su trabajo, que es lo que necesitamos.

  4. O sea tener un enorme edificio de miles de m2 abierto 12 horas día con cientos de empleados para que llegues a comprar un conector. El hecho cierto de que se pierdan enormes cantidades de dinero todos los años no parece que te importe.

  5. Muchas gracias. Lo de Mendez Álvaro ya no tiene arreglo. Pero somos muchos empleados que dejaríamos todo por seguir apoyando esa empresa en la que creiamos. Era como nuestra casa. Ahora es como las demás empresas… sin corazón.

  6. Buen punto de visto, eso si visto desde fuera, desde el fallecimiento de nuestro presidente Isidoro Álvarez el cual admiraba y respetaba, el posicionamiento de la empresa dió un giro de 360 grados, con la salida de personal, nuevos articulos 41 que van y vienen y sobretodo cambios y traslados de personal a otros departamentos en los cuales no están especializados. Creo que sería recomendable incentivar algo más a sus empleados o simplemente escucharles un poco más. Gracias

  7. Gracias por su opinión, no son palabras vacías de felicitación, como las que nos llegan muchas veces desde nuestra dirección, con falta de personalidad, y nula motivación, como aquel que te pone la zanahoria, y con la estaca te esta esperando, todos sabemos que vendrá la estaca, no creo que llegue el día que veamos un articulo en esa dirección.

    De verdad.. de verdad, que lo intentamos, intentamos ser empáticos con las necesidades de aquel que entra por nuestras puertas y ayudarle en lo que podemos.

    En referencia a su linea «»Eso no es aquí, pregunte en televisiones y fotografía y vídeo».

    Disculpen nuestros clientes si en ocasiones, no somos tan eficientes, ni tan amables, ni tan simpáticos como debiéramos, ni siquiera les dedicamos tanto tiempo como nos gustaría a ambos, somos personas y como tales erramos, nuestra carga de trabajo y nuestra presión cada día es mayor, y nuestro personal cada día menor, somos valorados internamente como maquinas de producción, de mil y una formas diferentes, y como maquinas muchas veces nos comportamos, discúlpennos, ya que no podemos activar y desactivar el botón de empatía y necesitamos cierto tiempo de interacción, ¡se que no es un problema suyo! ¡somos el corte ingles! y se espera de nosotros mas que una maquina, pero internamente es la mecánica de trabajo que se nos transmite.

    A mi me gusta atender a Juan, Ana…, que me den los buenos días, y responda a sus buenos días con un buenos días aun mayor, un buenos días, y una sonrisa, un buenos días siempre cae bien, me gusta escucharles, y que recuerden mi nombre al salir de mi empresa es mi mayor logro, pese que la venta no llegara a 20 €, y pasase con ellos 20 minutos , pero al cabo de 1, 6 meses, o un año, vuelvan a buscarme de nuevo, porque necesitan de mi ayuda, si son ellos, vuelvan, estaré de nuevo encantado de atenderles, pero permítanme que sea persona y a veces erré, a veces no tenga buen día, porque me hallan llamado la atención por tardar 20 minutos en vender 20 euros, y no me dio tiempo a limpiar el polvo antes de que llegara el gerente de turno, ya que lo único que ve el gerente, es el polvo, no mi atención a Juan o Ana, y su cara de satisfacción al salir de nuestras instalaciones, salvo que sea un MISTERY SHOPPER.

    Para tratar con maquinas tienen ustedes nuestra WEB, ahí esta todo colocado, en su sitio, con su etiqueta correspondiente, pero no les preguntara ¿Juan, que necesita usted hoy?, y volverá a escuchar sus necesidades.

    Un saludo, y buenos días.

  8. También ha cerrado El Corte Inglés Vaguada hace tan solo unos meses y aún siento la tristeza y melancolía al pensar en ello. Todo el barrio pasaba a menudo por allí a comprar. Allí elegían mis niños los regalos de Reyes cada año. Aún son niños y lo recuerdan. No hay web que sustituya eso.
    No era una simple tienda, eran un emblema, un lugar al que ir cuando simplemente no sabías qué regalar. Creo que sus directivos se están equivocando totalmente, y de humanidad tienen poco.

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