La Agencia Tributaria ya tiene datos de los bienes que los españoles tienen en el extranjero. Ahora, mediante un nuevo sistema informático, podrá conocer cuál es la evolución anual de dichos bienes, lo que permitirá descubrir nuevas bolsas de fraude,

El llamado “modelo 720” en el cual se debe de informar de los bienes que disponemos en el exterior si éstos sobrepasan los 50.000 millones de euros, se ha revelado eficaz. Ha permitido saber que, de 2012, primer año en que funcionó el modelo, al ejercicio pasado, se han pasado de unos 90.000 millones a 97.774 millones. Los bienes de los españoles se reparten entre acciones, fondos de inversión, cuentas bancarias y de crédito, e inmuebles. Precisamente este último dato llama la atención porque confirma la inversión en inmuebles dedicados al turismo: sobre todo en Francia y Gran Bretaña. O más concretamente, el 34% del patrimonio declarado en inmuebles en estos dos últimos países, unos 4.000 millones, de un total de 11.600 millones.

El resto por tal concepto está muy repartido, pero se ha detectado un fuerte incremento en zonas turísticas consideradas “emergentes”: los litorales, tanto atlántico como mediterráneo, de Marruecos, los Balcanes, sobre todo Eslovenia y Croacia, y Polonia, Bulgaria y Rumanía.

No obstante, las preferencias patrimoniales de los españoles siguen centrándose en acciones y en fondos. Este tipo de bienes se residencian en Luxemburgo y Suiza, principalmente. En el primero de los paises citados, los españoles tienen 8.165 millones invertidos en fondos, 3.000 millones en acciones, y 1.300 millones en seguros, mientras que Suiza es el territorio preferido para invertir en acciones, con 6.300 millones, y cuentas bancarias y de crédito. Ambos territorios se llevan el 35% del patrimonio español en el extranjero.

Lo que sí parece claro es que, al menos a los “ojos” de la Agencia Tributaria, ha descendido el patrimonio depositado en paraísos fiscales. De 2012, que es desde cuando Hacienda dispone de datos declarados por los contribuyentes, hasta ahora, se produjo un fuerte descenso de los saldos en Andorra, Panamá, Liechtenstein, y Bahamas: 3.200 millones de euros. Aunque tal vez ello se deba a la necesidad de no identificar dichos saldos con ocultamientos de patrimonios en las llamadas “sociedades off shore”, o a que gran parte de este patrimonio haya sido repatriado.

Hacienda considera este nuevo sistema “muy relevante”, sobre todo porque permite comprobar cómo evoluciona el patrimonio de los españoles en el exterior. Analizar estos datos puede llevar a establecer nuevas bolsas de fraude fiscal, así como la detección de sociedades patrimoniales abiertas para eludir impuestos y, todavía más lejos, averiguar movimientos inmobiliarios para cambiar de domicilio fiscal, cambios de divisas y movimientos sospechosos de acciones.

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