Era una reivindicación de las distintas asociaciones de mujeres que, tras años de lucha, el pasado jueves, con las declaraciones de la Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género María Victoria Rosell Aguilar, han visto cumplir sus pretensiones: a partir de enero de 2022, todos los asesinatos a mujeres serán considerados feminicidios, independientemente de la existencia previa de una relación de pareja o familiar, como se exigía hasta el momento para su inclusión en los datos estadísticos .
No obstante, a pesar de estas limitaciones técnicas a la hora de su cómputo, desde el 1 de enero de 2003 1118 mujeres han sido asesinadas por violencia machista y 37 durante el presente 2021. Si bien los datos son escalofriantes, estas cifras excluyen los crímenes sexuales y de violencia vicaria que, en algunos casos, tuvieron alta repercusión y conmoción mediática como el de Sandra Palo, Marta del Castillo, Diana Queer, Laura Luelmo o Anna y Olivia.
En este sentido, la Delegada del Gobierno ha definido el concepto de feminicidio como “valorar el asesinato de las mujeres no solo por ser pareja, ex pareja o esposa de alguien sino por el hecho de ser mujeres” englobando dentro del mismo a los asesinatos de “carácter sexual, familiar, social computando otras relaciones pero siempre por motivos de género y el feminicidio vicario”
Por otro lado, la Delegada admite que este cambio de criterio se enmarca dentro de “un proceso en el que hemos dado voz a los principales actores de la lucha contra la violencia contra las mujeres y a expertas” anticipando que los detalles de las subcategorías de la nueva estadística serán informados en las próximas semanas a las unidades de violencia sobre la mujer integradas en las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno y en las direcciones insulares, las cuales, con estos nuevos parámetros, resolverán si es un crimen machista o no.
Esta medida ha sido aplaudida públicamente por la Ministra de Igualdad Irene Montero que en su cuenta de Twitter señala: “Porque lo que no se cuenta, no existe, por justicia y reparación, para avanzar en derechos”, texto acompañado del video de la comparecencia de María Victoria Rosell.
La lucha contra la lacra social del terrorismo machista hace imprescindible recordar que el 016 es una línea especialmente creada para la atención de las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia. Es un número gratuito, confidencial, y no deja rastro en la factura.
Otra vía de comunicación en caso de apoyo y asesoramiento psicológico es el WhatsApp 600 000 016.
