jueves, 25abril, 2024
22.8 C
Seville
Advertisement

Los archivos que no se oyen: la falta de respeto a ciudadanos inocentes

Anticorrupción no ha encontrado ningún topo de

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Noticias que prácticamente no se dan, que no ocupan la misma cantidad de tiempo que han venido ocupando aquéllas en las que la presunción de inocencia ha brillado por su ausencia.

Hoy se ha conocido el archivo de la investigación abierta contra Adrià Carrasco, en un principio señalado por terrorismo, sedición y desórdenes públicos. Como también quedó archivada la causa abierta contra Tamara Carrasco, que pasó confinada en su pueblo cientos de días hasta que finalmente el asunto quedó en nada. Nada. Porque no había pruebas de ningún tipo para sostener lo que los informes de la Guardia Civil señalaban.

Adri, mil días en Bélgica, exiliado, buscando protección internacional porque él sabía perfectamente que no había hecho nada por lo que pudieran acusarle de semejantes delitos. Lo sabía él y todo el que le conocía, por eso le apoyaron desde el principio, como a Tamara.

Como a Xavier Trías, a quien le señalaron por unas supuestas cuentas bancarias en Suiza. Aquello quedó también en nada, se archivó porque Anticorrupción no encontró ningún indicio ni de cuentas ni de delito ni de nada.

Tampoco se oye hablar del archivo de la causa contra Puigdemont en el Supremo para investigar su gestión de las aguas de Girona cuando era alcalde. Mucho se oyó sobre supuesta corrupción y desvío de fondos…. pero poco se escuhó después cuando la noticia fue la del archivo.

Son muchos los casos en los que esto sucede. Y cabría reflexionar y pensar qué ocurre aquí. Cuando los medios cómplices se dedican a publicar, a bombo y platillo cualquier cosa que no se ha demostrado, con la apariencia de importarles más destrozar la imagen pública de alguien, que contar la verdad.

Todos los que he nombrado aquí son independentistas. Pero también podemos repasar las causas que se han abierto contra formaciones como la de Podemos, concretamente contra sus caras más visibles. Una tras otra, archivadas. Pero de los archivos no se habla, eso ya no ocupa horas y horas de las tertulias, ni páginas y páginas de los periódicos. Se demuestra así que aquí cualquiera que pretenda acabar con la herencia franquista, se enfrenta a procesos judiciales creados de la nada, se enfrenta a la pena que imponen los medios de comunicación, y cuando se demuestra que nada era cierto, nadie repone el daño causado.

Lo sensato, de entrada, es no creer nada, tener prudencia, y mantener la máxima de que nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Lo dice el Derecho, no yo. Pero a veces hay que recordarlo. Porque se hace daño, se machaca a la gente, a sus seres queridos, se destrozan familias y vidas por la tensión que todo esto genera. Y al final, queda en nada, en nada en el sentido jurídico del tema. Porque el destrozo a estas personas es mucho.

Y esto significa sencillamente que aquí no tenemos garantías. No las hay. Porque sí, usted me podrá decir que al final, quedan libres, que se archiva y todo pasa. Pero seguro que no es difícil imaginar lo que supone para cualquier persona inocente sentirse acusada de algo que no ha hecho. Y verlo publicado a todas horas en todas partes. No es digno de un Estado de Derecho.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído