De un tiempo a esta parte, cada vez que se pretende analizar la política argentina se recurre al análisis dicotómico, de antagonismos irreductibles propios de mediados del siglo pasado, de la denominada grieta. Y a tal punto llega esta forma ver el accionar de los políticos nacionales que el único tema en el cual no hay una grieta y existe un acuerdo unánime, es precisamente en la existencia de la grieta.

Así entonces, como si fuera un revival de la política de los años cincuenta, se agrupan dos grandes sectores que pretenden hegemonizar el ejercicio del poder. Por un lado los sectores entorno al peronismo, es sus más variadas vertientes, y por el otro el antiperonismo, también en sus más variadas vertientes, que tras haber logrado articular una opción en contra de, se aboca a la construcción de una opción en favor de.

Esto se manifiesta de manera clara en la Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, tras las elecciones PASO pasadas, en donde Unidad Ciudadana fue el frente electoral en el que más ciudadanos participaron de su elección interna y los analistas coinciden en que disputará palmo a palmo con el oficialista Cambiemos, cuál será la opción más votada en las próximas elecciones de octubre. En este contexto de extrema paridad, los desequilibrios vienen dados por la obtención de los apoyos de aquellas fuerzas con menos participación, puesto que apenas un puñado puede torcer la historia. Máxime aún en la votación a Senador Nacional, en donde si bien no es una elección de suma cero estricta, se limita a dos jugadores las posibilidades de triunfo relativo. En consecuencia, partiendo que todo parece indicar que quienes ubicarán Senadores en la Cámara Alta nacional son las dos fuerzas que reunieron más votos en las PASO, tanto Unión Ciudadana como Cambiemos se han volcado a ahondar la grieta para intentar atraer tras de sí a todos aquellos votantes que participaron de la elección interna de otra fuerza en agosto pasado.

Como ambas fuerzas han compartido la estrategia, el esfuerzo de una beneficia a la otra, puesto que el ensanchamiento de la grieta es algo que ambos promueven. Sin embargo si esta estrategia surte efecto, no ganarán ambos, y todo parece indicar, dados los movimientos de los actores que la ponen en práctica, que es Cambiemos quién más provecho está sacando del llamado voto útil, la reciente entrevista que dio Cristina Fernández a Infobae, luego de mucho, mucho tiempo sin otorgar entrevistas a medios independientes es un claro ejemplo de ello.

Allí la ex Presidente se permitió reconocer cosas que durante mucho tiempo negó, y ensayó un discurso amigable en pos de convencer a aquellos ciudadanos que rehúyen a quienes hacen de la exaltación del conflicto su forma de ser. Pareciera que, como un nuevo giro de la historia aunque con otro objetivo, vuelven a hacerse presentes aquellas palabras de Almafuerte citadas por Ricardo Balbín 41 años atrás, que rezaba que ‘todos los incurables tienen cura, cinco minutos antes de la muerte’. Porque todo parece indicar que la elección de octubre será la muerte política de Cristina Fernández como opción político electoral y la campaña electoral, más que una campaña, un largo funeral del que todos conocemos el final.

Entre otras cosas Cristina Fernández pidió disculpas por no haber respetado las reglas del juego y haberse negado a entregarle los atributos presidenciales al Presidente Macri, se mostró decepcionada por el accionar de José López, aunque llamativamente afirmó que si Julio De Vido hubiera sabido debería haberle dicho ‘para advertirme del problema y del peligro’. Paradójica explicación, puesto que De Vido si conocía la comisión de un delito no debiera haberle contado para advertir de un problema y un peligro, sino presentado ante la Justicia porque es responsabilidad suya como funcionario público.

También afirmó que no instruyó al canciller Timerman para que se reuniera con su homónimo iraní, pero sin embargo cuando tomó conocimiento de la reunión, la ocultó, en lugar de exponerla públicamente y hacerse responsable de sus actos de gobierno… o ¿alguien cree que un canciller argentino podía reunirse en Siria con el canciller iraní sin conocimiento de la Presidente de la República?

Y ahora reconoce la existencia de inflación durante su gobierno, aunque se escuda en que ahora hay más… o sea, nosotros somos malos, pero ellos son peores, y desconoce que su ministro Aníbal Fernández dijo que en Argentina había menos pobres que en Alemania, con lo que demuestra que vivía en otro país… o en otro mundo.

Y hasta dice que el tono del que se jactaba en las cadenas nacionales no era apropiado, o niega que había denuncias contra Milani cuando decidió nombrarlo Jefe del Ejército, es decir, intenta mostrar una piel de cordero aunque de vez en cuando se le viera debajo el pelaje de loba.

Y como corolario, tras la entrevista, publicó una Carta Abierta en la cual convoca a quienes han votado una opción diferente a Cambiemos en las PASO a que repitan la lógica de voto en octubre… pero ahora apoyándola a ella. Los invita a caminar juntos… detrás de ella.

Es decir, apela una y otra vez al ensanchamiento de la grieta creyendo que quienes pueden despeñarse en el hueco de la ‘ancha avenida del medio’ se unirán a su propuesta sólo para no caer o evitar quedar parado al otro lado.

Y mientras tanto, al otro lado de la grieta, sólo se dedican a observar y dejar hacer, puesto que parafraseando al canciller Dante Caputo durante su debate televisivo con Vicente Leónidas Saadi respecto a la cuestión del Canal de Beagle, ‘no hay mejor defensa para la posición del oficialismo que el accionar de la oposición’.

 

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