La ministra de Empleo y Seguridad Social compareció el pasado viernes en la Comisión del Pacto de Toledo en el Congreso de los Diputados para defender la efectividad de las medidas adoptadas por el Gobierno en referencia a las pensiones. Fue un nuevo ejemplo de cómo convertir la verdad de las cifras en un eufemismo.

Fátima Báñez defendió la gestión que el Partido Popular ha hecho de las pensiones a través de cifras absolutas para dar la impresión de que se están haciendo las cosas bien y que las medidas adoptadas por el Gobierno están dando frutos positivos. Nada más lejos de la realidad. El problema de esta ministra y de este Ejecutivo es que siempre se quedan en las cifras absolutas y no hacen públicos los matices, esos detalles que son los que configuran la vida de los pensionistas.

En primer lugar, Báñez defendió la subida del 0,25% de las pensiones de jubilación para 2017, el mínimo legal, porque es una herramienta que ofrece un análisis “predecible y fiable”, además de que es el modo de garantizar el poder adquisitivo de los pensionistas, es decir, que para la ministra éste queda garantizado con una subida media de 2 euros mensuales. Por otro lado, Báñez defendió que durante la crisis y gracias a las medidas tomadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy los pensionistas no habían perdido poder adquisitivo sino todo lo contrario y volvió a dar una cifra absoluta: gracias al índice de revalorización del 0,25% aprobado por el Gobierno en 2013 los jubilados habían ganado 1.905 millones de euros de poder adquisitivo.

Sin embargo, la realidad es muy otra, ya que por mucho que Báñez afirme que el IPC es “sólo un parte del modelo” para la revalorización de las pensiones, se “olvidó” de hacer referencia a que el IPC de 2016 cerró en 1,6% mientras que las pensiones sólo se han revalorizado en 0,25%, es decir, una pérdida de 1,35%.

el IPC de 2016 cerró en 1,6% mientras que las pensiones sólo se han revalorizado en 0,25%

Por otro lado, Fátima Báñez defendió que el modelo de revalorización ha permitido una reducción de los índices de pobreza entre los pensionistas porque está garantizado que los jubilados siempre tengan unas pensiones que suben cada año. Además, afirmó que los actuales índices de revalorización permiten controlar el déficit del Sistema de Pensiones que en 2016 fue de 18.000 millones de euros, es decir, un 1,7% del PIB español.

Todo son cifras absolutas, pero hay otras cifras oficiales que demuestran que Fátima Báñez no dijo toda la verdad, sólo la que le interesaba. Respecto a los niveles de pobreza, más de la mitad de las personas que cobran una pensión en España se encuentran por debajo del umbral de la pobreza. En concreto 4,9 millones, un número que es dos veces superior a quienes tienen una pensión por encima de los 1.000 euros mensuales.

Respecto al poder adquisitivo es cierto en los últimos años la revalorización del 0,25% (2 euros mensuales) ya que el IPC fue negativo por la bajada del petróleo y de algunas materias primas, pero la realidad es que los productos básicos sí que incrementaron sus precios, los productos a los que tienen que acudir los pensionistas para poder sobrevivir y seguir siendo el sostén de las economías familiares.

Finalmente, el déficit de la Seguridad Social es una consecuencia de las políticas de empleo del Partido Popular. La precariedad del mercado de trabajo tanto a nivel salarial como de condiciones de trabajo está provocando que los ingresos del Sistema sea siempre inferior respecto a lo que es necesario para garantizar las pensiones. De eso tampoco habló Báñez porque demostraría que su gestión y la de su Gobierno está centrada en las cifras absolutas y no en mejorar la vida de las personas.

1 COMENTARIO

  1. La ministra miente como miente todo el gobierno ahora bien el problema lo tendran quien se crean sus patrañas y esperen soluciones caidas del cielo, lo que no sirve para nada es no hacer nada .

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