Le estaban poniendo todos buena voluntad, la mejor voluntad posible, los de Honda, los de McLaren, los japos, los espectadores de todo el mundo…
¡Y otra vez, queridos niños y niñas amantes del Gran Circo de la F1!
Sí, otra vez a Fernando Alonso le toca cambiar motor, aunque el anterior estaba nuevecito, apenas había corrido una carrera y comenzado otra. Cambiar motor y treinta y cinco penalizaciones (que esa es otra, pero ya está archicomentado y no merece la pena).
Pero quizá lo más increíble de la noticia es que Yasuke Hasegawa, el hombre que firma el gran desastre de la firma japonesa, dice que era sólo un componente, pero era demasiado trabajo arreglarlo y mejor cambiar el motor entero. «Estamos haciendo el panoli, el ridi más absoluto», ha dicho. Pobre hombre, esperemos que no acabe haciéndose el harakiri.
Los seguidores de Fernando Alonso al menos tienen el consuelo de ver como ha quedado en calificación antes que su compañero, había un cierto miedo.
Alonso vs Vandoorne: guardia alta.
Por lo demás Vettel, y también Ferrari, ha tenido que tragar «quina santa catalina que es medicina y es golosina«, porque Hamilton y Mercedes han hecho una demostración de poderío humillante en la clasificación del Gran Premio de Japón; cuatro décimas de diferencia.
Nos gusta que Ricciardo haya sido capaz ganar a Max Verstappen.
Nos encanta que Carlos Sainz vaya a correr ya con Renault en el Gran Premio de Estados Unidos.
Nos estimula que Esteban Ocon, la gran revelación del año, salga desde el quinto puesto.
Nos entristece lo flojo que está Kimi Raikkonen. Sebastian Vettel poco tiene que hacer con ese escudero, que fue campeón del mundo, y que ahora ya no vale ni como Sancho Panza, según parece.
Pero volviendo a Honda, se comenta por los mentideros del Gran Circo que los mismos japoneses han reconocido que ni ellos mismos logran entender su motor. Y aunque suene poco japonés creemos que cuadra perfectamente esa expresión extremeña para definir lo que ha sucedido y está sucediendo con el motor de Honda:
que es para ponerse a mear y no echar ni gota.
(frase que, por otra parte y dándole una segunda pensada, suena basta a comic manga).
Otro burbon, por favor.
