Junqueras exige y Puigdemont ejecuta. ERC quiere asegurar ‘pureza de sangre’ de cara al referéndum del 1 de octubre. No quiere sorpresas de última hora. Exige compromisos firmes e inquebrantables.

Donde hay patrón, no manda marinero. Así que Puigdemont ejecuta. Llama uno a uno a sus consejeros y les hace firmar un pacto de sangre. Sabe que a muchos les tiemblan las piernas porque podrían asumir responsabilidad patrimonial. Cobardes fuera.

Y así, este viernes salen del gobierno catalán su portavoz, Neus Munté, el consejero de Interior, Jordi Jané, y la consejera de Educación, Meritxell Ruiz. Puigdemont -o Junqueras a través de Puigdemont- exigen lealtad inquebrantable. Voilá. La cabeza en bandeja de plata.

Junqueras sabe que el referéndum es ilegal, pero juega al volumen. Sabe que las leyes están pensadas para ser cumplidas y que las sanciones se prevén para los casos excepcionales de incumplimiento. Si uno roba va a la cárcel. Pero si son 100.000 los que roban, Houston, tenemos un problema.

Lamentablemente, este ‘pequeño detalle’ no se estudia en los libros de preparación a la Abogacía del Estado. Tampoco en los de Registro de la Propiedad. Es duda que el gobierno de la nación tenga un plan B. En todo caso, la simple amenaza ya ha provocado tensión interna y crisis de gobierno. ¿Avanzamos?

Sí. Avanzamos irremediablemente hacia un choque de trenes, ese que Madrid lleva décadas tratando de evitar ralentizando la velocidad de la máquina y construyendo vías alternativas tan costosas como inútiles.

¿Cómo se afronta un choque de trenes? Nunca desde la Abogacía del Estado, diseñada para gestionar la normalidad. La anormalidad antidemocrática exige firmeza. Porque la autoridad que no se ejerce, se desprestigia. Cuando Batasuna fue ilegalizada no pasó nada a pesar de los augurios de los falsos profetas leguleyos que advertían del riesgo de ser acusados de regresión antidemocrática.

Firmeza significa hacer caer todo el peso de la ley y toda la firmeza del Estado sobre el que se aparte un milímetro del derecho. Y cuanto antes mejor. Porque castigado uno, enseñados todos. Si el Estado muestra su firmeza desde ya, se ahorrará gran parte del volumen del problema del 1 de octubre.

El tancredismo no soluciona nada. Aparenta evitar el conflicto, pero sólo prologa irremediablemente el choque mortal. ¿Lo habrá entendido de una vez ese presidente que dice vestirse por los pies?


 

El anzuelo del pescador

¡Viva la Guardia Civil! Curioso que sea la Guardia Civil y no los mossos d´esquadra los que investiguen el Teatro Nacional donde los separatistas lanzaron su discurso secesionista

Santander no compensa, fideliza. El Santander ofrecerá bonos compensatorios a aquellos minoritarios que acudieron a la última ampliación del Popular y además sean clientes y sigan siéndolo con un nivel de actividad equiparable. O sea, no compensa, sino que trata de fidelizar. Pero asume implícitamente su responsabilidad para aquellos casos a los que no deja otra salida que la reclamación judicial.

Zapata se va. Pero no a su casa, sino de Podemos. No quiere obedecer a la orden del partido de abonar parte de su sueldo. No es el único díscolo: en total son 7 los conejales madrileños que se niegan a ‘donar’ parte de sus emolumentos. Al mismo tiempo, Maestre presumiendo de los donativos internos cual violinista de Titanic…

Pablemos si-no. Pablo Iglesias siempre defendió que Podemos no participaría en ningún gobierno porque su vocación era gobernar. Por eso no facilitó la investidura de Sánchez en febrero de 2016 y rompió con Errejón. Ahora está feliz de entrar en el gobierno de Castilla la Mancha con Page. ¿Coherencia?

Unidad educativa. Cinco CCAA, cinco, permiten pasar de curso con asignaturas pendientes. Han suspendido los exámenes de septiembre. Los profesores, encantados; la consejería, feliz, puede prescindir de ellos hasta octubre; los niños, como locos. Todos ganan, pero todos pierden. La exigencia es garantía de competitividad

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