No es ningún secreto que las trabas burocráticas impuestas por la Administración son uno de los principales escollos a los que se enfrentan los empresarios y emprendedores españoles.
Con el objetivo de reducir las exigencias burocráticas, simplificar el proceso de creación de una sociedad mercantil y favorecer el crecimiento empresarial, desde el 19 de octubre de 2022 está vigente en España la Ley 18/2022, más conocida como Ley Crea y Crece.
Revisemos cuáles son los mecanismos que articula esta ley para favorecer el cumplimiento de los objetivos propuestos en su preámbulo:
Se agiliza el procedimiento de creación de las S. L.
Todos los trámites y gestiones se simplifican, pudiéndose efectuar electrónicamente mediante el CIRCE (Centro de Información y Red de Creación de Empresas) y los distintos PAE (Puntos de Atención al Emprendedor).
Además, cualquier notario o intermediario que intervenga en la creación de una sociedad limitada está obligado por ley a informar a los interesados de la existencia de los PAE y de CIRCE.
El capital social mínimo exigido para constituir una S. L. se rebaja a 1 €
El capital social inicial para constituir una SL se rebaja a solo 1 euro, frente a los 3000 euros que eran necesarios hasta la publicación de la Ley Crea y Crece.
Eso sí, la nueva empresa tendrá que destinar a reserva legal el 20 % de sus beneficios hasta que esa reserva sea de 3000 euros.
Quienes presten servicios o vendan mercaderías a esas nuevas sociedades limitadas, dispondrán de una protección especial por parte de la Administración para asegurar sus cobros, hasta el momento en que el capital social de la nueva firma alcance los 3000 euros.
Potenciación de las vías de financiación alternativas
Otro de los principales problemas de los emprendedores españoles es la dificultad para acceder al tradicional préstamo bancario, debido al progresivo endurecimiento de las exigencias de solvencia por parte de las entidades financieras.
Al objeto de paliar ese problema, en la nueva ley también se habilitan diversos mecanismos para impulsar el acceso de los emprendedores a las fórmulas alternativas de financiación, como puedan ser los fondos de capital riesgo, los FIC (fondos de inversión colectiva) y el crowdfunding.
Reducir la morosidad empresarial es otro objetivo prioritario de la Ley Crea y Crece
A tal objeto, se crea el Observatorio Estatal de la Morosidad Privada, un organismo cuya finalidad es impedir que las malas prácticas y los incumplimientos de las obligaciones de pago puedan afectar al crecimiento de las empresas que prestan sus servicios o comercializan sus productos a crédito.
Una de las medidas será la publicación de la relación de aquellas empresas que acumulen impagados de más de 600 000 euros, incluidos aquellos pagos que se han efectuado fuera de plazo.
Igualmente, figurarán en el listado las firmas que no hayan abonado en plazo al menos el 90 % de sus facturas.
Facturación electrónica obligatoria
Finalmente, en el articulado de la Ley Crea y Crece se establece el objetivo de que todos los autónomos y empresas utilicen la factura electrónica a partir de 2025.
Aunque esta medida no es en sí misma un impulso para la creación de empresas ni para el desarrollo empresarial, se espera que contribuya a disminuir notablemente el fraude fiscal, algo que redundará en que las empresas cumplidoras vean rebajada, en un futuro, la carga impositiva que soportan.
