Llevamos dentro de nosotros la figura de un héroe y también la de un villano, estos personajes los hemos ido construyendo desde la infancia y adquieren su máximo esplendor al final de  la adolescencia. Aunque inconscientemente siempre mantengamos la tendencia a mitificar y demonizar, esta inclinación decrece según vamos cumpliendo años.

La simbología siempre está presente en todos los ámbitos de nuestra vida, en la política (la cruz gamada, la hoz y el martillo…), en la religión (la cruz, la medialuna, om…), en el género (masculino, femenino), en la economía (logotipos de bancos, €, $…), en la industria… Ha estado siempre, desde el inicio de los tiempos (tótems, indalo…) y parece que va a continuar por mucho tiempo.

Las nuevas tecnologías, las nuevas marcas saben que para triunfar deben de estar muy asociadas a sus símbolos (HP, Apple…), para poder llegar mejor al subconsciente y quedarse en la memoria de los clientes.

El mundo de los sueños, y por ende el del subconsciente, se expresa con símbolos y por eso nos es difícil entenderlos. Pero si vamos a la raíz del sueño, entonces podremos analizar el lenguaje onírico y por tanto interpretarlo. Si buscamos al héroe o al villano dentro de nosotros, también encontraremos mucha información de los personajes que aparecen cuando dormimos.

Hace uno meses recibí este sueño que tuvo  un hombre de unos cuarenta años cuando tenía dieciocho, que ahora recordaba al conocer el fallecimiento de Leonard Cohen y siempre se preguntó que significaba.

Estoy dentro de una especie de chiringuito de playa. Lo sé porque el techo es como de paja. Estoy con Leonard Cohen. Lleva puesta una camisa hawaiana (de esas de mangas cortas con estampado de palmeras). Él está jugando al billar. Sin mirarme, mientras juega, me dice: «Luis, no sabes nada de las mujeres».

El final de la adolescencia es quizás uno de los momentos donde las ideologías y sus símbolos son más importantes, para ratificar nuestro status. Cuando nuestros héroes, nuestros líderes, toman más relevancia, cuando nuestros villanos son más despreciables.

El personaje central de este sueño, el héroe del muchacho, es Leonard Cohen, gran poeta y mejor músico, que ya entonces era un hombre maduro y con autoridad sobre cualquier tema. No hay villano, pero si hay miedo, inseguridad, y desconocimiento: de la naturaleza de las mujeres.

La simbología onírica denota relajación, chiringuito de paja en la playa, camisa hawaiana con palmeras, jugando al billar y por tanto sin barreras por parte del soñante para recibir cualquier información de su héroe interior y de su inexperiencia.

El mensaje onírico es definitivo teniendo este héroe dispuesto a ayudar a resolver el problema e interpretar los símbolos:

El soñante no estaba preparado, no estaba maduro para tener relaciones adultas con las mujeres (Luis no sabes nada de las mujeres) y hasta que no las conociese mejor iba a tener que seguir auto satisfaciéndose, tocando bolas con el palo entre las manos (jugando solo, al billar).

No sé si las relaciones que ha tenido el soñante a lo largo de su vida con las mujeres han sido satisfactorias, espero y deseo que sí,  pero seguro que en algún rincón de su mente hizo un hueco a un buen compañero de viaje.

Gracias, Leonard Cohen, pues hasta en sueños nos has ayudado a hacer nuestra existencia más verdadera y más placentera.

Buenas noches.

Felices sueños y Feliz Navidad.

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