Amigos ecuatorianos, no se dejen engañar por las voces de sirenas,  promesas vanas. Es preciso valorar las realidades de los últimos años en los que Ecuador ha hecho un “salto mortal” a la perfección: Escuelas, Sanidad, Chico/as de la calle, ayudas familiares, Centros de Inteligencia-Universidades. Quienes se exiliaron para buscar trabajo han regresado. Ahora son los de otros países que van a Ecuador en pos de lo que el suyo no les ofrece, también de España, de Catalunya.

En unas declaraciones  Lenin Moreno decía unas palabras  que me parecen oportunas en los momentos que vivimos. Donde medran los poderosos, los que saben engañar a los humildes prometiendo lo que nunca darán, cual hicieron siempre. 

“Hace 10 años encontramos un país devastado, las instituciones servían a las élites y no a todos los ecuatorianos. Se repartían el poder, la justicia, aduanas, el SRI, las telefónicas, las empresas eléctricas. El hombre del maletín pululaba por todos los Congresos del Ecuador. Nosotros llegamos a poner orden en este país.

Que los corruptos de ayer y los corruptos de ahora de este gobierno, no regresen después bendecidos por el paso del tiempo a presentarse como prohombres de la moral y la justicia como prohombres de la legalidad y a actuar y a pontificar acerca de lo que hay que hacer con respecto a la justicia, la economía y la política del país.”

Lenin ha dado ya muestras de su buen hacer junto a Rafael Correa. Han cambiado la faz de Ecuador: sus calles, escuelas, niños de la calle, mujeres. No son promesas, son realidades palpables, para quienes conocemos aquel vasto y hermoso país andino, el que yo tuve la suerte de conocer de la mano del gran pintor de Iberoamérica Oswaldo Guayasamin. El que pintó la tragedia, la pobreza, la iniquidad de quienes de nuevo quieren ser dueños de vidas y bienes. NO lo permitan amigos ecuatorianos.

Recuerdo como eran las calles y plazas la primera vez que conocí Quito. Como son ahora. Guayasamin me decía que no quería pasear por la ciudad donde tanta miseria le aturdía, miseria que vivió en su propia carne, cuando de niño, ayudaba en una tiendita que tenía su mamá. Siempre me emociona la frase que repetía siempre y que también yo me impongo cuando algo no funciona.

Seguro estaría furioso con la presencia de determinados aspirantes a Presidentes. Les pintaría para colgar junto a sus grotescos personajes, los muchos que la Historia nos ha deparado.

NO les permitan su acceso al poder.

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