«La luna está gorda como una enamorada»
Laura sigue delgada, como una poeta o como una actriz, pues es ambas cosas. Laura de la Fuente, especialista en naufragios personales de los que siempre sale fortalecida.
«La niña dice el aire está tranquilo»
La conocí en un teatro, en el Apolo de Tirso de Molina Mad Madrid City. No actuaba. Sí actuaba. No en el escenario. Sí en el mascarón de proa: estaba en la taquilla vendiendo las entradas y seduciendo al mundo entero. Nos hicimos amigos.
«Ella te reconoció por tus manos.
Por tus ojos de copla y sus matices,
en busca de los versos que le dices
se hunde o se levanta y no es en vano»
En la Plaza de la Paja, o alguna otra cercana, había una productora de televisión, Farenheit, y sorprendentemente yo era uno de los realizadores de aquellos maravillosos videoclips sobre libros. La contraté varias veces como actriz. A Laura. Laura de la Fuente. Estaba perfecta en el cóctel del Libro del Desasosiego de Pessoa mezclado con música de los Cure y unas gotitas de angostura.
«Cuando no estás queda este gong sin bronce»
Se fue de Mad Madrid, se casó o similares (no recuerdo con exactitud), tuvo descendencia, la perdí la pista. Un día apareció de nuevo. Como un eco que sonaba cercano: el tiempo no pasa sobre los buenos recuerdos. Seguía siendo actriz, venía a la City de vez en cuando. Iba a publicar un libro de versos: Cuadernos para naufragos. Le pedí que me lo mandase cuando estuviera listo. Prometió hacerlo. Ha cumplido. El libro me ha llegado hoy. Llevo todo el día leyendo, atrás y adelante. Naufragando y sobreviviendo.
«El cosmos cabe en una sola gota de mi memoria»
Este es un libro que no se encuentra en las librerías, ni siquiera en Amazon. Quien quiera conseguirlo que piense y bucee, que se busque la vida. Si encuentra a Laura seguro que entre ambos hallan un medio para que uno de los bonitos ejemplares de CUADERNOS PARA NAUFRAGOS viaje hasta -absolutamente- cualquier sitio.
(Artículo dictado por Javier Puebla, y mecanografiado por el escritor Ángel Arteaga Balaguer).
