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Las reservas médicas de Estados Unidos se están agotando

En algunos aspectos el déficit de material médico llega a alcanzar el 70% de lo que los profesionales sanitarios precisan

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análisis

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Dieciocho meses después de que el Covid19 asolara Estados Unidos, los suministros de productos médicos críticos en la Reserva Nacional Estratégica están muy por debajo de los objetivos federales.

Tanto la Administración de Donald Trump como la de Joe Biden han acumulado reservas de manera significativa durante el último año. Hay más de 35 veces más mascarillas FFP2 o N95 y 10 veces más de respiradores. Sin embargo, los sistemas sanitarios público y privado siguen denunciando que faltan cientos de millones, o más, de máscaras quirúrgicas, guantes y batas.

Los datos públicos del Departamento de Salud muestran que los objetivos de las reservas incluyen 265 millones de batas, 400 millones de mascarillas quirúrgicas y 4.500 millones de guantes. En cambio, el inventario actual incluye solo 17,5 millones de batas, 273 millones de mascarillas quirúrgicas y 525 millones de guantes.

Al mismo tiempo, la Administración de Biden está luchando por cumplir con sus compromisos con otros países de proporcionar suministros para combatir el virus, incluido oxígeno para los pacientes más enfermos. 

Estados Unidos solo ha podido satisfacer una fracción de las solicitudes que ha recibido. Recientemente envió 1.500 bombonas de oxígeno y otros componentes a India y otras 1.000 a Nepal, país que había solicitado originalmente cerca de 20.000 bombonas.

EE.UU. no está preparado para conseguir el material médico necesario

La lucha por conseguir suministros médicos que salvan vidas subraya hasta qué punto Estados Unidos no está preparado para otro aumento de las infecciones por Covid19. También subraya las dificultades que enfrentan la administración de Biden, los gobiernos y los proveedores de atención médica en todo el mundo, para satisfacer la demanda de productos médicos clave en el segundo año de la pandemia, en medio de la propagación de la variante Delta.

Los funcionarios del Departamento de Salud tienen claro que, sin una revolución tecnológica, Estados Unidos no está preparado para otra pandemia. En este momento, el sistema no puede moverse tan rápido como lo hace el virus.

No se envían solicitudes de ayuda

La razón más importante por la que Estados Unidos no ha cumplido sus objetivos de almacenamiento de artículos como guantes es porque el recuento de casos de Covid19 se ha reducido drásticamente y los hospitales, los funcionarios de salud pública y otros servicios de salud y los proveedores no están enviando solicitudes de ayuda. 

Sin embargo, esta reserva está diseñada para ayudar al país a prepararse para emergencias impredecibles, y el gobierno, que establece los objetivos de inventario, no los ha reducido ante el debilitamiento de la demanda.

La lucha por obtener suministros médicos ante una emergencia de salud generalizada ha provocado negociaciones en el Capitolio sobre nuevas formas de financiar y organizar mejor las reservas federales.

El congresista demócrata Brad Schneider y el republicano David McKinley presentaron un proyecto de ley en febrero que tiene como objetivo abordar la escasez de equipos de protección personal y kits de prueba. A principios de junio, el senador republicano Bill Cassidy, la senadora demócrata Maggie Hassan y la congresista Elissa Slotkin presentaron una legislación con el objetivo de reducir la dependencia de materiales extranjeros y promover fabricación de insumos médicos.

La Reserva

La Administración Clinton creó en 1999 la Reserva Nacional de Productos Farmacéuticos para contrarrestar las posibles amenazas biológicas, de enfermedades y químicas para las poblaciones civiles. George W. Bush le cambió el nombre a la Reserva Nacional Estratégica en 2003 y se le asignó su gestión al Departamento de Defensa junto con el Departamento de Salud. 

La reserva se diseñó como un recurso provisional que permitiría al gobierno federal aumentar los suministros a áreas específicas que experimentan desastres o amenazas, complementando los esfuerzos de adquisiciones locales. No estaba destinado a ser la única fuente para que las instituciones públicas y privadas obtuvieran suministros médicos en situaciones de emergencia.

Se supone que los hospitales, los departamentos de salud pública y otras instalaciones de atención médica deben mantener sus propias existencias de máscaras, batas, medicamentos y ventiladores. 

El Covid19 destrozó el sistema

Sin embargo, durante los primeros meses de la pandemia de Covid19 en 2020, se quedaron sin esos suministros básicos. La abrumadora cantidad de pacientes de coronavirus obligó a las instituciones públicas y privadas a buscar equipos de protección personal y terapéuticos en el mercado abierto.

El gobierno federal activó la reserva para ayudar a llenar los vacíos de los estados en suministros y materiales médicos de Covid19. Pero no tenía suficientes suministros para satisfacer la fuerte demanda, y los funcionarios federales se tuvieron que enfrentar a obstáculos para obtener rápidamente más materiales en el mercado abierto. 

No había suficientes mascarillas, batas, ventiladores y medicamentos para todos. Las empresas que fabricaban batas y máscaras N95 no tenían la capacidad de fabricación para producir rápidamente la cantidad de producto necesaria.

 Un año y medio después de la pandemia, Estados Unidos no tiene capacidad para incrementar rápidamente la producción de medicamentos y suministros médicos necesarios para ayudar a complementar las reservas estratégicas nacionales. Se supone que esos estándares minimizan el inventario y maximizan la eficiencia, pero luchan por tener en cuenta los cambios en la demanda.

El gobierno federal está comenzando a trabajar con el sector privado para garantizar que los fabricantes tengan la capacidad de incrementar la producción rápidamente durante los brotes de enfermedades a gran escala.

La Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA, por sus siglas en inglés) está trabajando con el Departamento de Salud, para encontrar empresas dispuestas a modificar sus modelos de fabricación estándar para aumentar la producción de productos terapéuticos y otros suministros médicos para prepararse mejor para la próxima pandemia. Pero expandir la capacidad de fabricación en los Estados Unidos no es fácil. Se necesitarán años para construir instalaciones, líneas de fabricación y contratar personal para supervisar la producción,.

El beneficio de la vacunación y la amenaza Delta

Debido a que el 57% de los estadounidenses adultos están completamente vacunados y las tasas de casos de Covid19 han disminuido drásticamente en los últimos meses, el gobierno de Biden cree que actualmente tiene suficientes suministros en la Reserva Nacional Estratégica para manejar las solicitudes de pequeños estados y para manejar un aumento moderado en los casos debido a la variante Delta. Sin embargo, si se produce otro aumento a nivel nacional, la reserva solo podrá complementar los suministros estatales.

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