Las ya famosas puertas giratorias, esas que se abren para los políticos que entran un día en la vida pública por la puerta principal, la abandonan por la trasera y de nuevo entran con fanfarrias con cargos directivos asignados en grandes multinacionales privadas o en otros puestos destacados de la Administración pública, vuelven siempre al primer plano de la actualidad en paralelo a los comienzos de una nueva legislatura, cuando estas personas ya saben que no han sido seleccionadas para ocupar un puesto político de relevancia pública.

Es el caso de la socialista Trinidad Jiménez o de la popular Andrea Fabra, pero también del exalcalde de Sevilla y también socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, que dirigirá a los inspectores sanitarios de toda la comunidad andaluza. Cabe decir en este último caso, que el exregidor sevillano es funcionario de carrera y como tal ha ingresado en este puesto de relevancia de la Administración que dirige la también socialista Susana Díaz, aunque nombrado por libre designación. Lo curioso del asunto es que Monteseirín sustituye en este importante puesto a Juan de Dios Villar Doncel, cesado hace solo unos días sin que hayan trascendido los motivos.

Andrea Fabra se hizo famosa por su sonoro “que se jodan” casio gritado en el Congreso de los Diputados cuando Rajoy sacó adelante el mayor proyecto de recortes sociales de este país. Es esposa del exconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Juan José Güemes e hija del expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra, actualmente en prisión por “repetidos delitos fiscales en cantidad de notoria gravedad”. Ahora, Andrea Fabra solicita su reingreso en Telefónica, compañía para la que trabajó durante siete años hasta 2007, cuando ocupó el cargo de senadora y posteriormente el de diputada en el Congreso hasta las pasadas elecciones generales. Incluso se asegura que la exdiputada popular ya ocupa un despacho en la sede de la compañía de telecomunicaciones. Fabra vive en la lujosa urbanización de La Finca con vecinos como Alejandro Sanz o el futbolista Cristiano Ronaldo, entre otros.

La socialista Trinidad Jiménez también sale por la puerta de atrás del Congreso de los Diputados después de su misión como ministra de Rodríguez Zapatero y ya tiene abiertas las de Telefónica a la espera de concretarse el tipo de contrato y de cargo que ocupará a partir de ahora. De momento, el líder socialista y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avalado la operación de su compañera de partido y niega la mayor, que sea un caso de puertas giratorias. Ingresará en Telefónica, según Sánchez, “como una trabajadora” y por supuesto “en ningún consejo de administración ni nada que tenga que ver con eso”. Lo más probable es que Jiménez ocupe un puesto ejecutivo y no asesor.

Otra socialista, la también exministra Cristina Garmendia, que ocupó la cartera de Ciencia e Innovación con Rodríguez Zapatero es probable que se incorpore al consejo de administración de la compañía. Y Elena Salgado, quien fuera ministra de Sanidad y de Economía y Hacienda también con Zapatero, tiene prevista su inminente incorporación al consejo de administración de Nueva Pescanova, según publica un diario gallego. El caso de Salgado es paradigmatico, ya que en 2011, sólo unos meses de abandonar el Gobierno se incorporó a la filial chilena de Endesa.

El caso de Sánchez Monteseirín es diferente pero también revela la importancia de haber ostentado un cargo político de relevancia como es la Alcaldía de Sevilla. Tras abandonar la política en 2011 cuando cesó como regidor municipal, Monteseirín pasó entonces a trabajar como investigador principal en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, dentro de la subdirección general de programas internacionales. A partir de ahora ostentará la máxima categoría funcionarial como responsable de los inspectores médicos de toda Andalucía.

El nuevo cargo público de Monteseirín no es político, ya que será técnico, como funcionario de carrera que es, y ha debido reunir una serie de condiciones y requisitos. El exalcalde de Sevilla aprobó un concurso de méritos para acceder a este puesto con sede en Sevilla.

1 COMENTARIO

  1. El problema de España somos los españoles. Permisivos para con nosotros y con falta de diálogo con los contrarios. Con dos axiomas: la democracia soy yo. Y yo nunca me contradigo. Pues muy bien.

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