UNICEF.

El informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos muestran una vez más las miserias de fuera de nuestros límites, de esos lugares de los que casi nunca llegan noticias, y no llegan quizás porque no interesa que las conozcamos, que sepamos la realidad que los asiste y atormenta. Según dicho informe, 2000 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua, así como 4500 millones no tienen saneamiento ni higiene en sus hogares, pero eso no parece molestar ni proponer o provocar acciones para que los diferentes países intervengan en un intento de hallar resoluciones posibles. No interesan a esos países y a sus gobiernos que, una y otra vez, sí intervienen con las excusas más frívolas y rebuscadas en conflictos o supuestos atentados a los valores y los derechos humanos en otros lugares. Y no interesan porque en ellos no tienen intereses económicos que defender o de los que lucrarse, sino la expectativa y la perspectiva de gastos y disminución de su capital y de su mano de obra. No interesa porque en el tablero del sistema, el juego del capitalismo deshecha todo aspecto o paisaje social o humano que no provea o repercute algún beneficio económico. No interesa en cuanto y tanto no exista una explotación directa o indirecta, bien de materias primas o bien de seres humanos. No interesa, en caso alguno, toda humanidad.

Tanto el agua potable como el saneamiento y la higiene son aspectos primordiales y necesarios para procurar ciudadanos saludables y comunidades con un mínimo de rigor humano, y sin embargo, y aunque en todo momento esa es una premisa y una pauta con la que los representantes de muchos gobiernos nos bombardean delante de las cámaras y en sus constantes reuniones cuando en ello se trata el tema del día, casi 400.000 niños menores de cinco años mueren de diarrea cada año, y de idéntica manera, la transmisión de enfermedades como la cólera, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea, y otras tantas, siguen siendo protagonistas y dando muestras de que en el tablero del sistema, los peones solo son títeres en el juego de un capitalismo que deshecha todo aspecto o paisaje social o humano que no genere algún beneficio económico.

El informe de la OMS seguirá siendo una noticia periódica que no interesa resolver.  Volverá a pronunciarse nuevamente con los mismos datos, con idénticos aspectos sin solventar.

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Escritor. En el 2003 publica el entrevero literario “El dilema de la vida insinúa una alarma infinita”, donde excomulga la muerte a través de relatos cortos y poemas, todas las muertes, la muerte del instante, la del cuerpo y la de la mente. Dos años más tarde, en 2005, sale a la luz su primera novela, “El albur de los átomos”. En ella arrastra al lector a un mundo irracional de casualidades y coincidencias a través de sus personajes, donde la duda increpa y aturde sobre si en verdad somos dueños de los instantes de nuestra vida, o los acontecimientos poco a poco van mudando nuestro lugar hasta procurarnos otro. En 2011 publica su segunda novela, “Historia de una fotografía”, donde viaja al interior del ser humano, se sumerge y explora los espacios físicos y morales a lo largo de un relato dividido en tres bloques. El hombre es el enemigo del propio hombre, y la vida la única posibilidad, todo se articula en base a esta idea. A partir de estas fechas comienza a colaborar con artículos de opinión en diferentes periódicos y revistas, en algunos casos de manera esporádica y en otros de forma periódica. “Vieja melodía del mundo”, es su tercera novela, publicada en 2013, y traza a través de la hecatombe de sucesos que van originándose en los miembros de una familia a lo largo de mediados y finales del siglo XX, la ruindad del ser humano. La envidia y los celos son una discapacidad intelectual de nuestra especie, indica el autor en una entrevista concedida a Onda Radio Madrid. “La ciudad de Aletheia” es su nuevo proyecto literario, en el cual ha trabajado en los últimos cuatro años. Una novela que reflexiona sobre la actualidad social, sobre la condición humana y sobre el actual asentamiento de la especie humana: la ciudad. Todo ello narrado a través de la realidad que atropella a los personajes.

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