Las mareas blancas enviaron a Susana Díaz a la UCI política, Moreno Bonilla tampoco quiere verlas venir

Las protestas ciudadanas por una sanidad pública de calidad marcaron el principio del fin de Susana Díaz al frente de la Junta y el descontento actual lanza una seria advertencia el ejecutivo andaluz de PP y Cs por el caos de la atención primaria

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El presidente andaluz, durante la inauguración de un centro de salud en Huelva este verano.
El presidente andaluz, durante la inauguración de un centro de salud en Huelva este verano.

El descontento ciudadano en Andalucía por la marcha de la sanidad pública provocó durante el anterior Gobierno socialista de Susana Díaz numerosas manifestaciones en defensa del sistema público de salud,  capitaneadas por el mediático y polémico médico de urgencias granadino Jesús Candel, conocido como Spiriman. Aquellas movilizaciones masivas que se iniciaron hace un lustro obligaron al ejecutivo de Díaz a dar una completa marcha atrás a su proyecto estrella de reordenación hospitalaria. Ahora, el personal sanitario vuelve a avisar al Gobierno andaluz bipartito presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla y su ejecutivo parece no darse cuenta de las contundentes advertencias que le lanza el sector a modo de aviso premonitorio.

“Ahora mismo hay suficientes profesionales sanitarios”, asegura el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, sobre su intención de compatibilizar en los centros de salud la campaña de vacunación de la gripe con la tercera dosis de la covid-19 a las personas mayores de 70 años. Desde el sindicato de enfermería Satse se asegura todo lo contrario.

A este choque frontal entre la Administración sanitaria andaluza y el personal sanitario por el tema de la vacunación se suma el de las críticas de toda la comunidad sanitaria, incluida aquí la opinión de facultativos y personal de enfermería, por el caos en la atención primaria y los centros de salud, un problema acrecentado durante la pandemia que se mantiene ahora que los índices de contagio han bajado notablemente.

La falta de medios y personal es el principal caballo de batalla que el equipo de Juan Manuel Moreno Bonilla no sólo no está dispuesto a atender sino que es un problema palpable, denunciado por todas las instancias sanitarias de la comunidad y por la oposición parlamentaria, que el ejecutivo andaluz ha optado deliberadamente por acrecentar al anunciar que impulsará la teleasistencia después de la caótica experiencia de 18 meses de pandemia por la Covid-19.

Oposición parlamentaria

Los principales partidos de la oposición, PSOE, Unidas Podemos y los diputados no adscritos de Teresa Rodríguez, advierten que, lejos de solucionar el malestar creciente de la ciudadanía, la política de triaje puesta en marcha por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para que sea el personal de enfermería el que filtre la asistencia presencial a los pacientes en los centros de atención primaria empeora con creces la situación crítica que actualmente vive la atención primaria, que el ejecutivo de Moreno Bonilla quiere hacer pasar por normal cuando no lo es, porque en ningún caso se ha normalizado la atención presencial en los centros de salud como quiere hacer creer al asegurar que cualquier paciente recibe su cita en dos o tres días cuando lo habitual son unas dos semanas de demora.

1 COMENTARIO

  1. Se vuelve a repetir el mismo patron:Felipe Gonzalez comenzo las pivatizaciones del sector publico y despues llego Aznar y termino de completarlo.
    Pues con la sanidad mismo patron:el Psoe comenzo la precariedad de la sanidad publica de Andalucia,teniendo mayorias absolutas como teniedo mayoria minoritaria y ahora PP y Cs completan la faena….Ambos tienen como objetivo privatizar la sanidad lo mas posible y aumentar el negocio de la sanidad privada.

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