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Las filiales del Santander en Reino Unido fueron las más utilizadas para «el mayor robo del siglo»

La investigación del escándalo de los Dividendos Cum-Ex, en el que se utilizaron operaciones en corto para evadir impuestos por más de 55.000 millones de euros, está provocando que 10 exempleados del banco estén siendo investigados y que continúen las reiteradas peticiones de información por parte de la Fiscalía de Colonia

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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El escándalo de los Dividendos Cum-Ex fue calificado por el diario francés Le Monde como «el robo del siglo». Se trata de un enorme fraude fiscal cuyo mecanismo operó a través de la compra a corto de acciones de empresas cotizadas en periodos próximos al reparto de dividendos.

Los presuntos defraudadores concertados entre si ejecutaron, en un breve periodo de tiempo, multitud de transacciones de compra y venta de un gran volumen de las mismas acciones. De este modo, aparentaban ser varios titulares de las acciones al mismo tiempo que obtuvieron certificados fiscales con los que supuestamente reclamaron la misma devolución fiscal varias veces la misma devolución de impuestos que sólo habían sido pagados una vez.

La investigación se está desarrollando en Alemania, en concreto, por la Fiscalía de Colonia. Fue iniciada en abril de 2013 y se está juzgando en el Tribunal Regional de Bonn. En marzo 2020 ya se emitieron varias condenas a banqueros británicos que fueron suspendidas a cambio de la colaboración de los banqueros, hecho que puso en jaque a muchas de las principales entidades financieras de Europa.

Uno de los testigos, abogado que fue mano derecha del asesor fiscal cerebro del fraude fiscal (Hanno Berger), ha denominado a la trama como «crimen organizado con trajes de banquero» y en la que estaba «involucrada toda una industria compuesta por una red de banqueros, asesores fiscales, abogados e inversores».

El fraude alcanza una dimensión internacional que afecta a Alemania (31.800 millones de euros defraudados), Francia (17.000), Italia (4.500), Dinamarca (2.000), Suiza, Holanda, Bélgica, Austria, Noruega, Finlandia y España.

El fraude ha sido calificado por expertos de la Universidad alemana de Mannheim como «el mayor fraude fiscal en la historia de Europa» que presuntamente saqueó más de 150.000 millones de euros de las arcas públicas de gran parte de los estados de la Unión Europea.

Investigación a Banco Santander

Diferentes testigos de entidades financieras involucradas en el escándalo Cum Ex han hecho referencia al papel activo del Santander que se habría beneficiado con la financiación y las transacciones que dieron lugar a cientos de casos de fraude fiscal.

Según ha publicado El Confidencial, dos filiales del Santander en Reino Unido, Abbey National Treasury Services (ANTS) y Cater Allen International Limited, y 10 exempleados están siendo investigados por la Fiscalía de Colonia. La entidad cántabra afirma en sus informes a inversores que está colaborando, pero, en realidad no parece que sea así.

En 2018, Anne Brorhilker, fiscal jefe de Colonia,  solicitó a la Fiscalía Anticorrupción de Madrid que se registrase la Ciudad Financiera del Santander en Boadilla.

Sin embargo, el fiscal español Luis Rodríguez Sol se negó a ello y tan sólo remitió un requerimiento escrito al banco que fue despachado con una simple contestación de cuatro páginas y varios documentos adjuntos. El fiscal español tras la negativa a ejecutar el registro, y después de 14 años en la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad organizada, fue nombrado juez de enlace en Roma, destino ideal para un miembro del Opus Dei.

A diferencia del Santander otros bancos como el australiano Macquarie Bank, los franceses BNP Paribas y Societe Generale o el alemán Deutsche Bank sí sufrieron el registro judicial.

Pese a la negativa al registro de la sede del Santander, la fiscal alemana no se amedrentó y comunicó a la entidad cántabra la apertura de una investigación penal por su presunta intervención en el fraude que afectaría a empleados y altos responsables del Santander, entre ellos a Stephen Woodhead, jefe del departamento de «short term equity trading» en Londres. La acusación de la fiscalía mantendría que, dada la magnitud de las transacciones y préstamos concedidos para ejecutarlas, el fraude debía ser conocido necesariamente por la alta dirección del banco.

Según la investigación, Santander ejecutó a través de su filial en Reino Unido (Abbey National Treasury Services) infinidad de operaciones por las que cobraba importantes comisiones y se embolsaba parte de las ganancias del presunto fraude, según indican las declaraciones de testigos ante la fiscal de Colonia, que también han manifestado que el Santander en Londres era el mayor vendedor a corto y que la misma transacción de compra de acciones se aprovechaba para realizar varias solicitudes de devolución de impuestos.

La Fiscalía de Colonia se ha quejado en multitud de ocasiones en los retrasos del Santander a la hora de responder a sus requerimientos de información y documentación. La situación ha llegado a tal punto que la Justicia alemana ha tenido que ponerle un plazo concreto para entregar esa documentación y que se haga realidad la cooperación que trasladan a los inversores.

Esta necesidad de que la Fiscalía de Colonia cuente con la documentación de las filiales del Santander en Reino Unido se basa en el hecho de que, según los investigadores alemanes, aquéllas fueron las más usadas para la operativa de los Cum Ex por compradores e intermediarios quienes, finalmente, compartían las plusvalías conseguidas gracias a la operación de eludir el pago de impuestos. Según El Confidencial, en las reclamaciones de la Fiscalía de Colonia al Santander se señala con claridad meridiana que se trató de operaciones multimillonarias en torno a futuros de grandes empresas alemanas y que, a pesar de que se ejecutaran en la filial del Santander como bróker, empleados del banco presidido por Ana Patricia Botín podrían haber tenido, presuntamente, conocimiento de estas transacciones o, directamente, involucrados en las mismas.

Cuentas del Santander en Irlanda

Una de las piezas clave es Stephen Woodhead, exempleado del Santander en Reino Unido, quien podría haber sido la puerta de entrada para que el banco español incitara o fomentara este tipo de transacciones. Distintos testigos achacan a la mala medición de riesgos o a la necesidad de incrementar los beneficios del Santander, que se aplicara esta estrategia.

Santander, además, fue vendedor a corto de acciones en órdenes recibidas de cinco fondos de Estados Unidos y que reclamaron a la Hacienda alemana una cantidad cercana a los 60 millones de euros. Sólo recibieron 1,4 millones. Resulta sorprendente cómo, cuando la inspección tributaria preguntó por la diferencia, esas solicitudes, según indica El Confidencial, fueron retiradas.

Santander, según la investigación de la Fiscalía, permitió mejorar el proceso de los Dividendos Cum Ex gracias a una cuenta en Irlanda desde la que se liquidaban las operaciones de compraventa de acciones en el mismo día. De este modo, los implicados evitaban intermediarios ya que contaban con el sistema de liquidación, liquidez y custodia prácticamente centralizado.

Financiación de las compras

La presunta relación de la entidad presidida por Ana Patricia Botín con el fraude sería directa ya que, además de ejecutar las compras de acciones «a corto» también facilitaban la financiación para esas compras por lo que llegaban a cobrar un porcentaje del dividendo en vez de una simple comisión.

El conjunto de indicios de la investigación contra el Santander, con la concesión de financiación multimillonaria a los defraudadores para la compra de acciones con complicadas «due diligence» de los prestatarios, las compras «a corto» de millones de euros ejecutadas por el Santander y el cobro de comisiones y reparto de un porcentaje de los dividendos netos, han llevado a la fiscalía alemana a considerar que la alta dirección de la entidad santanderina podría estar al corriente de la trama de evasión fiscal.

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