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Las escuadras fascistas de Mussolini resurgen en Roma con el ataque a la sede del sindicato CGIL

La historia se repite y la violencia squadrista de los grupos armados fascistas italianos ha vuelto cien años después.

Agustín Millán
Agustín Millánhttp://pompona22.wixsite.com/agustinmillan
Foto periodista especializado en manifestaciones y actos sindicales. Desde 2011 fotografiando la crisis más dura de la historia moderna. Responsable de redes sociales de la Cumbre Social España. Fotógrafo con 5 campañas electorales entre ellas la de Manuela Carmena y la de Enrique Santiago en IU Madrid.
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análisis

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La historia se repite y la violencia squadrista de los grupos armados fascistas italianos ha vuelto cien años después. Una manifestación convocada por la ultraderecha y el movimiento antivacunas (No Vax) en Roma, terminó con el ataque a la sede nacional de la CGIL Nazionale, en Corso d’Italia 20. Los asaltantes gritaron consignas contra el secretario general Maurizio Landini, y su organización. Sus lideres fueron finalmente detenidos.

Libertad

Y no es casual que los atacantes gritaran la palabra “Libertad”. El filósofo surcoreano, Byung-Chul Han, una de las estrellas del pensamiento actual, en una entrevista publicada en el suplemento ‘Ideas’ de ‘El País’, profundizaba en su cruzada contra los ‘smartphones’, afirmando: “Solo un régimen represivo provoca la resistencia. Por el contrario, el régimen neoliberal, que no oprime la libertad, sino que la explota, no se enfrenta a ninguna resistencia. No es represor, sino seductor. La dominación se hace completa en el momento en que se presenta como la libertad”.

Destrozos en la sede de la CGIL en Roma, tras la marcha neofascista del 9 de octubre (Foto Twitter Giorgio Saccoia)
Destrozos en la sede de la CGIL en Roma, tras la marcha neofascista del 9 de octubre (Foto Twitter Giorgio Saccoia)

“Libertad frente a la dictadura sanitaria del Estado y frente al estado de alarma, inventado como medio para controlar a los ciudadanos”, afirmaron los fascistas disfrazados de antivacunas.

Feria del Campo

Mientras se producían estos gravísimos ataques en Roma, que recordaban los ataques de la violencia squadrista fascista italiana, que aupó al poder del dictador Benito Mussolini, en Madrid, la extrema derecha de VOX recreaba las ferias del campo del Franquismo.

Todo un conjunto de argumentos que culminarán, si no reaccionamos en una vuelta al pasado. La reivindicación del pueblo y de la ciudadanía frente a la mentira y la conspiración encarnada en el Estado como institución alienante y totalitaria, es una herramienta que están aprovechando los grupos de extrema derecha para salir a la calle y combatir a la democracia.

Green Pass 

La razón de esta manifestación – y la de tantas otras que se han ido celebrando en las principales ciudades italianas – no es sólo la resistencia a la vacunación, sino la revuelta ante la exigencia del certificado de estar vacunado para poder entrar en edificios públicos, espectáculos y lugares de ocio. A partir del 15 de octubre, este certificado, conocido en Italia como Green Pass será obligatorio.

El trabajador que no presente el pase verde se considerará ausente por causa injustificada y por tanto no devengará el salario. Si bien no tiene consecuencias disciplinarias y se mantiene el derecho a conservar el puesto de trabajo hasta el 31 de diciembre de 2021, que es por tanto el plazo que se da para que las y los trabajadores públicos y privados procedan a vacunarse.

Movimiento fascista Forza Nuova

Los partidos de ultraderecha, Fratelli d’Italia y Lega, han rebatido esta política y amparan las manifestaciones que se han ido desarrollando, a la que se han sumado grupos más violentos y declaradamente fascistas, como Forza Nuova, que están alimentado este caldo de cultivo donde crece el virus de la pulsión antidemocrática y de la violencia contra el Estado Social.

El asalto a la sede del primer sindicato de Italia, la Confederación General Italiana del Trabajo, es una potentísima organización de la clase trabajadora que mantiene una posición de apoyo crítico a las medidas del gobierno sobre la recuperación económica enla nueva etapa post Covid.

Ataque a la sede de la CGIL Nazionale

Atacar la sede de la CGIL Nazionale lanza un mensaje muy claro, hacer responsable políticamente al sindicato, que organiza y defiende el interés de la generalidad de los trabajadores del país, como una organización contraria al “pueblo”.  Con ello se quiere  oponer directamente la idea de pueblo a la de organización de los trabajadores, situándolas en una relación de hostilidad y de confrontación, exactamente como hacen en España desde Vox, con la inestimable ayuda del Partido Popular, (PP) de Pablo Casado a nivel nacional y de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Memoria histórica del fascismo italiano

Estas acciones evocan directamente con la memoria histórica del fascismo italiano y sus ataques violentos contra los sindicatos y las Cámaras del trabajo entre 1920 y 1922, que causaron muertes, torturas y apaleamientos de sindicalistas, lo que se denomina “escuadrismo”.

Escuadrismo

El ataque se ha hecho bajo el amparo de la palabra “libertad”. ¿Acaso de la Libertad de Ayuso? Libertad como concepto enemigo de la solidaridad que encarna la central sindical, contra la igualdad que quiere realizar en su acción colectiva y que los asaltantes fascistas consideran incompatible con un nuevo orden en el que deberán desaparecer estas nociones. Exactamente igual que lo que promueve el PP en nuestro país.

El escuadrismo (squadrismo en italiano) hace referencia a un fenómeno del fascismo italiano. Designa las acciones violentas llevadas a cabo por grupos de fascistas armados, denominados squadre d’azione. Eran comandados por los jefes locales, los llamandos ‘RAS, por el nombre de los jefes etíopes.

Las squadre estaban integradas, según Paul Guichonnet, por “una mezcla abigarrada de ex-combatientes, parados, estudiantes, ciudadanos y burgueses, de idealistas y delincuentes”.

La violencia squadrista estaba dirigida contra los ayuntamientos, los sindicatos y las Camere del Lavoro controladas por los socialistas y los popolari católicos. Se desató especialmente en los campos de la llanura del Po y la Toscana donde llevaron a cabo sus expediciones.

La libertad de Ayuso

En España también la ultraderecha y la derecha extrema han recurrido a la palabra libertad como sinónimo de individualización egoísta y de elogio de la desigualdad. A ello se une ahora el elogio desmedido de la propiedad junto con la libertad en un discurso apasionado y fuera de siglo que mantiene sin embargo con entusiasmo el llamado jefe de la oposición en nuestro país.

Recuperamos un relato del diputado socialista Giacomo Matteotti, donde denunció la violencia squadrista. Fue secuestrado y Asesinado el 10 de junio de 1924 por los fascistas.

En plena noche, cuando la gente honrada está en su casa, durmiendo, los camiones de los fascistas llegan a las pequeñas aldeas situadas en medio del campo, o a los caseríos de algunos centenares de habitantes. Llegan en compañía de la Agraria local [la organización patronal], naturalmente, siempre conducidos por ellos, pues de lo contrario será imposible, en plena oscuridad, reconocer la casa del jefe de la Liga [el sindicato agrario local] o la pequeña oficina de colocación [Camera di Lavoro]. Llegan hasta una las casas y se oye la orden: «Rodead la casa». Son de 20 a 100 hombres, armados con fusiles y revólveres. Llaman al jefa de la Liga y le ordenan que baje. Si este no obedece, se le dice: «Si no bajas, quemaremos la casa, con tu mujer y tus hijos». Entonces el jefe de la Liga baja. Se abre la puerta, lo cogen, lo atan, lo suben al camión, donde le someten a las torturas más inverosímiles, simulando que lo van a ahogar o a matar. Y después lo abandonan en pleno campo, atado a un árbol, desnudo. Si, por el contrario, este es un hombre con agallas, que no abre la puerta y utiliza algún arma para defenderse, entonces el resultado es el asesinato inmediato del ciento por uno”.

Reacción de los sindicatos europeos

La reacción de la CGIL ha sido inmediata, convocando una asamblea general este domingo en Roma, en la sede asaltada del sindicato. Durante toda la jornada estuvo rodeada de una multitud que canta el Bella Ciao, la canción de la guerrilla antifascista.

Han decidido abrir todas las sedes locales del sindicato para que afiliados y ciudadanos puedan manifestar su solidaridad y su presencia. La CGIL recuerda que “han sido objeto de un ataque de escuadrismo fascista, y que igual que resistieron entonces, resistirán ahora”.

Los tres grandes sindicatos italianos, CGIL, CISL y UIL organizarán una gran manifestación nacional y antifascista por el trabajo y la democracia el sábado 16 de octubre en Roma. Así lo afirmaron los secretarios generales de las tres confederaciones sindicales, Maurizio Landini, Luigi Sbarra y PierPaolo Bombardieri.

“El asalto de escuadrón a la sede nacional de la CGIL – agregan los tres líderes sindicales – es un ataque a todo el sindicato confederal italiano, al mundo del trabajo y a nuestra democracia. Pedimos que las organizaciones neofascistas y neonazis sean disueltas por ley”.

Complicidad de la derecha española con la extrema derecha

El ataque de la ultraderecha a la sede nacional de la CGIL debe hacernos reflexionar también fuera de las fronteras italianas, ante el auge de la extrema derecha en Europa. La complicidad con estos grupos, sobre todo en España, es evidente por parte de la que en un momento se denominó derecha democrática, sobre todo del PP de Ayuso y de Pablo Casado.

Además, estos grupos defiende de forma radical un neoliberalismo despótico y victimista que están alentando fenómenos de violencia cada vez más agudos, que canalizan ante todo sentimientos de rabia, impotencia e ignorancia, de una parte de la población susceptible a estas propuestas. El principal exponente de esta corriente no la encontramos en VOX, si no para nuestra desgracia en el PP madrileño.

Una cultura de desestabilización democrática que es a su vez reiterada y sostenida firmemente por medios de comunicación muy influyentes y por grandes comunicadores sociales que responden a esa misma orientación política y que en nuestro país tiene números medios amigos.  

El Estado social y democrático y las fuerzas políticas que lo sostienen deben mostrar su fortaleza para hacer frente a la ultraderecha por la fuerza de la ley. Debemos tener la capacidad de dar una respuesta a través del orden democrático, para no repetir los errores del siglo pasado. Las señales son indiscutibles, y el asalto a la sede nacional de la CGIL en Italia es una de ellas.

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1 COMENTARIO

  1. nos hemos dormido en los laureles pensando que el facismo no volveria se dice que un pueblo que olvida su historia esta condenado a repetirla y el que piense que en españa no es posible otro golpe de estado facista esta equivocado y en italia que vuelva el facismo a gobernar tambien

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