Con el recibo de la luz disparado, están generando unos grandes beneficios a sus potentes vendedoras: las principales compañías eléctricas españolas, Endesa, Iberdrola y Naturgy, que controlan el 85% del mercado, han aumentado sus ganancias más de un 6% el primer semestre de este año, los dos últimos meses se ha registrado un encarecimiento del coste de la electricidad que soportan los hogares y empresas.
Los datos de los resultados son los que estas compañías han remitido a la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) en los últimos días, y que reflejan unos beneficios conjuntos de 3.233 millones de euros el primer semestre de este año. 195 millones más que en el mismo periodo del año anterior.
Sabemos que la electricidad más cara de producción es la que se obtiene con gas natural, primero del precio del propio gas y después por el pago que tiene que soportar por la emisión de CO₂. Las hidroeléctricas tienen un coste de producción muy bajo, pero, debido al sistema de subasta, venden su energía al precio del gas, lo que les da un margen de beneficios muy elevado.
Esto ha provocado que Iberdrola haya procedido a un gran vaciado de algunos embalses a fin de obtener el máximo beneficio posible en las actuales circunstancias. El agua embalsada resulta tan cara como el gas. Esto es posible en España, donde el mercado de generación de energía eléctrica (el llamado ‘Pool’) se fija por subasta el precio por megavatios/hora, que se corresponde con el más caro dentro de la oferta. En un momento en que el precio del petróleo y gas están por las nubes, igual que los derechos de emisión de CO₂, hay quién se beneficia generando electricidad barata y amortizada, la hidroeléctrica, para obtener enormes márgenes de beneficio.
Esta pasada semana, alcaldes y vecinos de localidades próximas a dos embalses de Zamora y Cáceres (Valdecañas y Ricobayo, respectivamente) levantaban la voz ante el «vaciado» de estos embalses por parte de Iberdrola, concesionaria de explotación de presas y turbinas generadoras. Los 19 municipios afectados han enviado cartas al comisario de medio ambiente de la UE, Virginijus Sinkevičius, y Frans Timmermans, comisario del «Pacto Verde», para denunciar el «vaciado desmesurado de un embalse, el de Ricobayo, las aguas del cual cubren 5.684 hectáreas de terreno.
La vicepresidenta tercera del gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha mostrado «escandalizada» ante el vaciado de algunos embalses por parte de la empresa concesionaria, Iberdrola, y amenaza con aplicarle la Ley de Aguas, que faculta a las confederaciones hidrográficas correspondientes la intervención «para garantizar su explotación racional». Mientras tanto, el precio mayorista de la luz continúa escalando y marca ya su quinto récord en apenas una semana.
Ribera ha explicado que esta situación tiene que ver con las cláusulas concesionales, que probablemente no preveían una intervención para garantizar caudales ecológicos y mínimos en los embalses, sino un volumen de agua concesionada en el año. «Por eso la empresa justifica que están cumpliendo con todos los requisitos y esto me parece escandaloso», ha remarcado.
La ministra se remite así al artículo 55 del texto refundido de la Ley de Aguas, que confiere un poder extraordinario a los organismos públicos que gestionan las cuencas (confederaciones hidrográficas) para intervenir, «condicionar o limitar el uso del dominio público hidráulico para garantizar su explotación racional».
Qué piensan ustedes, queridos lectores? El agua es un bien escaso y de acuerdo con el informe de la ONU sobre el cambio climático, hay que utilizarla correctamente no como una forma desmesurada de tirarla para obtener beneficios. La forma como se realizan las subastas ofrecen esta posibilidad a las compañías para aprovecharse y hacernos pagar a los consumidores unos precios exorbitantes en época de crisis económica y en plena pandemia.
¿Qué piensan ustedes amables lectores? ¿No debería el gobierno intervenir o… la gran influencia de las puertas giratorias lo impedirá?
!Qué novedad! Los oligarcas son insaciables. Algo tan necesario en una sociedad moderna como el aire para respirar, es privado y objeto de negocio. Si un sistema no cumple su función desaparece por su inutilidad, está en la raíz misma de la naturaleza; en cambio, en la organización económico-social, ésto no sucede, al contrario, se mantiene. El capitalismo no garantiza el bienestar de la mayoría de la población, pero toda la estructura estatal de dominio sobre los trabajadores está creada para facilitar el saqueo de la riqueza por parte de la clase parasitaria, los capitalistas. Sus perdidas se hacen colectivas a asumirlas el Estado, pero sus beneficios son siempre privados; y sus inversiones, subvencionadas. Esto es puro saqueo a los que producen la riqueza: los trabajadores.