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Las cuentas de Vox (I): Abascal quiere acabar con el despilfarro en España pero las cuentas de su partido no cuadran

El pasado mes de marzo, el Tribunal de Cuentas proponía recortar en 72.600 euros la subvención que le corresponde a la formación de Santiago Abascal por la campaña de las elecciones del 10 de noviembre de 2019

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análisis

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Vox, el partido de los patriotas españoles que pretende gobernar España con mano de hierro, sacar el látigo contra los chiringuitos y mamandurrias socialistas y reducir al máximo sueldos y cargos públicos, parece que no es tan exigente ni tan escrupuloso cuando se trata de poner en claro sus propias cuentas internas. Quizá sea porque el propio líder de la formación ultraderechista, Santiago Abascal, no está muy ducho en contabilidad.

En efecto, antes de convertirse en el presidente de Vox, al igual que otros dirigentes de la formación ultraderechista, Abascal engrosaba las filas del Partido Popular. De esta manera, entre otras responsabilidades, en abril de 2013 fue nombrado director de la Fundación para el Mecenazgo y Patrocinio Social, una organización con un único trabajador además del propio Abascal y sin actividad conocida durante su mandato.

Esta institución recibió en 2013 una subvención de 183.600 euros de la Comunidad de Madrid, entonces bajo las órdenes de Esperanza Aguirre, madrina política del actual líder de Vox. De este importe, 82.491 euros se destinaron al sueldo de Abascal. Una cuantía que tiempo después él mismo definió como “innecesaria”, mientras que tildó a la Fundación para el Mecenazgo y Patrocinio Social de “chiringuito político”, informa el diario elplural.com.

Hoy insignes integrantes del partido ultra como Espinosa de los Monterios, Rocío Monasterio o Javier Ortega Smith andan todo el rato dando lecciones de buena gestión y de cómo se deben manejar las cuentas públicas de un país. Se jactan de ser grandes economistas, presumen de ser brillantes gestiores y acusan al Gobierno socialista de manirroto, de malgastador e incompetente. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando se trata de poner la lupa sobre los libros de contabilidad de Vox, los números no cuadran al céntimo.

Tirón de orejas a Vox

El pasado mes de marzo, el Tribunal de Cuentas proponía recortar en 72.600 euros la subvención que le corresponde a la formación de Santiago Abascal por la campaña de las elecciones del 10 de noviembre de 2019 al haber computado como gasto electoral la mitad de esa cantidad, pese a que se utilizó para la contratación de espacios de publicidad electoral en emisoras de televisión privada, contraviniendo lo previsto en la Ley Electoral, informa Europa Press.

El pasado mes de marzo, el Tribunal de Cuentas proponía recortar en 72.600 euros la subvención

Así consta en el informe de fiscalización de la contabilidad electoral de los partidos para aquellos comicios aprobado por el organismo fiscalizador que preside María José de la Fuente y de la Calle. Según detalla el informe, también recogido por Europa Press, el tribunal ha detectado que la formación de Abascal invirtió 36.300 euros para la contratación de anuncios en emisoras de televisión privada, una práctica no autorizada por el artículo 60.1 de la LOREG.

Por eso, en aplicación del artículo 134.2 de la misma norma, el fiscalizador propone reducir la subvención electoral que corresponde al partido “en el doble de los gastos declarados”, es decir, un recorte de 72.600 euros que aplicará el Ministerio del Interior cuando abone las ayudas a los partidos con representación parlamentaria.

Además de los 36.300 euros invertidos en los anuncios en televisiones privadas, Vox dedicó 30.203,85 euros al pago de publicidad en prensa, radio u otros medios digitales para anuncios realizados antes del inicio de la campaña electoral, lo que no está permitido por el artículo 53 de la LOREG.

Todos esos gastos, que suman 66.503,85 euros, por tanto se consideran “no subvencionables”, aunque el tribunal sí los ha tenido en cuenta a efectos de verificar el cumplimiento del límite máximo de gastos.

Asimismo, en la documentación enviada por Vox figuran gastos por operaciones ordinarias por valor de 52.431,61 euros, cuyos conceptos no tienen la consideración de gasto electoral con arreglo a lo establecido en el artículo 130 de la LOREG. Por ello tampoco han serán financiados con subvenciones electorales.

De la revisión de los gastos por envíos de propaganda electoral realizada por el fiscalizador se ha detectado que un importe de 753,43 euros corresponde a gastos por operaciones ordinarias, habiéndose procedido a su reclasificación en el apartado adecuado.

Asimismo, el informe concluye que la formación ha incurrido en gastos irregulares por importe de 482,79 euros, que corresponden a gastos con justificación insuficiente, por lo que no han sido admitidos como susceptibles de ser financiados con subvenciones electorales.

Además, el tribunal destaca que Vox declaró una aportación del partido, por importe de 2.049,14 euros, pero que no puede ser considerada como tal porque en realidad se trata de una devolución a la cuenta electoral por el pago efectuado a un proveedor en una “cuenta errónea”.

Los gastos pendientes de pago a la fecha de presentación de la contabilidad suman 1.477,14 euros, pero al no existir suficientes disponibilidades de tesorería (4,41 euros), la mayor parte del mismo se efectuó “con cargo a cuentas corrientes de la actividad ordinaria”, incumpliéndose lo dispuesto en el artículo 125.1 de la LOREG.

El Tribunal de Cuentas también ha descubierto que un proveedor de Vox, por prestación de servicios o adquisición de bienes, facturó 32.812,49 euros, pero no informó al fiscalizador en contra de lo que establece el artículo 133.5 de la LOREG. Lo dicho, si no saben gestionar las cuentas de un partido, ¿cómo van a manejar las cuentas de un país?

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1 COMENTARIO

  1. Pero tranquila la compañía, que los tribunales de in-justicia se pondrán a investigar, por enésima vez, las cuentas de Podemos, de IU, de ERC, de Bildu o de Venezuela si hace falta.
    as de Vox, C’s o el PP las dejarán, de nuevo para cuando hayan prescrito.
    De todas maneras, hay que disculpar a los muchachos voxeros, provienen todos del PP, y allí habrán aprendido esas malas costumbre. Son cosas de las familias desestructuradas.

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