Sánchez parece creer que nació con una flor en el culo. Pero a lo mejor no. Su doble salto mortal de la segunda vuelta evidenció que Iván Redondo no es el rey Midas. Y quizás no pueda seguir haciendo círculos cuadrados. Porque como dice la sabiduría popular, soplar y sorber, no puede ser.
Primera estación: Podemos. Quieren Trabajo, pero el PSOE quiere quitarles Seguridad Social. Dejarles la caja única a los comunistas es como meter en casa a un mono con pistolas. Los ‘morados’ tampoco quieren Vivienda si no pueden topar los alquileres. Y descartan Sanidad porque lo consideran un ministerio florero.
En definitiva: vuelven a aflorar las desconfianzas de un pasado no tan lejano. Es verdad que Podemos está más débil. Pero también el PSOE está menos fuerte. El pacto del abrazo es una declaración de intenciones, pero no está escrito en piedra.
Segunda estación: ERC. Pide una mesa de negociación y Sánchez revolotea. Es Iglesias quien habla en nombre de Sánchez a favor de la llamada España plurinacional. ¿Aceptará Sánchez ser el ‘Monchito’ del próximo gobierno? Otrosi: ¿qué significa exactamente España plurinacional?, ¿o es precisamente la ambigüedad la que puede facilitar el acuerdo?
Tercera estación: JxC. Torra dice que ‘dos tazas’. Que mesa sí, pero amnistía y autodeterminación, también. Que por menos no se ha echado al monte y que siempre tendrá a sus CDRs dispuestos a apretar por él… Lo que no está claro es que Torra signifique algo porque puede que Puigdemont -el presunto 3% de Gerona- ya le haya jubilado. Waterloo sigue moviendo los hilos para humillación de España y de la Unión Europea.
Así que el camino está todo menos despejado. Pero hay otra estación todavía más dolorosa: la interna, el fuego amigo. Lambán desde Aragón se manifiesta en contra de que el secesionismo se involucre en el gobierno de España. Añado yo: sería tanto como poner a la zorra a cuidar del gallinero. ¿De verdad que vamos a normalizar Cataluña con los secesionistas apoyando al gobierno que pretenden destruir?
No es sólo Lambán. Toda la vieja guardia del PSOE está en contra de pactar con el populismo y el secesionismo. Redondo y Leguina lideran la rebelión. Pero el mismo Felipe González dijo que no había felicitado a Sánchez “ni lo pensaba hacer”. La distancia es clara y abierta. Sánchez ganó las primerias. Ahora tendrá que ganar la consulta interna. Y puede que no la gane sin trampas. Y aunque la gane, no será a la búlgara.
Y sabe además, que aunque consiga su ‘Frankestein’, Bruselas no le apoyará un presupuesto que ahonde en el gasto. Así que es la hora de resiliencia. Aunque sería mejor que llegara la hora del sentido común. El nuevo Ciudadanos de Arrimadas está dispuesto a ofrecer sus despojos. Los ‘populares’ también mantienen su oferta de ‘gran coalición’. Sólo esperan al fracaso del ‘Frankestein’ para formularla de nuevo….
Sánchez pretende tirar la pelota por la ventana y que no caiga al suelo. Pero quizás -sólo quizás- eso no sea posible.
El anzuelo del pescador
OCDE tic-tac. Alerta de la OCDE ante la inestabilidad política. Piden no aplazar las reformas estructurales que necesita España. ¿Reformas que se desarrollarían con Frankestein? Más presión.
Socialismo = impuestos. El laborista Corbyn ya anuncia una subida de impuestos por valor de 100.000 millones de libras. El amor socialista por los impuestos es inversamente proporcional a su capacidad para generar riqueza y repartirla.
Feijóo, el ‘solidario’. Dice que Griñán es víctima del PSOE. ¿Es un ‘bambi’ o un ‘caballo de Troya’?
Los tiempos de la Justicia. Si la sentencia de los ERES se hubiera conocido antes del 10N hubiera tenido indudable efecto electoral. ¿La Justicia no tenía los ojos tapados?
