Cada vez hay más pruebas que sugieren que las vacunas contra la enfermedad por Covid-19 difieren en su eficacia contra la infección por coronavirus SARS-CoV-2, pero faltan datos de estudios controlados que incluyan comparaciones directas de la inmunidad inducida por estas vacunas.
La vacuna de Moderna duran un 25% más
En Qatar han realizado un estudio para comparar la protección ofrecida por la vacuna mRNA-1273 (Moderna) con la de la vacuna BNT162b2 (Pfizer-BioNTech) y demuestran que anticuerpos que genera la vacuna de Moderna duran un 25% más que los de la marca Pfizer, aun siendo ambas de ARN mensajero, según ha publicado la revista ‘The New England Journal of Medicine’.
La investigación realizada con una muestra de 384.246 personas demuestra que Moderna protege durante más tiempo contra el virus que la de Pfizer.
Los resultados demuestran que las inyecciones de Moderna duran más que las de Pfizer, una protección que ha quedado patente en la sexta ola. No obstante, los efectos adversos de la primera también son mayores que los de la segunda, como ha quedado patente en muchos de los casos. También se señala que el beneficio de protegerse contra el virus es mayor que las molestias durante unos días. Por lo que todos los epidemiólogos recomiendan vacunarse y tomar la tercera dosis para reforzar los anticuerpos.
La tercera dosis se ha convertido en indispensable
Debido a esta pérdida de eficacia, la tercera dosis se ha convertido en indispensable, no tanto en los jóvenes sanos sino sobre todo en las personas de riesgo. No obstante, la elección entre una vacuna y otra, tanto para las dosis de primovacunación como para la inyección de refuerzo, no depende del paciente, sino de la disponibilidad de ellas en cada punto de vacunación.
¿Cuánto protege la vacuna de Moderna?
Las dos vacunas pierden eficacia con el tiempo, mientras que la de Moderna después de la segunda dosis proporciona una eficacia mayor pasador 120 días, la de Pfizer lo hace 90 días, una diferencia de 25% más.
A medio plazo, la diferencia es mayor: 180 días en la primera y 130 días en la segunda. Esta distancia puede ser muy importante para frenar contagios.
Los datos de la investigación proyectan que las personas inoculadas con Pfizer se contagian un 44% más que las vacunadas con Moderna. En total, se infectaron 1.262 de los que tenían la primera, mientras que solo se infectaron 878 de los que contaban con dos dosis de la segunda.
A los seis meses de recibir la segunda inyección, el riesgo de contraer la enfermedad con Moderna (1 de cada 168) es un 31% menor que en el otro caso (1 de cada 119).
Aunque la vacuna COVID-19 de Moderna también reduce el número de personas que necesitan cuidados intensivos (3 frente a los 7 de Pfizer), ambas vacunas indujeron una fuerte protección contra la hospitalización y la muerte por COVID-19. Sin embargo, el estudio no menciona a la variante Ómicron ni incluye los efectos de la dosis de refuerzo.
Moderna, más efectiva con los trasplantados renales
Según el estudio SENCOVAC, de la Sociedad Española de Nefrología publicado el 12 de Enero y que analiza la eficacia de la vacunación frente a la COVID-19 en todos los perfiles de pacientes renales la vacuna de Moderna es la que sigue demostrando desarrollar una respuesta inmune «más fuerte y efectiva» en todos los pacientes renales, trasplantados y no.
La vacuna de Moderna sigue demostrándose como la que más anticuerpos genera en los pacientes renales, trasplantados y no, aunque generó una mayor protección frente al virus en pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal Los resultados de la investigación se han publicado en la prestigiosa revista Nephrology, Dialysis and Transplantation, y concluyen que la identificación de los predictores de pérdida de los anticuerpos de la COVID-19 deben ayudar a priorizar a los pacientes renales con mayor riesgo para la administración de nuevas dosis de refuerzo o el uso profiláctico de anticuerpos monoclonales anti SARS-CoV-2.
Por último, la vacuna de Moderna sigue demostrándose como la que desarrolla una respuesta inmune más fuerte y efectiva en todos los pacientes renales, trasplantados y no, aunque generó una mayor protección frente al virus en pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal. El estudio también concluye que durante el seguimiento un total de 26 pacientes con enfermedad renal (0,8%) fueron infectados por COVID-19 tras la vacunación y que 5 de ellos (19% de los infectados) fallecieron debido a la infección.
Un 25% más que 0 sigue siendo 0.
protege… ¿de que? no nos protege del totalitarismo. La primera vez en la historia de las «vacunas» que una «vacuna» sirve para entrar en un restaurante, trabajar, viajar, etc, y no sirve contra la «enfermedad». En la película «el lobo de wall street» se escenificaba muy bien este teatro pandémico: para vender algo hay que crear la necesidad, créala y venderás lo que sea. ¿por qué no se investiga el origen de las enfermedades? porque sale más rentable investigar el remedio para la enfermedad que previamente nos han creado. Todas las enfermedades son síndromes tóxicos, y como bien decia un medico norteamericano, busquemos quien nos ha envenenado y con qué. Es mas sencillo hablar de «virus» y de «vacunas», un gran negocio al servicio de los de siempre y en contra de la humanidad. Alea Jacta Est