La ultraderecha sopesa crear grupo parlamentario propio en Bruselas

Marine Le Pen ha ganado las elecciones europeas a Emmanuel Macron, que sufre su primera gran derrota electoral en Francia. A su vez, todos los sondeos prevén una arrolladora victoria del Fidesz, el partido del primer ministro Viktor Orbán en Hungría. La extrema derecha europea sigue pegando fuerte en las urnas, y solo el auge de verdes y liberales ha logrado frenar, por el momento, el avance de los partidos populistas. ¿Servirá este buen resultado para que los ultras consoliden un grupo parlamentario propio en la Eurocámara o continuarán fragmentados en movimientos diversos?

Tras cerrarse los colegios electorales, las alianzas se tienen que tejer todavía. Y hay mimbres para un gran pacto reaccionario. En países como España –donde Vox irrumpe por primera vez con 4 eurodiputados–, Italia, Hungría, Austria, Polonia, Dinamarca, Finlandia, Bulgaria, Letonia, Estonia y Suiza el tirón de las formaciones ultras puede aportar muchos escaños, que se sumarán al éxito arrollador de sus hermanos franceses y húngaros. Además, el buen resultado cosechado por los ultraconservadores polacos dará más combustible a la causa.

Desde las elecciones de 2014, los escaños de los partidos populistas de corte xenófobo, es decir, ultraderechistas, representan más del 15% del total. Esos escaños se reparten en tres grupos principalmente: Movimiento Europa de las Naciones y de las Libertades –con Le Pen y Matteo Salvini a la cabeza–; Alianza de los Conservadores y Reformistas Europeos; y Europa de Libertad y Democracia Directa.

Algunos de estos partidos anunciaron días atrás que se unirían al movimiento Europa de las Naciones para concurrir a estas elecciones europeas. Vox no lo ha confirmado, como tampoco ha dicho si sus cuatro eurodiputados se integrarán en la Alianza de Conservadores Europeos, donde ya se han instalados otros partidos populistas y xenófobos.

Hace unos días el primer ministro italiano Matteo Salvini organizó en Milán una especie de cumbre de la extrema derecha europea para autoproclamarse líder de los partidos ultras en el viejo continente. A ese encuentro también asistió Alternativa para Alemania. Salvini ofreció una alianza a Viktor Orbán y al líder de los británicos euroescépticos, Nigel Farage, para formar un bloque fuerte y autónomo en Bruselas. El impulsor del Brexit en Reino Unido de momento no se ha pronunciado.

De confirmarse el grupo parlamentario propio, la extrema derecha europea se convertiría en la cuarta fuerza en la Eurocámara, dando un nuevo paso en su consolidación de cuota de poder e influyendo decisivamente en las políticas europeas que se diseñarán en Bruselas a partir de mañana.

Le Pen y Geert Wilders, el político neerlandés líder de la formación nacionalista y de derecha populista Partido por la Libertad, también estarían interesados en el proyecto de formar un bloque cohesionado en la Eurocámara.

Algo se mueve en los despachos de los partidos ultras en Bruselas, pero de momento habrá que esperar para saber si Vox se une a esa especie de entente ultraderechista que se está preparando tras las elecciones del 26M. A esta hora solo cabe decir que la formación verde de Santiago Abascal no acudió a la cumbre de Milán. Lo cual no descarta que en los próximos días anuncie su ofrecimiento a participar en un supuesto grupo parlamentario propio que la ultraderecha utilizaría para poner en jaque a la Unión Europea. De hecho, todos estos partidos tienen algo en común: su euroescepticismo a ultranza, su nacionalismo exacerbado y una alergia incurable a todo tipo de pérdida de soberanía de los Estados miembros en favor de la construcción de unos futuros Estados Europeos.