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La transición fue un paripé

Miguel Ángel Cerdán
Miguel Ángel Cerdán
Licenciado en Historia. Profesor de Secundaria en la enseñanza pública. Articulista en diversos medios digitales e impresos de la Comunidad Valenciana.
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análisis

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Año 1983. ¿Alguien de verdad cree que en ese año en España podía haber otra cosa que una democracia formal más o menos homologable a la de Europa? ¿Alguien de verdad piensa que podía seguir el régimen franquista más o menos retocado o que el golpe duro o incluso el blando del 23 de Febrero de 1981 hubiese durado más de seis meses? ¿Algún ingenuo piensa que las élites económicas españolas se hubiesen conformado con el ostracismo que inmediatamente les habría supuesto en Europa y en Estados Unidos un régimen totalmente impresentable como una dictadura en el sur de Europa y más en un contexto en el que la URSS todavía existía? ¿Cree alguien que hubiesen renunciado a la bicoca que iba a suponer para la élite hispana y sus negocios la integración en la Comunidad Económica Europea que tanto anhelaban y ante cuyo retraso tanto se impacientaban? ¿De verdad?

Hablemos claramente. Franco, como magistralmente ha expuesto Paul Preston, desde mediados de los años sesenta se dedicaba a cazar y pescar. Mientras, el entorno directo de Franco se dedicaba a hacerse rico y blindarse económicamente, al tiempo que las élites españolas se dedicaban a diseñar una Transición que debían comandar y que debía finalizar en un régimen político presentable y más o menos homologable a Europa, es decir algo que les permitiese hacer suculentos negocios y que su propia condición de élites se perpetuase. Como en su memorable “Por qué fracasó la democracia en España” Emmanuel Rodríguez ha recordado, en 1971 Manuel Fraga ya había diseñado para el futuro de España un sistema político que, en sus propias palabras, sería una especie de “Segunda Restauración”, con dos grandes partidos, uno a derecha y otro a la izquierda pero siempre galvanizados en torno al centro como eje de equilibrio. Así que bastante antes de la muerte de Franco, como señala Rodríguez, “el reformismo había ido penetrando en la clase política franquista hasta el punto de ganarse a buena parte de ésta”. No podía ser de otra forma. Su propia supervivencia dependía de hacer y comandar la Transición hacia un régimen presentable. En ello se enmarcan los mensajes de “Después de Franco las Instituciones” “De la Ley a la Ley”.

Eso fue la Transición y no otra cosa: una gigantesca operación auto-amnistía por parte de la élite franquista, en connivencia con la élite económica con la que se mezclaba, y con leves concesiones a una izquierda que debía ser ante todo sumisa, y entre la que potenció a González y se acalló a todo lo que recordase a la II República. No podía ser de otra manera. Y es que además, incluso entre la élite de izquierdas, predominaba el franquismo sociológico ya que, como acertadamente ha recordado Emilio Silva, “en los años 50 y 60 quienes van a la Universidad son los hijos de los vencedores en la Guerra Civil”, y la rebeldía y el izquierdismo serían, como se demostró después, cosas de la juventud que se curan con la edad y con el dinero abundante que les llovería después. No es extraño pues que el 90 % de los ministros desde 1975, ya bien del PP o del PSOE, sean hijos de los vencedores como dice el propio Silva. La propia hemeroteca, y la propia memoria que tanto detestan algunos, son muy tozudas. Así, entre los miembros de la UCD, que luego pasarían muchos al PP, tenemos a Martín Villa, que por cierto impidió que los partidos republicanos se pudiesen presentar a las primeras elecciones, además de Suarez, Rosón, y otros miembros, cuyas impagables fotos con la camisa azul del Movimiento nadie puede borrar. ¿Y entre el PP? ¿Qué decir? Si es que casi toda su élite, además de Fraga claro, ya sean Aznar, Rato, Rajoy, son descendientes de prohombres del franquismo. Y en el PSOE, también, ya sean Carmen Romero, mujer de Felipe González, o Manuel Chaves, o Manuel Marín, o tantos otros, son hijos de destacados franquistas. ¿Y qué decir de la pareja Narcís Serra-Miquel Roca, que se echaron a suertes a qué partidos iba cada uno, y que eran parientes de destacados miembros del franquismo? Y así podríamos seguir ad nauseam, y más si descendemos a las élites regionales y provinciales. Atado y bien atado que dijo el dictador Franco. Para los suyos. Sabía, lamentablemente, bien de lo que hablaba.

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6 COMENTARIOS

  1. Visto con la distacia que el tiempo da pues si que la transicion politica española fue puro paripé.43 años despues de haberse muerto el tirano siguen «mandando» los retrogrados franquistas-fascistas(iglesia catolica,ejercito,policia,justicia,banca,grandes empresarios…).Hasta la jefatura del estado esta en poder de la institucion que el tirano quiso que fuera.

  2. ‘Lo dejo todo atado y bien atado’. Nunca una frase engañó tanto, a tanta gente, durante tanto tiempo. España no quiere dejar de arruinarse a sí misma a diario. Ya le va bien. ‘Vivan las caenas’. Qué pena de país.

  3. España ha sido, es y será una gran mierda debido a su clase dirigente y pueblo pasota, desde Carlos l hasta Felipe vi, solo ladrones y sinvergüenzas y con una población compuesta por tribus : la tribu catalana, una mezcla de arabes, israelitas, griegos y demás razas del Mediterraneo; la tribu vasca, descendientes de los neandertalenses y las demás tribus por igual.

  4. Un General confiesa que la Transición fue diseñada por la CIA y la banca alemana

    Que la llamada «Transición democrática» fue una operación política montada por la oligarquía española y los Servicios de Inteligencia estadounidenses y alemanes es hoy un hecho incontestable, que pocos historiadores serios se atreven a poner en duda.

    Durante décadas, sin embargo, la auténtica naturaleza de esa «Transición» fue ocultada al conocimiento público. Pese a los abrumadores testimonios que proporcionaba la realidad, la historiografía oficial se encargó de presentar a los protagonistas que la gestionaron como héroes generosos que lucharon denodadamente por devolver a su pueblo las libertades perdidas cuarenta años atrás. La verdad histórica, no obstante, fue abriéndose paso desde abajo, a contracorriente y contra la resistencia denodada de los cronistas cortesanos que, por cierto, no eran ni son todos de derechas……

    http://canarias-semanal.org/not/15801/-general-monzon-altolaguirre-la-transicion-fue-disenada-por-la-cia-y-el-bnd-aleman-/

  5. Tengo 71 años . Mis padres no fueron franquistas y sin embargo en los 60 , igual que otros muchos amigos , fui a la Universidad. Cierto que en aquella UCD había muchos «camisas azules «, pero creanme en aquellos momentos era lo menos malo que se podia hacer. Lo peor ha venido luego, cuando a los antifranquistas nos engañaron y peor aún , nos desilusionaron los » Felipes y compañia».

  6. En vez de criticar y querer enmendar el pasado, incluyendo ganar una guerra que se perdió, porqué no se hacen propuestas REALISTAS – no sectarias, no utópicas, – de futuro, que convezcan a TODOS los españoles, al menos, aun 90%, como lo consiguió la Constitución Española del 78?

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