La sostenibilidad de un servicio público esencial como el agua es más importante y relevante que nunca. Vivimos en un país seco, con gran estrés hídrico, y en el que el parque patrimonial público envejece. Además, desde hace años la inversión en infraestructuras del ciclo del agua ha ido disminuyendo considerablemente. Se estima que la media anual de inversión real no alcanza el 50% de lo necesario. Solo en Andalucía, habría que destinar 360 millones de euros anuales a ello, siendo una comunidad con gran numero de redes e infraestructuras y que es la región española que mayor volumen de agua proporciona a la red (un 17%).
A esta realidad se suma, en el contexto actual, el complejo escenario hídrico fruto de una insuficiencia prolongada de agua en los pantanos, prácticamente desde el pasado otoño, rebajando los niveles de los embalses andaluces en torno a un tercio de su capacidad en los últimos meses.
Más aún en un territorio donde los efectos del cambio climático y el calentamiento global, acentuador de las sequías, cobran especial incidencia. Vivimos pues una situación delicada y difícil de gestionar en la que la escasez de agua evidencia aún más las limitaciones de las actuales infraestructuras hídricas y las inminentes necesidades de inversión para su mantenimiento, eficiencia y sostenibilidad presente y futura.
Administraciones, empresas operadoras y usuarios en general, hemos de esforzarnos todos en gestionar y usar el agua de la forma más eficaz y consciente posible, por el bien de nosotros mismos y nuestra salud, para las generaciones presentes y las futuras. Porque el acceso al agua ha de estar garantizado siempre, en condiciones de seguridad, calidad, regularidad y continuidad.
Las administraciones y los operadores, por un lado, favoreciendo de forma conjunta la materialización de las inversiones necesarias para la sostenibilidad y máxima eficiencia de las infraestructuras hídricas; y por otro, fomentando la planificación y la coordinación, aplicando planes especiales y de emergencia para la prevención y gestión del riesgo, y también reforzando el abastecimiento mediante otros posibles modelos y recursos hídricos alternativos, adicionales, como son la reutilización, la promoción de usos terciarios en depuradoras y el aumento de producción de aguas regeneradas. Y la sociedad en general, por su parte, extremando nuestro nivel de concienciación y compromiso con un uso y consumo responsable del agua.
El agua juega un papel fundamental y estratégico en el futuro y el desarrollo sostenible en una comunidad autónoma como Andalucía. Los servicios públicos de abastecimiento y saneamiento desempeñan una función social clave en la salud y el bienestar de las personas, su calidad de vida, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad económica y ambiental.
En tiempos de crisis, como la pandemia del Covid-19 vivida desde 2020 y ahora la situación de sequía, esta realidad cobra mayor evidencia y plantea todo un reto de gestión y gobernanza a las Administraciones Públicas, las empresas operadoras y la propia ciudadanía.
Ante esto es necesario tomar medidas efectivas con una estrategia basada tanto en la creación de nuevas infraestructuras y la modernización de las existentes, como en la digitalización y gestión planificada y unificada del ciclo del agua, para garantizar el mayor y mejor abastecimiento posible a toda la población.
La oportunidad de la digitalización
Actualmente la digitalización supone una oportunidad para el ciclo integral del agua en el marco de los Fondos Europeos Next Generation, los cuales pueden suponer toda una aceleración de las iniciativas dirigidas a atender una serie de objetivos medioambientales y de sostenibilidad, entre los que cabe encuadrar la inversión necesaria en infraestructuras hidráulicas y la digitalización del sector del agua.
Por nuestra parte, desde el sector andaluz del agua, hemos trabajado firmemente en los últimos meses para la definición de una serie de proyectos estratégicos lo suficientemente transformadores, viables y maduros para su gestión y puesta en marcha por parte de las Administraciones dentro de dicha convocatoria, a través de fondos territorializados, de manera que sean motores de transición y progreso en las áreas de Eficiencia Energética, Economía Circular y Transformación Digital.
Hay que apostar por una producción cada vez mayor de aguas regeneradas, como vía alternativa de disponibilidad de recursos hídricos, dentro de una estrategia de gestión integral de las fuentes de agua para mejorar la garantía de suministro
Asimismo, paralelamente a la obtención de fondos y recursos económicos destinados a las infraestructuras hidráulicas, necesitamos contar también con fórmulas de colaboración público-público y público-privadas entre las Administraciones públicas y los operadores del agua, como vía factible y eficiente para ejecutar, llevar a cabo y materialización a corto o medio plazo las actuaciones necesarias en el sector.
Junto a las expectativas puestas en los fondos europeos Next Generation, las empresas gestoras de los servicios de aguas son de forma permanente aliados y colaboradores activos de la Administración andaluza para promover obras que permitan sacar adelante acciones concretas orientadas asimismo a garantizar y asegurar el pleno abastecimiento urbano.
Las entidades suministradoras, en total coordinación y cooperación con las instituciones titulares y competentes en el marco de la gobernanza del agua, han posibilitado la agilización de la licitación así como la ejecución real de obras y actuaciones necesarias en materia hidráulica con la máxima eficacia, agilidad, eficiencia y seguridad, dando así muestra positiva de su plena capacidad y contribución económica, social y ambiental, como ejecutores reales de las inversiones necesarias, y como actores sectoriales claves y estratégicos para la sostenibilidad del servicio.
Regeneración
Asimismo, ante el prolongado déficit pluviométrico, que afecta directamente a la recarga de acuíferos -recursos exclusivo de suministro para muchas poblaciones andaluzas-, tampoco puede quedar fuera del plan integral de refuerzo del abastecimiento en situación de sequía la apuesta por alternativas de reutilización del agua y una producción cada vez mayor de aguas regeneradas, como vía alternativa de disponibilidad de recursos hídricos, dentro de una estrategia de gestión integral de las fuentes de agua para mejorar la garantía de suministro. La reutilización en España supone actualmente en torno al 7% del agua suministrada (unos 300 hm3), con una tendencia anual al alza de un 8%. Andalucía se sitúa entre las comunidades que generan mayor volumen de agua reutilizada, asociando cada vez más la depuración y la reutilización.
Un compromiso de todos
Para hacer frente al déficit estructural de agua que vivimos, todos debemos comprometernos con su buen uso y cuidado, cada uno en el papel que le toca. En este sentido, administraciones y empresas hemos de seguir esforzándonos en inculcar y consolidar un mayor nivel de concienciación y compromiso ciudadano con el agua como bien común para todos y como vector de recuperación social, económica y medioambiental. Para hacer calar en la ciudadanía el papel que juega el agua como elemento estratégico en el presente y a futuro, existe también la necesidad de potenciar una comunicación más eficiente sobre los servicios de agua, de manera que se comprenda mejor por qué son esenciales en los objetivos de desarrollo y sostenibilidad integral.
Insistimos con este mensaje en la necesidad de despertar o afianzar un sentimiento de identificación en el rol de todos como cuidadores del agua: el agua no se cuida sola. Ha de ser un compromiso firme de todos, por nuestra agua de hoy y de mañana, y en definitivas por nosotros mismos y nuestros descendientes.
Compromiso común y corresponsabilidad
Necesitamos para ello basarnos en las alianzas, la colaboración y la coparticipación. Y por supuesto, extremar nuestro nivel de concienciación. Si bien es cierto que el consumo de agua doméstica mantiene una tendencia descendiente en los últimos años (disminuye en la media nacional hasta 128 litros por habitante y día, entre los más bajos de Europa), gracias al esfuerzo de los usuarios, debemos seguir promoviendo acciones a tal efecto como sector, haciendo una llamada permanente a la conciencia social y corresponsabilidad ciudadana, para hacerlo aún mejor entre todos.
En esta línea, una de las iniciativas que promovemos de forma permanente desde ASA Andalucía y todo el sector del agua, son las campañas de concienciación y sensibilización ciudadana para un uso eficiente y responsable del agua por parte de todos, bajo el lema “Juntos Cuidamos El Agua”.
Cada uno de nosotros, ya sea desde el rol de usuario, gestor o regulador, hemos de identificarnos como cuidadores del agua. Ha de ser un compromiso firme de todos, por nuestra agua de hoy y de mañana, por nosotros mismos y por nuestros descendientes.
Hay evidencias para estar preocupados por la escasez y sus efectos negativos, y hemos de ser conscientes de ello y actuar, cada uno en lo que pueda contribuir mediante buenas prácticas.
En nuestra llamada desde ASA en este Dia Mundial del Agua 2022: Hemos de sentirnos todos como cuidadores de este recurso natural, porque cuidar el agua en sus diferentes ámbitos y usos, no es más que cuidar de nosotros mismos, de nuestra calidad de vida y el desarrollo sostenible de nuestro entorno, en el presente y a futuro.
Hemos de llevar nuestra conciencia sobre el discurso de ”cuidar el agua” un poco más lejos de lo que se ha hecho hasta ahora. No se trata de cuidar el agua “porque está bien” o porque “es lo que hay que hacer”: es cuidar el agua porque así cuidamos de nosotros mismos.
De ahí nuestro mensaje clave con motivo del Día Mundial del Agua 2022: “Eres agua. Cuídate. Cuídala”. Una campaña que iniciamos este mes de marzo en colaboración con la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería Pesca y Desarrollo Sostenible.
Esto nos atañe y hay que ser conscientes. Hay razones para estar preocupados por la escasez y sus efectos negativos, con serios escenarios perjudiciales a la vista como consecuencia de la sequía, ante lo que hay que actuar de manera inminente.
Ninguno de nosotros somos probablemente capaces de imaginar un mundo sin el agua corriente de uso público a la que accedemos a diario”. Por tanto, debemos ser capaces de erradicar la postura errónea de “yo no puedo hacer nada”, porque existen realmente comportamientos de éxito a aplicar para combatirlo y aminorar la gravedad o tratar de contenerla. Cómo: con medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático, llevando a la práctica diariamente consejos para cuidar mejor el agua desde el hogar, y todo lo que esté en nuestras manos.
Tengamos siempre muy presente que el agua, como elemento estratégico y transversal, juega un papel fundamental en el proceso de desarrollo sostenible, la conservación de nuestro hábitat y el progreso económico, social y ambiental.
