La soledad

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Remedios toda la vida ha sido una mujer determinada. No lo ha sido porque deseara serlo, sino que lo ha sido más bien, como un mecanismo de defensa delante de todo el sistema sanitario, que, según su parecer, le ha querido hacer intervenciones poco efectivas para ella. Cada vez que le han recetado un medicamento se ha negado en rotundo a tomarlo, y es así, como ella está segura que ha vivido 99 años.

Ha sido una mujer de campo, dura delante de la adversidad del tiempo y fuerte para salir adelante en tiempos difíciles.

Siempre ha sido coherente consigo misma y ha sido una mujer libre, con sus convicciones por bandera como religión propia.

En tiempo de Covid-19 tampoco ha querido tomarse nada a pesar de haber tenido fiebre, tos y haberse sentido realmente mal. Cuando la obligaron se resistió y peleó hasta conseguir no tomarse nada. Remedios asume que cualquier día se morirá y quiere vivir con su voluntad intacta hasta el último día.

Su sobrina dice que no es necesario que tome nada, que se cumpla su voluntad. Remedios solo tiene pequeños paseos y la compañía de algunas personas a las que mira de reojo y escucha detenidamente disimulando no fuera el caso que fuera vista mostrar interés.

Ha visto morir a su compañera de habitación y quiso creer que la habían llevado al hospital, hasta que hace pocos días, a raíz de su desesperación después de tantos días de confinamiento quiso conocer la realidad.

  • ¿Aquella mujer se murió?
  • Si, Remedios.
  • ¿Se murió?
  • Si, Remedios.
  • Y se hizo un silencio, y después de un pequeño momento me dijo, que ella se sentía muy sola.

Nunca Remedios había dicho que se sentía sola y que quería compañía. Tantos días sola te hace descubrir los propios demonios, pero también las necesidades más primarias. En primer lugar, las fisiológicas (hambre, dolor, …), y en segundo término las de seguridad (la compañía y seguridad de los otros). Pero nadie le pudo cubrir estas necesidades de la manera que ella hubiera querido, y además todo cambió.

Las caras conocidas se disfrazaban de astronautas y se perdían las pocas referencias, buenas o malas que tenía. Nadie se acerca, todos van protegidos y dan verdadero miedo.

Si Remedios no puede tener una seguridad externa tampoco no la tendrá interna. Y así fue.

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