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La situación política, una oportunidad para la izquierda si se sabe aprovechar

Esta oportunidad tiene, para las fuerzas que se definen como progresistas o de izquierda, un reto el reencuentro con las necesidades de la mayoría social de la región y su capacidad de contrarrestar la demagogia de la derecha con firmeza y hechos

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análisis

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En estos tiempos de crisis global (sanitaria, social, económica y geopolítica) una frase que aparece con significativa reiteración es “en toda crisis aparecen oportunidades” y esto es completamente cierto, siempre que una partida se acaba y se vuelven a dar cartas, es muy posible tener mejores opciones para que las cosas nos vayan mejor, e incluso se pueda ganar la mano en curso.

Sin embargo, en toda crisis que cuestiona el estado de las cosas, aquellos que se han beneficiado del estatus quo anterior, bajan el perfil, se disfrazan de lagarteranas e incluso hacen ejercicios cínicos inconmensurables, recordemos el “hay que refundar el capitalismo” del hoy condenado Sarkozy, el siguiente paso es moderar los cambios y desviar los objetivos y el siguiente es volver a la situación previa con más fuerza.

El estallido o “semiestallido” de la derecha española, es evidente que abre importantes oportunidades para generar políticas e instituciones favorables y sensibles a los problemas de la gente y que ponga freno a los déficits sociales, democráticos  y culturales que están generando las experiencias de los diversos trifachitos que gobiernan (y gobiernan se esté en los órganos de gobierno o desde fuera). 

Mociones de censura

Las mociones de censura en Murcia y Castilla y León, y sobre todo el golpe encima de la mesa de Ayuso-Rodriguez en Madrid, conmocionan el panorama de la derecha española. Disolución de la Asamblea de Madrid con evidente desconocimiento de Casado y la dirección del PP, pero que de inmediato pasan a repetir todos sus voceros (Egea, Maroto, Gamarra, Montesinos) la ridícula disyuntiva entre “socialismo y libertad” expresión de un pensamiento retrotraído mas allá de la guerra fría y muy a gusto de Trump y Bolsonaro.

Este golpe de Ayuso, marca el camino de una derecha radicalizada y ultramontana con un discurso basado en las mentiras, los bulos y la agresividad ideológica primaria, una derecha donde los mentores son los Monasterio y Abascal, todos en la escuela de Bannon. Mientras Cayetana se relame en su futura venganza. Esto deja en una muy difícil situación a Casado y el equipo de dirección pues se ve obligado a seguir a rebufo de este delirio y sin capacidad de reacción. Las caras de los Feijoo, Moreno Bonilla, Mañueco, eran expresión de la encrucijada que se les abre y mucho más después del batacazo de Cataluña, y encima Bárcenas atizando las brasas. 

Si la situación de la principal referencia del conservadurismo español es grave, la evanescencia del otrora Podemos de Derechas (que pedía la banca) Ciudadanos es patética. Lo que les sucede ahora no son más que los coletazos de una trayectoria errática que bajo la conducción de Rivera les llevo de los más de 4 millones de votos en abril de 2019 al millón seiscientos mil sólo ¡¡¡siete meses después¡¡¡¡ y con la última estación en la debacle de Cataluña.

Foto de Colón

Dos fechas claves: 10 de febrero de 2019 la foto de Colón y mayo de 2019 elecciones municipales y autonómicas. Rivera embarcó a una opción política que se presentaba como nueva, renovadora, alternativa centrista al bipartidismo, en una carrera enloquecida por el sorpasso al PP (algún día habrá que reflexionar sobre el veneno que tiene dicho lema inventado por Berlinguer y el PCI), por el  antiizquierdismo mas furibundo y por la bandera rojo y gualda mas grande que todas. En lugar de ser un posible lugar de moderación y encuentro se expresó como un elemento más de intransigencia derechista acompasando el ritmo que marcaba la extrema derecha.

Sin embargo, Ciudadanos tuvo un momento importante para corregir el rumbo o al menos moderarlo en mayo de 2019 cuando los resultados de las elecciones municipales y autonómicas le permitieron marcar un perfil propio e independiente y no someterse a las exigencias del PP y al viento que insuflaba VOX.

Era el momento para mostrar que era una opción útil para la sociedad, condición para estabilizar el apoyo. Podía sin duda haber tenido mucho mayor protagonismo con pactos diferenciales y mayor presencia y poder institucional, por ejemplo en Madrid (tanto en Comunidad como en Ayuntamiento). Y, sin embargo. les pudo ese impulso de derecha pura que les ha conducido a blanquear la corrupción  del PP y el involucionismo de VOX.

La figura de Villacís avalando la salvajada de la eliminación de los versos de Miguel Hernandez y del Memorial en La Almudena y dando cobertura a la vandalización de los murales feministas, pinta el papel de comparsa de la ultraderecha que han jugado.

Durante los estados de alarma, Arrimadas apunto hacia un giro, nunca consolidado y ahora con la crisis en Madrid, Murcia y Castilla y León de nuevo se mueve en el quiero y no puedo ( ya se ha visto la facilidad de compra en Murcia), sobre todo en Madrid donde han sido basureados de mala forma por Ayuso (tanto en la gestión de la pandemia, no olvidemos el cese de Reyero) como en la convocatoria de elecciones. Ciudadanos, la nueva operación reformista de centro que acaba en los cauces de la derecha.

Si antes señalábamos el lugar común de que toda crisis tiene su oportunidad, ahora hay que incidir en si se sabe aprovechar.

Tirado a la piscina

La derecha se ha tirado a la piscina yo creo que con poca valoración del volumen de agua que había en la misma, pero una vez que esto se ha producido hay que poner todo el esfuerzo en cambiar las cosas. Madrid lleva 25 años de construcción de una hegemonía cultural y económica clara, es la construcción del Madrid conservador, desigual socialmente, que aparenta igualdad de oportunidades pero estas están sólo en un solo lado.

Un trumpismo madrileño, que empezó con Gallardón en 1995 copando la administración regional y abriendo la espita del ladrillo como base de la economía madrileña, que desarrollo y profundizo en todos los ámbitos Esperanza: la sanidad a las constructoras y los fondos de inversión, la educación a la concertada y la privada, los servicios sociales desmantelados, Universidades Privadas por doquier, CEU San Pablo y Francisco de Vitoria como puntas de lanzas del adoctrinamiento neoliberal, medios de comunicación aceitados y con un núcleo duro (Sostres, Herrera, Los Santos, Inda,…) convenientemente apoyado, segregación social, antifeminismo disfrazado de todas somos feministas,…

Este Madrid que ahora con su acólita Ayuso lleva esta lucha por el dominio social al extremo: guerra al pobre, vuelta al ladrillo, transferencia de recursos a las privadas, criminalización de la progresía, clericalismo de misa de 12 y aperitivo,…toda Madrid como Nuñez de Balboa y esto en la pandemia ha dado un salto con una gestión desastrosa incumpliendo todas las recomendaciones del Consejo Interterritorial con operaciones de opereta como el Zendal o las vacunaciones en el Wanda cuyo único objetivo es la noticia y la confrontación con Sanchez, mientras cerraba los centros de primaria, no contrataba o precarizaba a los profesionales sanitarios, y se utilizaban los fondos transferidos para la lucha contra la pandemia a pagar intereses de una deuda inflada por sus recortes de impuestos a los amigos.

Las mociones de censura o las elecciones abren con claridad una oportunidad para cerrar este ciclo nefasto para los madrileños y especialmente para los sectores populares. La jugada de buscar una mayoría absoluta o en alianza con Vox (da lo mismo porque tanto Monasterio como Ayuso se inscriben en la batalla contra los derechos cívicos y sociales).

Reto

Pero esta oportunidad tiene,  para las fuerzas que se definen como progresistas o de izquierda, un reto el reencuentro con las necesidades de la mayoría social de la región y su capacidad de contrarrestar la demagogia de la derecha con firmeza y hechos, porque esta derecha incluida la extrema ha logrado penetrar en el  imaginario de muchos sectores que viven el deterioro de la situación y a la que la pandemia ha situado aun mas en una situación critica; el fiasco del IMV ha hecho mucho daño, por supuesto que con la derecha no habría ni eso, pero las expectativas que se generan deben cumplirse: protección del empleo, servicios sociales, recuperación de la sanidad pública en toda su extensión, ingreso básico, vivienda social y de alquiler limitado, educación para todos (incluida la generalización de recursos telemáticos en la escuela pública)  no pueden simplemente ser lemas de campaña y menos teniendo el Gobierno de España con un acuerdo de coalición progresista, tienen que ser compromisos de un nuevo gobierno que empiece a limpiar la región de desigualdad social, corrupción y deterioro de la convivencia.

En esta batalla están todos muy interpelados. Las discusiones sobre formulas electorales (si hay elecciones como parece), o de candidatos no son ni mucho menos lo central, que cada sector lo aborde como considere pertinente, el PSOE con Gabilondo, Mas Madrid, con Mónica García, y Podemos con quién defina, lo fundamental es que sean conscientes de la dificultad y del alcance de la batalla electoral y la imprescindible movilización política y electoral que exige derrotar a Ayuso-Monasterio, no sólo tiene que declarar que se quiere ganar sino que tienen que vincularse socialmente a las fuerzas que pueden hacerlo posible como se vislumbro en el periodo 2014/2016 donde se desperdiciaron el impulso y la ilusión de cientos de miles de ciudadanos.

Una oportunidad sí, pero hay que saberla aprovechar.

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