Al igual que la continuidad ha sido la característica más notable del nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy, a la hora de jurar y prometer los cargos, los ministros han optado por la fórmula tradicional de hacerlo delante de Biblia y un crucifijo.

De hecho, todos los miembros del Gobierno han optado por la fórmula de la jura en lugar de la promesa, con la única excepción de Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal, nombrada ministra de Defensa.

En 2014, la Casa Real cambió el protocolo y permite, a partir de ahora, que los nuevos miembros de las instituciones que juran o prometen el cargo en La Zarzuela puedan hacerlo sin una Biblia y un crucifijo delante. Hasta ahora, los nuevos cargos tenían la opción de jurar o prometer cumplir sus obligaciones, pero no podían intervenir en la disposición de los elementos simbólicos exhibidos en el acto.

Aunque existe esta libertad para retirar los símbolos religiosos en estos actos, hasta la fecha nadie lo ha pedido. Por eso la ceremonia de jura o promesa de los miembros del Gobierno se sigue haciendo como en tiempos de Juan Carlos I.

Desde luego, el nuevo gabinete de Rajoy ha demostrado que la separación entre Iglesia y Estado está muy lejos de llevarse a cabo. Y mucho menos tras los datos de financiación conocidos recientemente. Entre 2007 y 2013 las subvenciones y transferencias de la Administración central a la principal entidad religiosa que opera en el país ascendieron a 1.566 millones de euros (2,6 billones de las antiguas pesetas), mientras que la cuantía de los fondos destinados a los partidos políticos fue de 815 y la asignada a organizaciones sindicales y empresariales se quedó en 277, según la Intervención General del Estado.

Tras el Consejo de Ministros, los seis nuevos ministros se trasladarán a sus Ministerios para el traspaso de carteras: Exteriores y de Cooperación (13.00 horas), Defensa (13.30 horas), Interior (16.00 horas), Fomento (16.30 horas), Energía (17.30 horas) y Sanidad (18.00 horas).

1 COMENTARIO

  1. Más de lo mismo, nuevamente Mariano no cambia: no cambiará ninguna ley, lo avisó; los mismos collares…y, por supuesto, nos quieres caldo, dos tazas: la biblia y crucifijo. El rey sigue igual; es un fin de régimen lo que estamos contemplando.

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