Desde la Federación Estatal de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC-UGT), celebran el fin de las negociaciones. Además consideran “que han sido unas negociaciones difíciles, dada la envergadura de este ERE en el BBVA”. La parte social de los sindicatos han hecho un enorme esfuerzo por alcanzar las mejores condiciones posibles. “Hay que recordar que la reforma laboral del PP, aún sin derogar, no ha facilitado para nada la negociación”, han afirmado.
ERE del BBVA
Para los sindicatos, “en caso de no aceptar la última propuesta presentada y que recoge una parte importante de lo solicitado por la representación legal de los trabajadores (RLT), las extinciones, volverían al punto de partida (3.798 extinciones)”. Eso supondría volver a la indemnización que la empresa ya anticipo y que sería de 20 días por año trabajado y un máximo de 12 meses.
La firma del acuerdo no es un orgullo
Para UGT, “no es ningún orgullo firmar un ERE, y no debiera ser un orgullo no hacerlo cuando de responsabilidad se trata”, ha señalado en el comunicado. Por qué “firmar un ERE es siempre un hecho traumático, duro y complicado en el que nunca se triunfa, firmes o no”.
Condiciones dignas
Para el sindicato, “aquellos que venden la no firma como un éxito se equivocan cuando lo hacen. También aquellos que venden la firma como un logro”.
UGT había pedido prejubilaciones y salidas voluntarias desde la primera reunión. Pero durante la negociación y viendo que ese no era el escenario, tuvieron que adaptarse si querían llegar a conseguir unas condiciones dignas para la plantilla.
Este acuerdo ha sido posible con las mejoras conseguidas respecto a la propuesta de partida “también, gracias a la implicación de toda la plantilla. Los trabajadores y trabajadoras ha plantado cara a la empresa y ha respondido en las movilizaciones”, ha recordado el sindicato.
UGT, como firmantes del acuerdo, estará presentes en la comisión de seguimiento y velará por el cumplimiento estricto de cada uno de los puntos del acuerdo.
Resumen del ERE del BBVA
Este afectará a 2.935 empleados, 863 personas menos. Habrá 210 excedencias retribuidas y con el compromiso de retorno al banco. Razón por la que la cifra de salidas al final queda en 2.725 empleados, frente a los 3.800 propuestos por el banco inicialmente.
El acuerdo incluye el cierre de 480 oficinas, frente a las 530 propuestas inicialmente.
Supone además una mejora económica sobre la propuesta realizada por la entidad la semana pasada.
El banco estima que el coste del plan será de 960 millones de euros antes de impuestos. De ellos 720 millones corresponden a las desvinculaciones de la plantilla y 240 millones al cierre de oficinas.
