“Esta no es una crisis de bancos, es una crisis de personas”, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante su intervención en el evento ¿Cómo afrontar la crisis del COVID19 en América Latina?, organizado por Casa de América, CAF- banco de desarrollo de América Latina y CEPAL. El continente afronta la peor recesión de su historia como consecuencia de la pandemia, así lo advirtió la organización de la ONU dedicada al análisis de la economía latinoamericana, quien alerta de que “la economía de la región caerá un 5,3% este año: se trata del peor retroceso en la historia latinoamericana, peor que el posterior a la Gran Depresión y que la crisis financiera de 2008”. Mientras tanto, las cifras en América Latina continúan en ascenso con más de 14.000 personas fallecidas y aproximadamente 250.000 casos positivos por coronavirus.

Para la secretaria ejecutiva de CEPAL, las medidas de las organizaciones internacionales “tienen un papel aún más importante en esta crisis”. Los datos auguran que dicha crisis puede llevar a la pobreza a 29 millones de personas en América Latina y, en este sentido, Bárcena insistió en la necesidad de proteger el ingreso de los hogares más vulnerables: “Tenemos que pensar cuánto puede costar un ingreso básico ciudadano para los próximos seis meses, que estaría en torno al 4,7% del PIB”. Por su parte, Luis Carranza, presidente ejecutivo de CAF-Banco de desarrollo de América Latina, afirmó en el mismo encuentro que “dicha caída supone una diferencia de 7 puntos respecto al pronóstico de crecimiento previa a la llegada del COVID19”.

Además, Carranza explicó que “la recuperación pasa por tres ejes fundamentales: el control del virus, las características estructurales de cada país (sus materias primas, turismo, el grado de informalidad de sus economías o sus sistemas financieros) y la respuesta política, tanto en el ámbito sanitario como en el monetario”, y puso como ejemplo las medidas de liquidez tomadas por Chile o Perú para garantizar la cadena de pagos de las empresas. Según el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa, “la región está como Europa hace seis semanas, por lo que se puede esperar para las próximas semanas un crecimiento del número de los casos”.

Alicia Bárcena concluyó su intervención reflexionando acerca de la nueva normalidad. Por una parte, reparó en el papel de la desglobalización, “que nos llevará a una reestructuración de la geografía económica, como consecuencia de que muchos países se hayan encontrado sin recursos suficientes, como respiradores o mascarillas, con los que hacer frente”. Y, en segundo lugar, abarcó la transición hacia un futuro más igualitario y sostenible. En este sentido, “el distanciamiento social y el precio del petróleo pueden motivar el uso del transporte privado, lo que colapsaría las ciudades”, comentó Bárcena. “Tenemos que repensar el uso de la energía, pues esta crisis nos ha enseñado que podemos vivir con menos consumismo. Debemos repensar nuestra relación con la naturaleza o si no el próximo colapso mundial será el cambio climático”.

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