La reunión de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez ayer fue la más tensa de las celebradas hasta el momento desde la pandemia por la decisión del Gobierno del regreso a la actividad industrial. De hecho, todos los presidentes del PP, así como Torra, en Cataluña, y Urkullu, en Euskadi, no comparten la decisión del Ejecutivo de España.
Aunque los ministros de Unidas Podemos tampoco han querido desautorizar al presidente públicamente, en privado también se mostraron reticentes a esta vuelta al trabajo del mundo industrial, tal y como ayer adelantaba diario16.com.
Uno de los que se ha mostrado más tajante ha sido el presidente catalán, Quim Torra, quien ha exigido que se prolongue confinamiento.
Torra, antes del encuentro, ha reclamado por carta que el Gobierno les envíe los «informes sanitarios y epidemiológicos» que avalan la vuelta a la actividad laboral de esos sectores no esenciales, y ha asegurado en su intervención que es una «temeridad y una imprudencia absoluta» que casi un millón de trabajadores en Cataluña regresen esta semana a sus puestos.
Decisiones
Además, ha advertido a Sánchez que no se quedarán «de brazos cruzados» y que tomarán sus «propias decisiones».
En esa misma línea, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, le ha pedido al Gobierno central que espere «unos días» antes de la vuelta a la movilidad laboral, ya que no cree que la seguridad esté garantizada.
El retraso de Ayuso
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha protagonizado la anécdota de la jornada al unirse telematicamente a la reunión con dos horas de retraso porque tenía que ir a posar y hacerse la foto a Barajas con el avión que traía material sanitario a Madrid. Una decisión y un gesto por el que ha recibido muchas críticas.
Mayor claridad frente a la pandemia
Otros líderes autonómicos, como los de País Vasco, Galicia y Andalucía, han reclamado a Sánchez durante su intervención mayor «claridad» acerca de sus planes sobre la pandemia.
Así, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha criticado la «permanente escenificación» del Gobierno, al que ha pedido «certezas» y un «trabajo más horizontal y cooperativo» con las comunidades autónomas.
Urkullu ha reclamado al Ejecutivo claridad respecto a la desescalada, el plan de vuelta a la normalidad, las necesidades de nuevas infraestructuras, el reparto de mascarillas y test y la llegada y distribución de material.
Unidas Podemos también prefería esperar
Mientras, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido que el mando único durante el estado de alarma garantice «información contrastada y homologable» y ha preguntado cuál será el protocolo para el uso generalziado de mascarillas por parte de la población.
En la misma línea, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, ha solicitado mayor «claridad y liderazgo» al Gobierno y que las comunidades autónomas tengan «mayor participación» en la toma de decisiones.
El cántabro Miguel Ángel Revilla ha criticado la lentitud con la que está llegando el material de protección y sanitario del Gobierno central, y en cantidades que no llegan «a la mitad» de lo que aporta la comunidad autónoma.
Ha dicho que hay un deficit de mascarillas enorme aunque espera que lleguen a todos los hogares cántabros como mucho en ocho o nueve días.
Desde Baleares, su presidenta Francina Armengol ha defendido mantener la suspensión de las conexiones aéreas y máritimas porque ha sido clave para contener la pandemia.
Ángel Victor Torres, presidente canario, ha defendido que las islas sean «un laboratorio» para la desescalada y en concreto se ha referido a aquellas islas donde no hay casos de coronavirus y en las que se podría comenzar, cuando finalice el confinamiento, a realizar una vida normalizada.
