Las plataformas 2020 Rebelión por el Clima y Extinction Rebellion Spain han organizado una ola de rebelión climática sin precedente en Madrid, que se suma a la rebelión internacional en más de 60 países. Rebelarse de manera exclusivamente pacífica ante la amenaza para la vida en el planeta es una obligación ciudadana. El objetivo es una defensa masiva y urgente de todos los bienes comunes, necesarios para la vida.
Un corte de tráfico pacífico para pedir acción urgente frente a la emergencia climática
Más de 1.000 rebeldes se han reunido hoy a las 8h30 para bloquear el tráfico en la zona del Paseo de la Castellana. La policía acudió para desalojar a los rebeldes en un intento de neutralizar la acción. Los agentes de policía cortaron las cadenas que retenían a los rebeldes y los arrastraron sin que ellos ofrecieran resistencia.
Tras más de 50 años ignorando las advertencias científicas, la falta de diligencia del Gobierno frente a la emergencia climática contrasta dramáticamente con la rapidez de la intervención policial en contra de una movilización ciudadana pacífica.
De hecho, varias decenas de personas fueron retenidas por la policía, y también se produjeron detenciones. A pesar del pacifismo de la acción, los organizadores denuncian que se hayan producido partes por lesiones.
Ocupar la calle para defender nuestro mayor bien común: el derecho a la vida en un planeta amenazado
La estrategia de bloqueo de la zona de la Castellana iba coordinada con una ocupación masiva frente al Ministerio para la Transición ecológica. Extinction Rebellion Spain (XR-ES) organizó primero un desfile/performance para visibilizar y denunciar los principales peligros generados por la actual emergencia climática y ecológica: desertificación, daños a los océanos, sexta extinción masiva de especies y megaincendios.
España es especialmente vulnerable ante todas estas amenazas letales, escenificadas por varios grupos en el desfile: los desiertos avanzan personificados por manifestantes con túnicas de beis, la naturaleza arde en fuego rojo y sangre derramada. En el centro del desfile bailarines representan la extinción de las especies, y el círculo del colapso se cierra con personas que simbolizan los mares azules que suben.
Se trata de una rebelión por la vida: personas de todas las edades, a veces con discapacidad, personas con o sin empleo. A menudo en situación precaria. De los sectores más diversos: la agricultura, la construcción, la sanidad, la investigación científica, el turismo, la industria, los medios de comunicación, los tribunales, la enseñanza, los servicios. Cada una unida desde sus diferencias para reclamar un cambio profundo de un sistema que lleva el planeta al borde del abismo.
Una acampada en Nuevos Ministerios: un espacio para reclamar y concretar soluciones inmediatas
En la acampada situada frente al Ministerio para la Transición Ecológica, se organizan actividades abiertas a todas las personas: charlas sobre el estado de emergencia climática, foros de debate ciudadano sobre los cambios socio-económicos más urgentes, espacio para avanzar soluciones que tienen cabida en el Ministerio y girando en torno a las demandas globales de XR-ES:
- Verdad sobre la emergencia climática,
- Acción para conseguir un balance nulo de emisiones de gases de efecto invernadero en 2025
- Asambleas ciudadanas elegidas por sorteo para desbloquear la inacción política ante la emergencia.
Todas estas demandas son factibles, necesarias y urgentes. Por esto las llevamos al espacio público, frente al Ministerio para la Transición ecológica. Allí nos movilizamos porque necesitamos todas las soluciones .Y todas a la vez.
