La prostitución en Malvaloca

Un tema prohibido

0

El comercio sexual aparece en la literatura como una decisión personal, pero la práctica de la prostitución tiene implicaciones más serias, tanto económicas y sociales como culturales. Una distribución desigual de la riquezas produce una desigualdad en las posibilidades sociales, aunque haya putas ricas y pobres, se confirma la división social. La división de clase es tan vieja como lo que conocemos por civilización, en cualquier sociedad compleja existen estatus diferenciales, la riqueza, la forma de vida, la cultura, la capacidad y el reconocimiento social. La historia humana recoge un comportamiento sobre unos hechos ciertos: la existencia de grupos que viven de la sexualidad.

El tema fue históricamente ignorado como problema o reprimido como delito. Sin embargo, hay comunidades que manifiestan posiciones contrarias a la práctica del amor libre y del llamado comercio del sexo. La mayoría de los países occidentales se declaran partidarios de abolir la prostitución, aunque el problema persiste a pesar de las leyes, sin duda alguna, un problema social y cultural no queda eliminado mediante un texto legal. En los países tolerantes la prostitución está regulada, las normas le corresponden al derecho administrativo y al derecho penal, dependiendo de la interpretación de la ley, la prostituta puede considerarse una peligrosa social o una delincuente. Cuando se atiende a lo primero, aparece la necesidad de rehabilitación o reeducación, en este espinoso campo se ha movido tradicionalmente la ideología religiosa en muchos estados europeos. La legalidad es competencia del Estado o de las Autonomías, en el caso de nuestro país. La administración es la encargada de hacer cumplir las normas, como en cualquier negocio, el control de los prostíbulos, de la higiene y de los problemas sanitarios,de modo que os problemas sociales tienen posibilidades de corrección. Desde hace tiempo el mundo cristiano ha considerado la prostitución como un pecado, pero no ha logrado erradicarla. El convenio internacional firmado en París en 1.910 por algunos países trataba de impedir la trata de blancas, aunque los resultados tampoco han sido satisfactorios, porque hace años que la prostitución aparece en manos de las mafias internacionales.

La película Malvaloca aborda un problema presente en temas históricos, literarios y artísticos de la cultura occidental de todos los tiempos. Debido a la constancia y vigencia en el pensamiento judeo-cristiano se le ha llamado “ el oficio más antiguo de la Historia”, por ese motivo las distintas religiones han mostrado un gran interés por erradicar la prostitución. La mayor parte de las propuestas para solucionarlo lo hacen desde la perspectiva de la Fe, así la prostitución es considerada tabú, pero siempre estuvo presente en la cultura tradicional. Tanto la prostitución como el adulterio fueron tratados desde los maestros medievales hasta los perseguidos de la Inquisición en siglos posteriores. En tiempos más cercanos serán la Dirección General de Seguridad, la Guardia Civil y los tribunales correspondientes los encargados de erradicarlo. Por otro lado, la Iglesia y la Junta de Censura estaban siempre presentes para velar por las buenas costumbres y para impedir la emisión de imágenes degradantes o viciosas.

La cultura medieval y moderna se enfrentaron con el tema. El movimiento romántico acogió el problema con entusiasmo, porque trataban de retratar amores desgraciados e imposibles cercanos a la desesperación. En sentido distinto lo manifiesta el movimiento realista y naturalista que lo abordaron comprometidos con su tiempo. Para los artistas del siglo XIX la prostitución adquiere la amargura de la crítica social, el comercio del sexo tuvo un principio que no parece coincidir con las relaciones sociales anteriores a la civilización. La prostitución es consecuencia de la institucionalización de la familia, la división social del trabajo y la propiedad privada. En las sociedades primitivas es posible que practicaran la promiscuidad o la poligamia, así cuando la sociedad impone sus reglas, sus miembros pierden el respeto a lo prohibido.

El pensamiento marxista se enfrentó al problema. Dice Engels:

«Reconstituyendo de esta suerte la historia de la familia, Morgan llega a estar de acuerdo con la mayor parte de sus colegas acerca de un primitivo estado de cosas según el cual, en el seno de una tribu imperaba el comercio sexual sin obtáculos, de tal suerte que cada mujer pertenecía igualmente a todos los hombres y cada hombre a todas las mujeres.

La humanidad decidió coger un camino determinado y determinante en las relaciones sociales. A partir de entonces, las fuerzas dominantes han concentrado parte de sus energías en defender su forma de vida, pero el crecimiento material y tecnológico no fue paralelo al comportamiento equitativo. En el mundo contemporáneo hay más comprensión hacia la vida y las relaciones sociales, pero sigue pesando como una loza el pensamiento conservador de distinto signo. Parece un coste elevado el que la humanidad impone a cambio de conseguir la civilización, hasta ahora el principio del placer o el camino de la felicidad aperecen ocupados por las huestes de la tiránica civilización. Freud consideraba que el «malestar en la cultura» dependía de la constitución biológica del hombre, pues la cultura hunde sus raíces en la prohibición y en una práctica social coercitiva, la civilización supone sacrificar la libertad primitiva:

» El tabú, la ley y las costumbres han de establecer nuevas limitaciones que afectarán tanto al hombre como a la mujer.

El pesimismo de Freud fue aliviado por la llegada del pensamiento de Marcuse. La posibilidad de una cultura «no represiva» vendrá y será complatible una vez conseguida la «normalidad en la alta civilización», Marcuse defiende una civilización no represiva y la necesidad de liberar los sentidos, que supondría «armonizar la libertad instintiva y el orden», la consecución de una relación nueva entre «los instintos y la razón». El pensador alemán-norteamericano defiende la idea de la superación por mediación de la cultura que él veía no muy lejana. Partiendo de la teoría freudiana aborda el problema y busca el origen de la prostitución, dice Marcuse:

«La fuerza total de la moral civilizada fue movilizada contra el uso del cuerpo con un mero objeto, medio e instrumento de placer; este uso fue convertido en tabú y permanece como el mal reputado privilegio de las prostitutas, los degenerados y los pervertidos”.

La civilización con su capacidad de mantener el orden y la distribución hizo posible la división social, dichas circunstancias contribuyeron notablemente a la regulación de las relaciones sexuales entre los miembros de la comunidad. Aunque lo realmente curioso del asunto es comprobar como después de milenios el proceso se está invirtiendo. Actualmente se producen unos cambios con apariencia de radicalismo en la destrucción de la estructura matrimonial clásica. La institucionalización de la familia contribuyó a la destrucción de las formas arcaicas de convivencia, a partir de entonces fueron imposibles la plena liberación de los sentidos y de los instintos. El hombre maniatado en el matrimonio tuvo que buscar fuera de éste su libertad sexual. Esto lleva a una conclusión enormemente sencilla, según se desprende de todo esto, el advenimiento de la familia fue la causa de la prostitución. En la misma línea de pensamiento ha de situarse el incesto, porque es comprensible que en la época primitiva el hermano y la hermana fueran marido y mujer, advirtamos que el comercio sexual entre padres e hijos o entre hermanos ha sido lícito en muchos pueblos tachados de salvajes.

La familia fue una decisión en un momento histórico concreto. Jesús Ibáñez:

«La destrucción de las relaciones familiares por el capitalismo de consumo es coherente, y funcional, con el desarrollo de este sistema. Las liberalizaciones que produce le son necesarias. Si no es nacesario formar individuos no es necesaria la familia; incluso la materia prima biológica puede lograrse por dispositivos distintos de la filiación (bancos de semen, (…) bebés- probeta.

En la actual situación consumista de la sociedad lo que menos puede importar son los valores éticos o religiosos de la institución familiar. Superada la etapa productiva y reproductiva de la célula familiar, el propio sistema la está arrojando al «cuarto de los chismes». Frente a la cohesión y la fidelidad de la familia tradicional se alza la amalgama de elementos familiares contemporáneos, los cambios de pareja, los cambios de sexo y la inestabilidad en las relaciones familiares, en los horarios de salida y entrada en casa son las nuevas realidades familiares. La quiebra familiar está proporcionando un proceso liberalizador, en las costumbres y en los individuos, pero gran parte de los gobiernos occidentales la reclaman en sus discursos y en sus proyectos electorales. No hay una alternativa clara que sea capaz de sustituir a la familia en el plano social, por otra parte, están las iglesias defensoras del orden familiar, en particular la Iglesia Católica que sigue defendiendo su carácter sagrado. Por su parte el pensamiento ilustrado racionalista no avanza en este campo, como no avanza tampocoen la construción de una sociedad laica sin supercherías y ataduras religiosas.

El amor profano es tratado en el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia. También el pensamiento judeo-cristiano entiende la libertad sexual como un pecado debido a una intervención diabólica, aunque como pecado está sujeto a las posibilidades de la redención. El Génesis: (III, 7) «Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales». En el Sexto y Noveno Mandamiento del Éxodo se leen los acontecimientos que tienen su origen en el apetito carnal. Del Levítico (18, 20) el texto siguiente: «Además, no tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella». El concepto de pecado es una manera tajante de dejar atados los impulsos sexuales y de este modo ha condicionado la cultura occidental, por ser una cultura heredera tanto del pensamiento pecaminoso judio, como del sometimiento al cristianismo a través del estado cristiano. Gonzalo Puente Ojea:

«El uso de la sexualidad debía quedar férreamente regulado por las leyes canónicas, pues las libertades sexuales ponían en peligro la estabilidad y la unidad de la familia, institución que funcionaba como fábrica de cristianos mediante la transmisión automática de preceptos y valores religiosos desde la más tierna infancia.

El pensamiento de San Pablo influyó en el papel de los gentiles como creador del principio ecuménico de la Iglesia Cristiana y del cristianismo histórico. En las Epístolas de San Pablo a los Corintios y Tesalonicences (IV, 3-4) se lee: “… pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornificación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor;…”. Para San Pablo el papel de la mujer estaba relegada a las necesidades del marido, aquí termina el apareamiento y comienza la institución matrimonial del cristianismo. La Epístola a Tito dice:»Enseñanza de la sana doctrina» (2, 3-5)) : «Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada».

Para el Cristo de los Evangelios el papel de la mujer y de la familia debe ser otro, el Nuevo Testamento tiene pasajes reveladores, Lucas (VIII, 21): «Él entonces respondiendo les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la hacen». El Evangelio de San Lucas (VII, 47-48) habla de Magdalena y dice: » Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados» San Lucas (VIII, 2): “y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades; María, que se llamaba Magdalena, de la. que habían salido siente demonios,…”. En relación a Malvaloca San Juan, “La mujer adultera” (VIII, 11) que concluye: “Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más».

Igual que los libros sagrados, la literatura clásica se enfrentó al problema. El teatro en el mundo greco-romano fue una de las manifestaciones más populares. A traves del teatro llegaban a parte del pueblo los grandes ideales políticos, religiosos o filosóficos, la tragedia griega muestra el pensamiento y la sociedad de su tiempo. En la obra de Sófocles, Eurípides o Esquilo, la esclavitud y el comercio sexual formaba parte de los temas. Homero en Odisea pone de manifiesto el papel de la mujer que era secundario y sometido al del hombre. Cuando el prudente Telémaco expresa:

«- Telémaco:Resignate en tu corazón y en tu ánimo a oír ese canto, ya que no fue Odiseo el único que perdió en Troya la esperanza de volver; hubo otros muchos que también perecieron. Mas, vuelve ya a tu habitación, ocupaté en las labores que te son propias, el telar y la rueca, y ordena a las esclavas que se apliquen al trabajo; y de hablar nos cuidaremos los hombres y principalmente yo, cuyo es el mando de esta casa.

– Después de esto prosigue Homero: «Volvióse Penelopea, muy asombrada, a su habitación, revolviendo en el ánimo las discretas palabras de su hijo».

El hetairismo griego fue la práctica institucionalizada y regulada de la prostitución, estas mujeres fueron admiradas y respetadas en la sociedad griega, por sus diferencias con las demás. Eran mujeres cultas y de cierta influencia, pues atendían a favorecer las demandas de pensadores y grandes hombres de la vida pública. Una forma de prostitución la ejercían las mujeres públicas que se establecían en casas controladas, otras cortesanas frecuentaban los banquetes, como bailarinas o músicos. El trato y el papel de la mujer en el ámbito social griego fue de esclava, concubina y fieles servidoras de los héroes. En la polis ateniense la mujer era un objeto de intercambio o de regalo. Tras la batalla, las jóvenes doncellas eran convertidas en botín de guerra del que podían disponer libremente los vencedores. La Ilíada:

» Así dijo. Cada uno tomó una copa doble; y hecha la libación, los enviados, con Ulises a su frente, regresaron a las naves. Patroclo ordenó a sus compañeros y a las esclavas que aderezaran al momento una mullida cama para Fénix; y ellas, obedeciendo el mandato, hiciéronla con pieles de oveja, teñida colcha y finísima cubierta del mejor lino. Allí descansó el viejo, aguardando la divina Aurora. Aquiles durmió en lo más retirado de la sólida tienda con una mujer que trajera de Lesbos: con Diomeda, hija de Forbante, la de hermosas mejillas. Y Patroclo se acostó en la pared opuesta, teniendo a su lado a Isfis, la de bella cintura, que le regalara Aquiles al tomar la excelsa Esciro, ciudad de Enieo».

Durante buena parte de la historia de Esparta, la esclavitud doméstica no fue ejercida, porque la sociedad espartana era fundamentalmente rural y los esclavos vivían en las tierras del señor. Esta forma de vida hizo que los amos estuvieran menos preocupados por ejercitar sus derechos sobre las mujeres. El proceso ateniense por la extensión del imperio y su desarrollo social fue propenso a facilitar los derechos del hombre sobre la mujer. La práctica del esclavismo y la institucionalización del matrimonio monógamo ayudaron a que se consolidara, en la casa griega era frecuente la existencia de jóvenes cautivas que pertenecían enteramente al hombre. El hombre podía satisfacer su apetencia sexual fuera del lecho conyugal estableciendo la manogamia como la mejor forma de matrimonio. La monogamia le era impuesta a la mujer mientras que el hombre quedaba libre de sus compromisos como marido. La tradición familiar griega es de las primeras formas domésticas que viajaron hacia las costas mediterráneas junto a sus mercancias o baratijas. La abolición del derecho materno y la aparición de la sociedad patriarcal supuso el gran fracaso histórico de la mujer occidental del que no se ha recuperado todavía. A partir de entonces fue necesaria la prostitución como derecho del varón a disponer de relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Las mujeres babilónicas del templo de Astarté estaban dirigidas por una sacerdotiza y protegidas por las leyes del código de Hammurabi. Las mujeres babilónicas «estaban obligadas a prostituirse una vez al año en el templo de Mylita», este origen religioso lo practicaron la mayoría de los pueblos mediterráneo y asiáticos. Lo mismo ocurrirá en Egipto donde existieron prostitutas sagradas que estaban consagradas a una divinidad y habitaban en las dependencias del templo. Aunque otra práctica extendida fue la costumbre que ejercitaban las jóvenes haciendo el amor antes del matrimonio, de este modo podían escoger por última vez al hombre que les gustaba para sus relaciones.

La prostitución en Roma estaba institucionalizada hasta el punto que las prostitutas se agrupaban en unos barrios determinados de las ciudades. Soportaban una situación precaria y estaban obligadas a llevar toga, de este modo eran fácilmente identificables. Durante la Edad Media la prostitución estuvo reglamentada y las prostitutas fueron obligadas a vivir en barrios reservados, la situación de estas mujeres cambia notablemente con la llegada de la Modernidad. Las cortesanas en Italia frecuentaron las cortes principescas y eclesiásticas, porque gozaban de prestigio. El cambio más extraordinario se produce con la llegada de la revolución industrial y el sistema capitalista, pues unido a las posiblidades de libertal y de tolerancia sexual la prostitución tiene un fuerte desarrollo centrado en las grandes urbes, centros comerciales y portuarios de todo el mundo. Otras veces de forma encubierta en casas de citas, cabaret, en las calles y bares de alterne. Se ha defendido que con mayor libertad y tolerancia para las relaciones sexuales desciende la prostitución, pero en la sociedad actual está aumentando en países democráticos y de mayor nivel económico.

La prostitución estuvo tradicionalmente presente en la literatura española. En la Celestina es importante considerar la posición de los personajes centrales frente a la familia. Tanto Calixto como su amada Melibea pretendieron dar rienda suelta a sus amores sin plantearse la solución normal del matrimonio, por otra parte, está la presencia de Celestina que ejercía de alcahueta, bruja y otras cosas prohibidas en aquellos tiempos. Las declaradas rameras Elicia y Areusa defienden el trabajo de la prostitución como menos envilicedor y más productivo que el de criada. La fina hironía de Cervantes hizo coincidir la primera salida de Don Quijote con el encuentro de unas alegres prostitutas. Dice Cervantes que eran de esas que llaman del partido. Un dicho popular entre los andaluces dice así: ¡Anda que tienes menos vergüenza que las burracas del partío!. Las putas (burracas) del partío eran especialmente descaradas. Las costumbres y el lenguaje popular del escritor que dice:

«Estaban acaso a la puerta dos mujeres mozas, de estas que llaman del partido, la cuales iban a Sevilla con unos arrieros que en la venta aquella noche acertarona hacer jornada;(…). Pero como vió que se tardaba y que Rocinante se daba prisa por llegar a la caballeriza, se llegó a la puerta de la venta y vió a las dos dispuestas mozas que allí estaban, que a él le parecieron dos hermosas doncellas o dos graciosas damas que delante de la puerta del castillo se estaban solazando.(…). Mirábanle las mozas, y andaban con los ojos buscándole el rostro, que la mala visera le encubría; mas como como se oyeron llamar doncellas, cosa tan fuera de su profesión, no pudieron tener la risa(…)».

En nuestra cultura, la Iglesia impuso su Teología Moral durante largo tiempo «el apetito sexual» es considerado como un pecado de vicio o pecado capital. Los pecados capitales son: «aquellos afectos desordenados que son como las fuentes de donde dimanan todos los demás». Desde una visión de la filosofía tomista uno de los siete pecados capitales es la lujuria o apetito desordenado del placer venéreo. El apetito desordenado a los placeres sexuales, cuando es perfecto es siempre pecado mortal. La fornicación «acto completo tenido por mutuo consentimiento entre hombre y mujer solteros, no afectados por ningún vínculo familiar o religioso» es siempre pecado mortal. La fornicación es un acto reprobado por la Sagrada Escritura, por el Magisterio de la Iglesia y por la Razón Natural, esta fue la ética que durante estos años quedó instalada en las manifestaciones del poder. La puesta en práctica no fue

sencilla para el régimen, pero ha dejado una huella difícil de borrar. Miret Magdalena:

«Sería interminable la colección de datos negativos que contribuyen a formar nuestra psicología erótica tan anormalmente reprimida. Se partía de que el pecado sexual era el culpable de la condenación eterna de casi todos: «De este mandamiento (el sexto) dicen los Santos que están, por causa de él, en el infierno el 99 por 100 de los condenados».

El franquismo había declarado desde su llegada al poder la preocupación por la mujer. Pero estaba escrito en los manuales la admiración que sentía por el tratamiento que al problema le habían dado en Alemania e Italia. El 29 de mayo de 1.942 ante las Juventudes Femeninas en el castillo de la Mota, el Caudillo pronunció un discurso:

«Y yo os digo esto porque quiero que vosotras, que váis a llegar a los hogares campesinos, que váis a predicar en los barrios de las ciudades, a las futuras camaradas podáis decirles estas palabras en que se encierra nuestro programa social, pertenecen a los Mandamientos de la ley de Dios:»Ama a tu prójimo como a tí mismo», que para nosotros significa hacer en nuestro lugar lo que desearíamos en caso del prójimo». [1] 

Lo serio del asunto es que la prostitución era ejercida por las que creían que pecaban y por las que no creían en nada. Carmen Martín Gaite dice lo siguiente:

«El tema de la prostitución, muy debatido en el periodo que nos ocupa, entra de lleno dentro de los objetivos redentores del Patronato de Protección a la mujer, creado en 1.942 y presidido por la esposa del general Franco. Ni esta señora ni las demás que componían la Junta parece que miraran el problema más que con la desdeñosa altivez de quien teme sentirse contaminado al hurgar en un tema tan asqueroso. Sobre el papel se habla de que pretendían amparar a las víctimas del vicio, tanto en lo que se refería a la regeneración de las muchachas caídas como a la protección de las vacilantes, mediante la creación de talleres donde las tuteladas encontraran la oportunidad de encontrar un trabajo».

Lo andaluz y Malvaloca

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre