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La Plaza de Colón recupera el simbolismo de la Plaza de Oriente durante el franquismo

Las apelaciones de la extrema derecha y de sus aliados del Partido Popular y Ciudadanos a los «enemigos de España» recuerdan demasiado a los alegatos fascistas y patrioteros que se lanzaban durante las manifestaciones de exaltación patriótica que el franquismo celebró en la Plaza de Oriente

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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Lo bueno de la historia es que demuestra cosas que, por mucho que se quieran evitar, enseñan la verdadera naturaleza del presente. Eso es lo que está sucediendo hoy en la Plaza de Colón de Madrid.

Los miles de personas que se han congregado allí, en medio de un ambiente patriotero sin sentido alguno, como todo lo que se hace en nombre de una patria arrogada, junto con los mensajes de los líderes políticos de la extrema derecha, han devuelto a ese céntrico lugar el simbolismo que tuvo durante el franquismo la Plaza de Oriente.

Frente al Palacio Real se produjeron las principales concentraciones de exaltación patriótica organizadas por el Movimiento Nacional. Allí se hablaba de los enemigos de España, de la conspiración judeomasónica, del peligro del comunismo y de la victoria en la Guerra Civil.

Ahora, son los propios líderes políticos de la extrema derecha y de sus aliados del Partido Popular y Ciudadanos los que han resucitado el espíritu de la Plaza de Oriente. Santiago Abascal, a su llegada a Colón, no ha dudado en afirmar que «estamos aquí sin miedo y sin vergüenza a ningún tipo de foto. La foto que avergüenza es la del Gobierno sostenido gracias a todos los enemigos de España. Esa es la foto que hoy combatimos y que rechazan la mayoría de los españoles».

Casado y el PP: ¿el nuevo Gil Robles y la CEDA?

El líder del Partido Popular, a pesar de mantener el mismo tono discursivo que sus «jefes» de la extrema derecha, ha pretendido mantener las distancias para que «la foto de Colón» no le salpicara.

Sin embargo, al igual que le ocurrió a José María Gil Robles y a la CEDA, que fueron absorbidos totalmente por las fuerzas fascistas, Pablo Casado se ha encontrado ya con la oposición de la gente en la calle.

Por un lado, se ha encontrado con una pancarta que rezaba «el PP dejó escapar a Puigdemont» y, por otro, el discurso con el que quería posicionarse ha sido interrumpido por gritos de «Pablo Casado, nos has abandonado».

Mientras el PP siga manteniendo su línea de apostar con los acuerdos con Vox, poco a poco el discurso populista y patriotero de los de Abascal les irá comiendo terreno. Sólo alguien tan populista como Isabel Díaz Ayuso podrá frenarlo y eso lo saben perfectamente en Génova. Por eso hoy se le ha querido dar un perfil más bajo a la presidenta de la Comunidad de Madrid.

La extrema derecha y sus aliados se alimentan de los errores de Sánchez

No se puede olvidar tampoco que esta concentración en Colón ha tenido como detonante la más que probable concesión de los indultos a los líderes catalanes del procés. La medida de gracia es, en sí misma, políticamente justa. Sin embargo, el momento elegido para aplicarla es el peor posible, sobre todo cuando Sánchez está fracasando en todos y cada uno de los movimientos políticos que lidera.

Los asesores políticos de Moncloa pueden haber diseñado una estrategia basada en juntar todas las medidas impopulares en este momento, justo antes del verano y de la llegada de los fondos europeos para que las malas noticias se conviertan en buenas durante los dos próximos años durante la recuperación económica.

Sin embargo, esos asesores olvidan que el marketing político sólo sirve para las campañas electorales y que ahora es el momento de la comunicación y los hechos. Además, parece que no han tenido en cuenta que el nacionalismo patriótico tiene un efecto que tarda mucho en desvanecerse, por muchos fondos europeos con los que se cuente.

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