miércoles, 24abril, 2024
21 C
Seville
Advertisement

La pelota no deja de girar

Eduardo Rivas
Eduardo Rivas
Licenciado en Ciencia Política
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

La revolución bolivariana juega uno de sus partidos más complejos, y está en tiempo de descuento. Lejos quedaron aquellas épocas de principios del campeonato en las que de la mano de su jugador estrella, el Comandante Hugo Chávez, ganaba sus mejores partidos y hasta generaba un nuevo estilo de juego, el socialismo del siglo XXI.

Con la partida de su goleador, el partido se le complicó a la vinotinto, y los resultados ya no acompañaron al equipo. Hoy está en tiempo de descuento y los adversarios atacan por todos lados.

Tras el primer ciclo de su nuevo jugador franquicia, los resultados han sido realmente catastróficos, y se ha dejado de lado el estilo de ‘jogo bonito’ que caracterizó a la revolución bolivariana. Hoy tiene poco de bolivariana y nada de revolución. Los resultados así lo demuestran. Con Nicolás Maduro al frente del gobierno los cambios en Venezuela fueron los siguientes:

PIB Real (FMI):                                2013 5,6          2018 -15,0

Venezolanos en el mundo (OIM): 2010 0,55        2015 0,69        2017 1, 64 (en millones)

Índice de corrupción (Transparencia Internacional): 2013 20          2017 18 (0=más corrupto, 100=menos corrupto)

Producción de petróleo (OPEP):      2013 2,35        2018 1,48 (en millones de barriles diarios)

Homicidios (ENCOVI):                     2013 24,7        2018 26,6 (miles anuales)

Índice de democracia (The Economist):                   2013 5,07        2017 3,87 (0=autoritario, 10=democracia plena)

Pobreza extrema (ENCOVI):           2014 23,6        2017 61,2 (% de la población)

Solicitudes de asilo (ACNUR):       2014 4040       2018 50112

Inflación (FMI):                                2013 43,5%     2018 13860%

Claro está entonces que en esta parte del campeonato el equipo la está pasando mal. Incluso cambió la táctica de juego, se acerca más al catenaccio de Karl Rappan que focalizaba su estrategia en fortificar la defensa. Más aún, en algunos casos hasta optaron por hacer trampa, lo cual los expone de manera extrema, ya que han recurrido a los peores métodos para sacar de juego a jugadores del equipo adversario.

Pese a todo, los equipos adversarios no le encuentran la vuelta para poder ganar el partido y poder sacar del torneo al equipo bolivariano.

En los últimos días surgió un nuevo jugador, Juan Guaidó, que desde las inferiores de Voluntad Popular quiere erigirse como la nueva figura del campeonato. Para ello está intentando meter goles desde diferentes ángulos, busca ser elegido el pichichi del campeonato, pero ante cada ataque de la oposición, el madurismo encuentra su defensa férrea.

Su última jugada, llena de fantasía por cierto, fue autoproclamarse presidente interino del país. Y aunque desde otras ligas extranjeras le han dado su apoyo, la vinotinto bolivariana no deja de dar pelea.

Lo que ha ocurrido no es más que una nueva fantasía en pos de conseguir mayores simpatizantes para su hinchada, y si bien los han logrado y hasta uno de los supervisores, Luis Almagro, también ha salido en su apoyo, de todas maneras esto no les garantiza el éxito.

Porque al fin de cuentas, la discusión gira en torno a qué jugadas son válidas para ganar el partido. Si vale cualquier estrategia, un gol con la mano, un bidón con agua contaminada, o si por el contrario no hay que recurrir a esas herramientas porque lo convierte a uno en tan mal jugador como el que se pretende reemplazar.

Esta es la clave, qué vale y qué no para intentar ganar el partido. ¿Se van a respetar las reglas o no? Una vez acordadas estas, el resto es cuestión de estrategias, y en ese punto, aun perdiendo varias posiciones en el campeonato, la vinotinto de Maduro parece ser quien mejor entiende el juego.

Los otros jugadores pretenden influenciar, y así salvo Cuba, Nicaragua, El Salvador, México, Bolivia y Uruguay, el resto de los países americanos se inclinaron por apoyar al tramposo jugador de inferiores que busca ser el nuevo crack del campeonato.

El problema es que hay quienes se creen los dueños de la pelota y quieren decidir quién juega y quien no, y como lo hace. Porque aunque haya equipos que practican estrategias similares a la venezolana, no dejan de ser invitados a cada campeonato, quizás porque arreglan partidos para que con los resultados se favorezca a quienes se creen dueños del juego.

En este contexto la posición acordada entre Uruguay y México ha sido la más clara. México por su lado afirmó que ‘en apego a nuestros principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de controversias internacionales, igualdad jurídica de los Estados, respeto, protección y promoción de los Derechos Humanos y de lucha por la paz y la seguridad internacionales, México no participará en el desconocimiento del Gobierno de un país con el que mantiene relaciones diplomáticas’, mientras que Uruguay sostuvo que ‘los Gobiernos uruguayo y mexicano, en sintonía con las declaraciones de la Organización de Naciones Unidas y la Unión Europea, así como de los Gobiernos de España y Portugal, manifiestan su completo apoyo, compromiso y disposición para trabajar conjuntamente en favor de la estabilidad, el bienestar y la paz del pueblo venezolano’, la cuestión es cómo conseguirlo, y no es sencilla de encontrar la respuesta.

El campeonato se va terminando y sólo queda tiempo de descuento por jugar, de cómo se paren los equipos y desplieguen su estrategia dependerá el resultado del partido, y estamos más cerca de una pelea entre ultras en las tribuna y una batalla campal en la cancha que de un campeonato limpio que garantice el fair play, mientras tanto la pelota no deja de girar.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído