El congreso del PP de Castilla y León el próximo 1 de abril en Valladolid se augura más que caldeado pese a que unas primarias supuestamente ejemplares –con más de una incógnita sin resolver aún por el tema de los censos y militantes que finalmente tuvieron derecho a voto– ha colocado al preferido de Génova, 13 al frente del partido en Castilla y León en detrimento del respaldado por el actual ejecutivo autonómico.

La paz que ha escenificado con pulcritud formal el Partido Popular de Castilla y León este pasado fin de semana ha saltado por los aires después de que la ex vicepresidenta del ejecutivo de Juan Vicente Herrera hasta el pasado 9 de septiembre, Rosa Valdeón, haya acusado directamente al número tres del partido, el coordinador general Fernando Martínez Maíllo, de estar directamente detrás de la ‘operación’ que provocó la dimisión de la persona llamada a tomar el testigo de forma natural en el liderazgo a Herrera tras cometer una infracción de tráfico.

Rosa Valdeón ha estallado y no ha puesto freno a sus acusaciones, con una versión que ha venido guardando para ella sola desde aquel fatídico 9 de septiembre en que triplicó la tasa de alcoholemia en un control de tráfico: “Fueron órdenes implícitas de Fernando Martínez-Maillo. Él llamó a los medios para dar una versión absolutamente falsa de que iba a 170. Él telefoneó personalmente a algunos medios. A otros llamó el subdelegado de aquí [se refiere al subdelegado de Zamora, Jerónimo García], que es un hombre suyo. Maíllo es una persona muy autoritaria, impone, se cobra las cosas, se venga. Para él, el fin justifica los medios”, asegura la ex vicepresidenta castellanoleonesa en El Mundo.

Solo falta Valdeón. De izquierda a derecha, Silván, Maíllo, Mañueco y Herrera.

Estas graves acusaciones han dejado sin capacidad de maniobra a la dirección popular en Madrid y el propio Maíllo, en declaraciones a Onda Cero, se limita a defender la actuación de la Guardia Civil de Tráfico, algo que nunca ha cuestionado la propia Valdeón. Maíllo está convencido de que “la Delegación dice la verdad. La Guardia Civil actúa y da igual quién sea. Cuando no se cumplen las normas se actúa, me alegro de vivir en un Estado de derecho. No se actúa por directrices políticas”.

El coordinador general del PP no responde directamente a las acusaciones que vierte contra él la ex vicepresidenta y se escuda solo en el incidente de tráfico. “Hoy en día, los datos dicen que en España casi el 50 por ciento de los accidentes de tráfico se producen por alcoholemia. No se puede frivolizar con estas cosas. La alcoholemia en carretera es grave, provoca muertes. Se destina mucho dinero público para evitarlo. Da igual si eres cargo público o no. El único dato objetivo de todo esto es que en este Estado, quien triplica la tasa de alcoholemia es sancionado”, explicaba Maíllo en la entrevista radiofónica.

Rosa Valdeón acusa a Maíllo de cercenar su carrera política para colocar a su preferido en la carrera sucesoria

Valdeón, en cambio, tiene una visión bien distinta de lo sucedido y apunta directamente al Ministerio del Interior y a la dirección de su partido a nivel nacional: “En el lugar del accidente se juntaron patrullas de cuatro comandancias distintas, cuatro [de Tordesillas, Toro, Zamora y Arévalo]. Acudieron recibiendo órdenes superiores, vía Ministerio del Interior o vía Partido Popular, a través de Maíllo”.

Maíllo no responde a estas graves acusaciones y prefiere que sea la propia Delegación del Gobierno en Castilla y León la que emita un comunicado oficial donde resalta el “trabajo imparcial, independiente y minucioso que la Guardia Civil lleva a cabo”, algo que en ningún caso ha puesto en duda la actual procuradora en las Cortes de Castilla y León por la circunscripción de Zamora, como así lo ha expresado a través de la red social Twitter: “Ni antes ni ahora he aludido a la Guardia Civil, que actuó con profesionalidad”, al tiempo que exige a sus compañeros de partido “no desviar la atención”.

La exvicepresidenta ha mantenido siempre la misma versión del incidente, incluso cuando unas horas después dimitió del cargo de vicepresidenta y al mismo tiempo cerró todas las puertas a suceder a Herrera al frente de la presidencia del PP regional. Aquel 9 de septiembre madrugó después de haber tomado un tranquilizante la noche previa. Después de tomarse dos cervezas y un montadito en una gasolinera prosiguió camino a casa desde Madrid, donde había dejado a sus hijos en Barajas.

A las siete de la tarde, impactó lateralmente con un camión a efectuar la maniobra de adelantamiento y siguió circulando. Ella no notó ningún impacto. A unos cien kilómetros del punto kilométrico 117,500 de la A-6, en una rotonda de Morales de Toro (Zamora) hasta cuatro patrullas le dieron el alto. El positivo por alcohol se elevó al triple de lo permitido, 0,77. La Opinión de Zamora publicó poco después la noticia y ella dimitió al día siguiente.

Génova no sabe cómo atajar la tormenta desatada por las acusaciones de la preferida del presidente Herrera

Apenas un día antes de que Valdeón estallara públicamente para contar su versión de los hechos, el Partido Popular de Castilla y León celebraba un proceso de primarias muy cuestionado en algunas provincias como León. El nuevo candidato para relevar a Juan Vicente Herrera al frente del partido ha sido finalmente el preferido de Génova y de Maíllo (ex presidente de la Diputación de Zamora), el actual alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, un hombre de aparato, en detrimento del regidor de León, Antonio Silván, respaldado por el propio presidente de Castilla y León y buena parte de su equipo de Gobierno.

Unos y otros se volverán a ver las caras el 1 de abril en el auditorio Miguel Delibes de Valladolid, cita del próximo congreso regional que aupará a Mañueco, un hombre de aparato con el perfil de hombre duro más ajustado a los deseos de Génova. Allí se podrá comprobar hasta qué punto se ha cerrado en falso o no la unidad de los populares de Castilla y León.

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