Los aproximadamente 500 civiles atrapados en la fábrica de Azot, según cifras de las autoridades ucranianas, se enfrentan a la escasez de agua, saneamiento y electricidad, advierte la ONU.
La situación, calificada de urgente, se está produciendo en los búnkeres de la fábrica Azot, ubicada en Severodonetsk. Las personas que allí se refugian se están quedando sin servicios básicos, denuncia el portavoz de la oficina de asuntos humanitarios de la ONU, Saviano Abreu.
El brazo humanitario de la ONU está tratando de llevar ayuda a los civiles atrapados en la ciudad, pero la intensificación de los combates dificulta la operación. “La falta de agua y saneamiento es un gran problema. Es una preocupación porque la gente no puede sobrevivir mucho tiempo sin agua”, dijo el portavoz.
El acceso a los alimentos y la atención médica también puede verse comprometido, agrega. “Si tienen que depender de fuentes poco fiables, puede traer complicaciones de salud. Tenemos que asegurarnos, lo antes posible, de que la gente allí tenga acceso al agua”.
Todavía no hay confirmación de que se abra un corredor humanitario para intentar evacuar a las personas atrapadas dentro de la fábrica. “Ambas partes del conflicto tienen la obligación según el derecho internacional de proteger a los civiles, por lo que esta no es una opción, tienen que asegurarse de que las personas que quieren salir de la ciudad puedan hacerlo de manera segura”, añade Saviano Abreu.
