«Quiero ser sincero con ustedes: no habrá retorno a la «vieja normalidad» en un futuro previsible. Pero hay una hoja de ruta hacia una situación en la que podamos controlar la enfermedad y continuar con nuestras vidas».
Pocas interpretaciones caben a las declaraciones realizadas por el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus, realizadas el lunes.
La prioridad ahora mismo, según señaló es «centrarse en utilizar las herramientas que existen ahora mismo para suprimir la transmisión y así salvar vidas». Además, apuntó que no es realista pensar que el virus vaya a desaparecer durante los próximos meses, ni que llegue a encontrarse una vacuna a corto plazo.
Respecto a la vacuna, añadió que estaría por verse la efectividad de la misma, además de saber cuánta gente podría acceder a ella.
Y desgraciadamente, muchos individualistas se niegan a entenderlo y hacen botellón como si no hubiera un mañana.
El gobierno ha decretado obligatorio el uso de mascarillas. Sin embargo, el mayor beneficiario será el propio Estado que recaudará 46’5 millones de euros a la semana por el IVA ya que, a pesar de ser un bien de primera necesidad, este artículo tiene un Impuesto del Valor Añadido del 21 por ciento y no del 10 por ciento como le correspondería.