Fotos: Javier Jara. Lamentable estado actual del Monumento a las víctimas del Teatro Novedades. Cuartel 87 Necrópolis del Este.

La Iglesia une matrimonios con la sentencia: “hasta que las muerte os separe”y a veces resulta así de literal. En ocasiones la religión, las ideas, el dinero o el capricho del destino, deciden si permanecerán juntos hasta “la eternidad”.

Son muchas las parejas y familias, cuyas envolturas corporales han sido enterradas en distintos cementerios. A veces fue la religión forzando el enterramiento de uno en católico y otro en civil. Otras veces, uno de ellos acabo en una cuneta por sus ideas de libertad. Otras veces fue la economía la que forzó a elegir un hueco en sepultura de sociedad o peor aún, en un osario común.

Pero a veces también interviene en el destino de nuestra última morada el cruel destino.

En los cementerios existen monumentos y lapidas donde se encuentran enterradas personas que ni se conocían, pero que tuvieron la mala suerte en encontrarse en el mismo lugar, en el momento menos oportuno.

Guerras, incendios, accidentes, atentados, crímenes, muertos en actos de servicio… Sucesos que conmovieron de sobremanera a la sociedad, tanto como para rendirles un homenaje perpetuo, o eso pretendieron, ya que las instituciones están “dejado morir”estas lapidas que nos “hablan” de nuestra historia.

Hoy en nuestra ruta virtual empezaremos a  acercaremos a esas personas ¡que la muerte los unió!

MONUMENTO A LAS VICTIMAS TEATRO NOVEDADES

Sagrario, Javier, Valentín, Andrés, Bonifacio, María, José, Longino, Rafaela, Francisco, Zenona, Josefa, León…y así hasta 80 personas. Aunque entre ellos figuran familias completas, lo único que tenían en común todas ellas fue la decisión de acudir en la noche del 23 de septiembre de 1928 a disfrutar del sainete“El mejor del puerto”al Teatro, también conocido como Coliseo Novedades, situado en la calle Toledo 83, construido en 1857, principalmente en madera.

Todos ellos y ellas disfrutaban la representación. El escenario lo formaba un telón que representaba el barrio de Triana de Sevilla y una pequeña embarcación con faroles de iluminación eléctrica. Ninguno de ellos imagino que el último acto del sainete, lo seria también de sus vidas.  A las 20,50 h un cortocircuito inició un fuego en uno de esos farolillos, enseguida el escenario fue presa de las llamas, ¡de las risas se pasó al llanto! y el terror estallo entre el público, ¡Fuego, fuego!!!

Desgraciadamente, al cundir el pánico, la huida precipitada provocó un tapón humano, por lo que la mayoría de las victimas las causó la estampida. El Maestro Cayo Vela, intento difundir serenidad y pidió a los músicos que tocasen un pasodoble, pero estos “tocaron a retirada” para salvar su vida, el único y desgarrador sonido eran los gritos de terror y dolor. Aunque acudieron 160 bomberos, dirigidos por los hermanos Monasterio, en una hora el teatro quedó reducido a escombros. El telón se cerró definitivamente para las 80 personas que fallecieron, resultando más de 200 heridas.

El Ayuntamiento destinó en el cuartel 87 de la Necrópolis del Este“una zona de sarcófagos corrientes de pago, con derechos de perpetuidad, grabándose lapidariamente los nombres de todos los enterrados como víctimas del incendio del teatro de Novedades”. El entierro fue algo impresionante, el pueblo de Madrid mostró el dolor que sufría en propia carne. Más tarde se levantó en el mismo lugar un monumento de más de seis metros de altura.

Con motivo del desastre, el Ayuntamiento aumentó el cuerpo de bomberos y se cambiaron las órdenes municipales para este tipo de recintos. “No hay mal que por bien no venga”

Durante muchos años, fue obligada parada en los recorridos que el 1 de noviembre realizaba la corporación municipal por las necrópolis, rindiendo homenaje a las victimas frente al monumento.

Esta catástrofe ha sido una de las que más ha impresionado a los madrileños por producirse muchas víctimas, incluso pasó a los dichos populares y cuando ocurre una gran desgracia se dice: “hay más muertos que en el Novedades”

Ellos y ellas no eligieron su última morada “la muerte les unió a perpetuidad”

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre