El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha deshojado la margarita sobre la mesa de diálogo con Cataluña.
En una entrevista dada a TVE el lunes por la noche, el jefe del Ejecutivo ha despejado la incertidumbre sobre su presencia en un encuentro entre los dos gobiernos: el de la Generalitat y el del Estado. Una información que llevan días reclamando desde el ejecutivo de Aragonés, para poder establecer una estrategia acorde a las circunstancias.
Sánchez ha señalado que “Lideraré esa delegación del Gobierno de España, tendré la oportunidad de poder reunirme con el presidente de Cataluña y luego de encontrarme con ambas delegaciones» prometiendo hacer “una apuesta firme por el diálogo y por el reencuentro».
Ha subrayado que cualquier acuerdo al que se llegue deberá ser refrendado y deberá abordarse “dentro de los márgenes de la Constitución y de la legalidad democrática».
Afirma Sánchez que la intención del gobierno es la de pasar pagina al 2017, advirtiendo que no contempla conceder “máximos” a sus interlocutores, rebajando así las expectativas -si es que alguien las tenía- de la negociación.
Sánchez acude para saludar a las dos delegaciones. Una estrategia mediante la cual no dará entidad a una reunión entre presidentes, sino más bien tendrá un papel de “acreditador” del encuentro, por lo que los papeles activos en la mesa serán de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y los ministros Félix Bolaños (Presidencia), Isabel Rodríguez (Política Territorial), Miquel Iceta (Cultura), Raquel Sánchez (Transportes) y Manuel Castells (Universidad).
La delegación catalana sin embargo si estará encabezada por el president Aragonés. Junto al president, consejeros como Laura Vilagrà y Roger Torrent (de ERC). Desde el socio del govern, JxCat, todavía no se ha confirmado el perfil que acudirá al encuentro.
Hasta – omitiendo nombre, voz y aspecto del entrevistado- pudiese pensar que era Casado, porque en cada materia hace las mismas argumentacións, sólo que al tema de la economía apuntillase aquello tan manido de «gracias al partido popular». Lo más tremendo e impactante es la defensa al rey y la constitución. Primeiro porque a corona es el más alto de los poderes y no precisa de su tutelaje, y la constitución, si esto de verdad fuese una democracia, sería propiedad y competencia de los españoles poder modificar o cambiar. Hasta Chile lo hizo en desacuerdo a las cuestiones que claramente llevaban la firma del antiguo dictador.
Pero hay que negociar con Cataluña que vuelvan al redil siquiera con estatut, para seguir evidenciando las mejoras de Madrid Euskadi y Navarra frente a todos en «un país de iguales», todos amiguiños y parvos del todo. Qué asco de gente y de país.
Luego, claro; ,»es que quieren romper España»
No señor, los nacionalistas ni pecamos de toda esta insolidaridad, inhumanidad y fascismo ni queremos romper nada; Sólo reconstruirla «ben feitiña e rematada» vivir sin emigrar de nuestro producto en nuestra casa, quitar del medio a tanto parásito y empezar de nuevo de la nada. Ni necesitamos los 20 euros de ese retrasado ni que nos rebaje 4 del recibo de luz; necesitamos ganar lo que merezcamos y pagar lo justo.
Señor Sánchez, ya que no se lo comunica su espejo yo se lo digo: No sirve usted para nada ni a nadie fuera de sus élites. Payaso. Facha.