Ya está. Habrá elecciones generales del 28 de abril como adelantó Diario16 y como acaba de confirmar el presiente del Gobierno en su intervención en Moncloa. Pero dará igual a la oposición. La campaña de boicot y desprestigio al Gobierno del PSOE por parte del PP, en la que ha colaborado Albert Rivera, de Ciudadanos, seguirá para definitivamente conseguir que haya dos Españas.
Así, el PP y Ciudadanos consiguen quebrar el sueño de Pedro Sánchez y permitir, con el adelanto electoral, que Vox entre antes en las instituciones nacionales. Así, piensan, se conseguirá en el Gobierno de la nación un pacto a la andaluza. Ciudadanos ha venido para ello su alma al PP.
La moción de censura convirtió el sueño de Sánchez en una realidad: ser presidente con la intención de acabar la legislatura. No pudo ser. No consiguió el apoyo a sus Presupuestos Generales el Estado, y tenía que convocar comicios generales. Lo ha hecho y parece que también lo ha hecho fatal a juzgar por las declaraciones de la derecha y la extrema derecha.
Albert Rivera y Ciudadanos vendieron su alma al PP
Resulta que “Pedro Sánchez iba a aguantar en la poltrona porque si no no le vota nadie” -decía Casado- y no ha aguantado y ha convocado elecciones. Decían PP y Ciudadanos que había un pacto hecho en la prisión con los presos del procés. Y ni hubo pacto ni se apoyaron los presupuestos por parte de los soberanistas.
Casado ha insistido en que “El PSOE volvía a repetir la historia de bajar la cabeza como con los terroristas de ETA”, y ha tenido que salir, ni más ni menos, que la conservadora Consuelo Ordoñez para decirle que eso es una barbaridad y que lo de Cataluña “no es terrorismo”.
Los ciudadanos, como ha dejado claro el presidente, decidirán lo que quieren para España. Pero si los excesos, las mentiras y las prisas por gobernar a toda consta, y caiga quien caiga, tienen un precio, todavía está a tiempo la izquierda de recomponerse. En sus manos queda.