La inmensa mayoría de las deportistas carecen de contratos, no cotizan a la Seguridad Social, se quedan desamparadas en caso de lesiones o embarazos y las retribuciones que reciben por su actividad, en muchos casos, no se pueden considerar salario, según explica a TVE Pilar Calvo, campeona de España de Tiro Olímpico en la modalidad de skeet y secretaria general de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional.
«El deporte femenino se considera íntegramente amateur”
Una reivindicación que también siempre hemos escuchado desde Diario16 de otras deportistas como Dori Ruano, campeona del mundo de Ciclismo. De hecho, la ciclista denunciaba a nuestro medio que la inseguridad sufrida en la pasada prueba de la Copa de España de féminas celebrada en la localidad madrileña de Alcobendas. Las participantes tuvieron que compartir la calzada de la autovía de Colmenar con tráfico abierto separados por conos con el consiguiente y obvio riesgo.
La excampeona del mundo relató el “peligro, pánico y tensión” vivido en la prueba y critica la “peligrosa” acción del coche del Bizkaia, que al parecer, bloqueó el recorrido de la prueba. La salmantina pide la anulación de la carrera y la sanción al conjunto de Agurtzane Elorriaga.La Asociación trabaja y lucha por reivindicar la igualdad en el deporte y mejorar las precarias condiciones de las féminas que quieren dedicarse de forma profesional. De hecho, muchas, como se ha demostrado por parte de la representación española en los últimos Juegos Olímpicos, con mejor resultado que sus compañeros varones en la misma modalidad.
La Ley
Pilar Calvo insiste en que “Históricamente esta ley no reconoce a la mujer como profesional del deporte; entonces no existen los convenios colectivos ni una regulación salarial.
“ El deporte femenino se considera íntegramente amateur”, añade Laura Castro, exfutbolista y presidenta de la Asociación por el Deporte Femenino.
La precariedad y la falta de derechos no solo afectan a los deportes colectivos. “En los deportes individuales la situación puede ser incluso peor. De estos deportes se encargan las respectivas federaciones y como estas no están controladas, y muchas están en situación de quiebra técnica, la cosa se agrava”, cuenta Pilar Calvo que sabe por experiencia propia lo que supone no ser reconocida como profesional.
