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La lucha contra el terrorismo nos corresponde a todos

Óscar Iglesias Fernández
Óscar Iglesias Fernández
Profesor de Sociología de la UNED
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análisis

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Los telediarios siguen centrando su información en el COVID-19 y sus consecuencias, como no puede ser de otra manera. Pero, entre esta información, vemos como con frecuencia se nos informa de la detención de yihadistas en distintos puntos de España que tenían la intención de realizar atentados.

Hace unos días eran detenidos dos yihadistas que planeaban atentar en Barcelona. Unas semanas antes, ocurría lo mismo con otro grupo en otro lugar de España. Estas informaciones, vienen a constatar una realidad que por conocida no deja de ser alarmante: El terrorismo yihadista es una amenaza real para nuestro país.

El número de detenidos en 2019 recuperó la tendencia al alza del periodo 2015-2017, y superó el notable descenso del año 2018. Concretamente, en el año 2019, se realizaron 58 detenciones en España, en 32 operaciones en la lucha contra el terrorismo yihadista. A estas cifras hay que sumar otras 10 detenciones, en operaciones policiales realizadas en otros países.

Estos datos, dan la magnitud del problema y muestras que nuestros cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado hacen un gran trabajo que hay que agradecer. Pero al que todos los ciudadanos debemos acompañar.

Como sociedad, todos tenemos que ser conscientes de este peligro para repelerlo. Todos tenemos que ser activos para desmontar las falsedades de un yihadismo que impide la integración y la convivencia. Todos tenemos que dar apoyo a nuestras instituciones para que cuenten con los mejores medios para combatirlo. Todos tenemos que favorecer la cooperación interna y externa de las distintas institucionales nacionales e internacionales.

Es decir, todos tenemos que estar comprometidos en esta lucha. En un momento, donde hay que recordar que el nivel de alerta antiterrorista en España durante todo el 2019 se situó en un nivel 4 (riesgo alto) sobre 5 (riesgo muy alto), como consecuencia de la amenaza yihadista fundamentalmente.

El objetivo que nos hemos planteado como país, y que aparece en el Informe de Seguridad Nacional, es neutralizar esta amenaza reduciendo la vulnerabilidad de la sociedad y haciendo frente a los procesos de radicalización violenta.

Por ese motivo, es interesante observar las tendencias de este fenómeno que aparecen recogidas en el Informe de Seguridad Nacional:

  • Las organizaciones terroristas yihadistas están adaptándose al nuevo escenario, constituidas en estructuras cada vez más horizontales y en red, en detrimento de formaciones verticales o jerárquicas.
  • Las acciones terroristas se están incrementando en el Sahel y norte de África, entre otras circunstancias, por la debilidad de sus estructuras estatales. Esta situación favorece la expansión de grupos terroristas y el tráfico ilegal de personas, utilizado como medio de financiación, con consecuencias directas para España.
  • Al-Qaeda, continua con su planteamiento de infligir a Occidente el mayor daño posible con la ejecución de ataques terroristas de gran impacto que requieren una mayor planificación. Y canaliza su actividad terrorista a través de las diversas ramas locales.
  • Existe una mayor conciencia sobre la necesidad de hacer de la cooperación el auténtico motor para la mitigación de la amenaza, tanto en el seno de la comunidad de Inteligencia internacional, como en las operaciones internacionales en el marco de la OTAN o la UE.
  • En Europa, se ha producido un incremento de células autóctonas y actores solitarios auto radicalizados, que operan principalmente sin contacto o dirección por parte del DAESH.
  • Los grupos yihadistas suelen operar a través de pequeñas células que se autofinancian, obteniendo sus fondos en España o en países cercanos, sin necesidad de contar con el apoyo de la matriz del grupo terrorista.
  • Persiste el riesgo del retorno de Combatientes Terroristas Extranjeros desde las zonas en conflicto, así como el de sus familiares e hijos; el riesgo de radicalización en centros penitenciarios; y la posible activación de terroristas autónomos tras los continuos llamamientos a atentar contra Occidente.
  • Califato virtual. Los grupos terroristas hacen una amplia utilización de las redes sociales y han creado aparatos profesionales de propaganda para adoctrinar, reclutar, formar en técnicas, tácticas y procedimientos, e inspirar ataques en los países de origen o residencia de los terroristas. Aquí hay que destacar el aumento progresivo de la propaganda terrorista en español orientada a incitar ataques terroristas.

Ante estos retos, la nueva Estrategia Nacional contra el Terrorismo (ENCOT), aprobada en 2019, desarrolla líneas de acción y planes específicos para la lucha contra el terrorismo, como la prevención de la radicalización violenta, protección antiterrorista y lucha contra la financiación del terrorismo.

Todo ello, en un proceso de continua adaptación de dispositivos de seguridad, sistemas de alerta y detección temprana, medidas preventivas y líneas de acción de la lucha contra el terrorismo.

Todo ello, en una constante cooperación internacional en todos los niveles y ámbitos, para conseguir erradicar un terrorismo que nos acecha con su brutalidad. Un terrorismo, que está haciendo que España tenga que actuar cada vez más en el exterior, especialmente en la región del Sahel y norte de África, para garantizar la seguridad en nuestro territorio.

La lucha contra el terrorismo yihadista desgraciadamente será larga. Pero nos involucra a todos como sociedad. Por eso, hay que estar atentos, colaborar y agradecer el trabajo de las distintas instituciones.

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