La libertad y los derechos humanos deben ser concedidos y quedar establecidos a todos aquellos que carecen de ellos, y al tiempo, estos, en esa responsabilidad que poseen, (porque la libertad y los derechos humanos son en la misma medida una enorme y sútil responsabilidad) tienen que, en la reclamación o utilización de los mismos, no oprimir la libertad de otros ni imperar bajo ningún contexto su apología sobre los demás. En todo caso, si llegaran a ello, se colocarían en el mismo término que quién rechaza o pone inconvenientes a la diversidad de los seres humanos, tanto en lo que se refiere a ideas sociales o politicas, tendencias sexuales, formas de vestir, y otros.
Scarlett Johanson ha decidido abandonar el proyecto en el que se hallaba: interpretar un personaje transgénero en la pelicula Rub an Tug, en el que iba a dar vida en la pantalla a Dante «Tex» Hill, quién regentaba una red de salones de masajes en Pittsburg (Pennsilvania). Y lo ha hecho tras recibir numerosas críticas desde diferentes sectores en base a que dicho personaje solo debe ser interpretado por actores transgéneros y no por un cisgénero. Nada más ridiculo desde todos los puntos posibles. Recordar que la profesión de actor se basa en la interpretación. Otra cosa sería que una vez llevado a cabo el proyecto y tras la emisión en pantalla, tanto la crítica como los espectadores decidan que es aborrecible su actuación, pero en ningún caso, imperar y oprimir previamente la interpretación, porque como se ha dicho, el oficio de actor trata de interpretar, y no todos son capaces de dar vida en la pantalla a un personaje, sea cisgénero o transgénero.
Y aunque la critica más enconada no va dirigida a ella, y sí a la falta de oportunidades de Hollywood hacia los artistas de la comunidad LGTB, exigir a actores que no realicen su trabajo, que es interpretar, en base a la exigencia de oportunidades y de la igualdad y los derechos de dicha comunidad es esbozar cierto tiranismo. La igualdad y el uso de la misma acarrea ciertas responsabilidades y cierto respeto también de quien lo reclama para sí, y en ningún caso, debe servir dicha reclamación y dicho derecho para imponer y oprimir voluntades, y en este caso para ningunear la interpretación de Scarlet Johanson.