La kafkiana urbanización de Trebujena, señuelo electoral de Moreno Bonilla para desviar la atención de su plan de esquilmación de Doñana

El Gobierno andaluz intenta implicar a Espadas como “impulsor” del macroproyecto descartado por el ejecutivo central pese a que solo la actual Junta de Andalucía ha sido la que ha otorgado la autorización ambiental

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Juanma
Moreno Bonilla enseña la memoria ambiental de 2010 para acusar a Espadas pese a saber que ya no era consejero

Igual que el mismísimo presidente de todos los andaluces le puede pedir a usted directamente el voto como tal presidente de la Junta de Andalucía para un candidato del Partido Popular a su ayuntamiento y excusar después en sede parlamentaria que solo ha sido un error sin maldad ni intencionalidad alguna, avisando previamente a la Junta Electoral, también es posible que la macrourbanización de lujo proyectada kafkianamente hace ya tres lustros frente a Doñana en la localidad gaditana de Trebujena sea solo un señuelo para emponzoñar el ambiente electoral, ya bastante caldeado por el desproporcionado enganche de Bildu, donde Juan Manuel Moreno Bonilla no se siente tan suelto ni cómodo como su colega madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

Moreno Bonilla tenía este jueves perfectamente medida la escenificación de su golpe de efecto en el pleno del Parlamento andaluz a los dos principales partidos de la oposición en Andalucía, precisamente los mismos que gobiernan en coalición en el ejecutivo central y han mostrado una feroz oposición tanto a la legalización de regadíos en el entorno del Parque como al visto bueno ambiental de la Junta andaluza al macroproyecto del empresario belga Bernard Devos para este enclave situado justo enfrente de Doñana, que sufre como pocos los efectos de la sequía en sus cultivos.

Ni el PSOE andaluz de Juan Espadas ni la líder de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, hicieron alusión alguna en sus intervenciones parlamentarias al visto bueno ambiental del ejecutivo de Moreno Bonilla al macroproyecto urbanístico de Trebujena, ayuntamiento gobernado actualmente por IU, que dejaba en manos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), dependiente del Gobierno central, un previsible “no” rotundo a tan estrambótico proyecto macrourbanístico de tiempos pretéritos en una zona de especial sensibilidad ambiental como es el entorno de Doñana, algo que sabía perfectamente el propio Moreno Bonilla tras la polémica suscitada, a nivel europeo incluso, por su proyecto de ley, respaldado sólo por la ultraderecha de Vox, que de facto amnistía los riegos ilegales en los municipios del entorno de la Corona Norte de Doñana, un plan estrella de su gobierno monocolor de mayoría absoluta, guardado por segunda vez en un cajón a las puertas de otras elecciones, como sucedió la primera vez que avanzó el proyecto a pocas semanas de las autonómicas de junio pasado.

Memoria firmada en mayo de 2010, dos meses después de que Juan Espadas dejara de ser consejero

El Gobierno andaluz de Moreno Bonilla ha intentado implicar directamente a Espadas como principal “impulsor” del macroproyecto descartado de plano y con rapidez por el ejecutivo central pese a que únicamente la actual Junta de Andalucía ha sido la que ha dado de facto la autorización ambiental, prácticamente al unísono de dejar aparcado hasta después de las municipales del 28-M, por segunda vez en solo un año, su proyecto de ley para los regadíos ilegales de Doñana.

Espadas ya no era consejero cuando en mayo de 2010 la Junta firmó una memoria ambiental que señalaba que las condiciones ambientales del macroproyecto “se presuponen de nula o muy baja significatividad”

La escenificación en el pleno parlamentario de este jueves causó su efecto. De poco ha servido que el propio Espadas haya enviado después un comunicado en el que acusa al presidente andaluz de “mentir”, ya que el actual líder socialista no era ya consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio cuando en mayo de 2010 este departamento firmó la memoria ambiental del proyecto, en ningún caso la autorización ambiental, que sólo se ha producido ahora, casi tres lustros después por parte del ejecutivo de Moreno Bonilla.

La Memoria no aprueba nada

Espadas dejó de ser consejero en marzo de 2010 y la memoria de sostenibilidad iba firmada por dos directoras generales el 11 de mayo de aquel mismo año. Como explica el actual líder de los socialistas andaluces, “la memoria ambiental a la que ha aludido el presidente de la Junta, en ningún caso supuso la aprobación del proyecto”. Pero el efecto mediático estaba ya conseguido y la foto también, la misma que ilustra esta información, facilitada por los servicios del Gobierno andaluz de Moreno Bonilla, donde una exultante bancada popular se regocija del golpe mediático asestado.

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