El juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama se hará cargo de la investigación de la mayor trama piramidal detectada hasta la fecha vinculada con la inversión en criptomoneda. El número de víctimas de esta supuesta estafa que tiene como foco visible a la empresa Arbistar 2.0 SL se sitúa en 1.127, pero podría alcanzar las 32.000. Y del mismo modo, el fraude económico calculado es de 41 millones de euros, pero podría llegar a alcanzar los 100 millones.
Un plan “amigo”
Los investigados, bajo la dirección de Santiago Fuentes Jover, podrían haber cometido los “delitos de estafa agravada, organización criminal y delito continuado de falsificación en documento mercantil” según informa el Poder Judicial. La empresa Arbistar ofrecía un “Plan amigo” para multiplicar la captación de nuevos clientes. El sistema de atracción era de naturaleza piramidal. Es decir, si los clientes que habían invertido su capital conseguían atraer a nuevos inversores recibían mayores beneficios. Utilizando esta técnica la empresa creció de manera exponencial.
Al final todo cae
El entramado funcionaba de manera exitosa porque prometía a los inversores rentabilidades de entre el 8% y el 15% mensual. El sistema parecía fiable y ventajoso, ya que cada sábado los clientes tenían la oportunidad de sumar el beneficio acumulado al capital inicial o bien optar por el reembolso. Todo funcionaba a la perfección hasta que en agosto de 2020 varios inversores solicitaron de golpe la retirada de sus fondos sin que su solicitud fuera atendida.
La criptomoneda
Desde que en 2009 apareciera la primera criptomoneda: el bitcoin, no han parado de surgir otras con nuevas características. Este tipo de divisa o moneda digital tiene como principal aliciente que no necesita intermediarios. Su circulación va directa del comprador al vendedor adquiriendo de este modo un valor universal. Por ello existe una profunda polémica sobre si las criptomonedas deben convertirse en monedas centralizadas por los bancos o mantenerse dentro de un control descentralizado
