Los sistemas de salud públicos no pueden dejar abandonados a su suerte a los ciudadanos y ciudadanas a los que están obligados proteger. Sin embargo, el Servicio Andaluz de Salud ha dejado en una situación límite a una mujer de 62 años que padece esclerosis múltiple. Durante más de dos años estuvo tomando un tratamiento que evita el avance de la enfermedad. Sin embargo, el SAS se lo ha retirado «porque es demasiado mayor y ese tratamiento solo se da a menores de 55 años».

Ante esta situación, su hija ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para reclamar que no se retire el tratamiento a su madre. El Ocrelizumab es el único fármaco autorizado para el tipo de esclerosis que padece esta mujer de 62 años, y ha demostrado su eficacia para frenar la progresión de la discapacidad en estos pacientes. En febrero de 2020 los médicos le dijeron que no podrían seguir dándole ese tratamiento porque no está financiado para mayores de 55, sin ofrecer ninguna otra alternativa que le ayude a estabilizar la enfermedad. 

Según se indica en la petición, la calidad de vida de la mujer ha empeorado notablemente: está perdiendo el equilibrio a pasos agigantados, también está perdiendo la sensibilidad y el deterioro sigue avanzando día tras día. Lo peor es el precio que cuesta el tratamiento: cada dosis de este tratamiento cuesta entre 6.000 y 8.000 euros, una cantidad que la familia no puede asumir. 

«Por eso pedimos a la Junta de Andalucía y al Servicio Andaluz de Salud que autoricen a la Dirección Médica del Hospital Reina Sofía a que vuelvan a recetar este medicamento para mi madre.  No entendemos cómo después de habérselo dado durante dos años, decidieran quitárselo. Después de hablar con la Asociación de Esclerosis de Córdoba supimos que el decreto que regula el suministro de estos medicamentos establece excepciones para su aplicación cuando no existe ningún otro tratamiento específico para la enfermedad. Ese es el caso de mi madre. No se entiende cómo con otros tipos de esclerosis no hay limitación de edad para suministrar tratamientos, y con el de mi madre sí. Y más cuando hemos visto que esa medicación sí le ha servido a ella», afirma la petición de Change.org. 

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